De la mano del director Richard Linklater (Before Sunrise, School of Rock) se estrenó el 12 de septiembre en 2014 Boyhood, considerada una de las mejores películas del siglo XXI. Tras finalizar la trilogía de “Antes de” el cineasta estadounidense enseñó al mundo la película que estuvo filmando más de una década. En ella seguimos el camino hacia la adultez de Mason, de los seis a los dieciocho años, período lleno de vivencias vitales y cambios. Boyhood ganó multitud de premios, entre los que destacan los de mejor película en los Globos de Oro (en drama), Bafta y Critics Choice, además del Óscar a mejor actriz de reparto para Patricia Arquette.
Crítica de 'Boyhood'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Boyhood (Momentos de una vida)
Título original: Boyhood
Reparto:
Ellar Coltrane (Mason)
Patricia Arquette (Olivia)
Ethan Hawke (Papá)
Lorelei Linklater (Samantha)
Jordan Howard (Tony)
Tamara Jolaine (Tammy)
Zoe Graham (Sheena)
Tyler Strother (Matón)
Evie Thompson (Jill)
Tess Allen (Amiga del barrio)
Megan Devine (Make Out Girl)
Elijah Smith (Tommy)
Steven Chester Prince (Ted)
Bonnie Cross (Profesor)
Libby Villari (Abuela)
Marco Perella (Profesor Bill Welbrock)
Jamie Howard (Mindy)
Andrew Villarreal (Randy)
Año: 2014
Duración: 159 min.
País: Estados Unidos
Director: Richard Linklater
Guion: Richard Linklater
Fotografía: Lee Daniel, Shane F. Kelly
Música:
Género: Drama. Familia
Distribuidor: Universal Pictures International Spain
Tráiler de 'Boyhood'
Sinopsis
Boyhood sigue a Mason (Ellar Coltrane) desde los seis años durante algo más de una década poblada de cambios, mudanzas y controversias, relaciones que se tambalean, bodas, diferentes colegios, primeros amores, primeras desilusiones, momentos maravillosos, momentos de miedo y una constante mezcla de desgarro y de sorpresa. Los resultados son totalmente impredecibles, ya que cada momento lleva a otro, uniéndose en la profunda experiencia personal que nos forma mientras crecemos y nos acoplamos a la siempre cambiante naturaleza de nuestra vida.
La historia empieza cuando Mason, un soñador de seis años, se enfrenta a la primera gran convulsión de su vida: su entregada y luchadora madre Olivia (Patricia Arquette) ha decidido que se muda con Mason y su hermana Samantha (Lorelei Linklater) a Houston, justo cuando el padre de sus hijos, Mason Sr (Ethan Hawke) acaba de regresar a Alaska. Así empieza una vida de cambios. Entre una marea de padres y padrastros, novias, profesores, jefes, peligros, deseos y pasión creativa, Mason consigue encontrar su propio camino. (Universal Pictures International Spain)
Dónde se puede ver la película en streaming
La fuerza del tiempo
El tiempo, esa fuerza que se ha descrito tantas veces como arrolladora, y su efecto son tan protagonistas de Boyhood como la familia Evans. Pocas películas han capturado el paso del tiempo y lo que es la vida en sí misma como lo hace la cinta de Richard Linklater, rodada durante doce años en uno de los proyectos más ambiciosos que haya visto Hollywood.
Alrededor de cada año el director, rodeado de los mismo intérpretes, filmaba durante unos días la vida de Mason. Interpretado por Ellar Coltrane, Mason comienza siendo un niño de seis años y acaba como un joven universitario que empieza su vida adulta. El viaje que nos presenta Linklater con la vida de este niño goza, ante todo, de una naturalidad pasmosa. Desprende ante todo verdad, presente desde los primeros segundos en los ojos inocentes de Mason mientras observa el cielo, esperando a su madre en el césped de la escuela.
Con Boyhood, el director estadounidense expone el paso de la vida y lo que significa crecer como ningún otro cineasta ha hecho antes. Mediante los distintos momentos de la vida de Mason, Linklater construye la personalidad del protagonista conforme este madura, aunque algunos de ellos parezcan conversaciones insignificantes entre padre e hijo.
Esos momentos, y la magia que llevan consigo, hacen de Boyhood algo totalmente especial. Y no solo dentro de la filmografía de Richard Linklater, sino de la historia del cine moderno. La magnífica puesta en escena de la película y su montaje construyen estos momentos, junto a la sensación de erosión del tiempo que quiere transmitir el director.
Richard Linklater muestra como el tiempo nos moldea, nos cambia, pero a la vez, paradójicamente, no cambia nada en realidad. Olivia (encarnada por una sobresaliente Patricia Arquette), la madre de Mason, sigue cometiendo los mismos errores que doce años atrás. Samantha, hermana del protagonista, sigue con esa dichosa actitud que tenía más de una década atrás, a pesar de que ahora se haya teñido el pelo y vaya a la universidad. Porque aunque todo haya cambiado en el seno de la familia Evans con el paso de los años, todo sigue igual a su mismo tiempo cuando la pantalla se funde a negro.
Capturando la vida
Otro de los -grandes- méritos de Boyhood es como logra captar cada momento en el que se sitúa de una forma única. Las escenas en las que se hace referencia a la cultura popular, ya sea referentes a eventos políticos, televisivos o cinematográficos, ayudan a dotar ya no solo de realismo a la película, sino de una sensación de complicidad con lo que estamos viendo. Esto ayuda al espectador a vivir la vida de Mason y su familia, con todos los cambios que se están produciendo en su entorno y lo que implican.
Para “capturar la vida”, como el propio Richard Linklater dijo en la Berlinale de 2014, Boyhood hace un recorrido por el estado de Texas. Por sus pueblos, ciudades y naturaleza, donde el propio director creció. Las calles y recovecos de San Marcos o Houston se convierten en una de las señas de identidad de la cinta, así como las carreteras de Texas. Estas se convierten en símbolos de los grandes cambios en las vidas de los personajes y por donde sus viajes continúan. Son lugares en los que Richard Linklater se detiene para evidenciar que los personajes avanzan hacía otra etapa de su vida, así como para estructurar las distintas partes de la película.
Y dentro de este retrato de un estado se encuentra otro extraordinario. El de una Estados Unidos concreta, en el que se encuentran los grandes partidos de béisbol, se trata el catolicismo o la vida posterior a la Guerra de Irak.
Todo ello hace de Boyhood una experiencia única, en la que Linklater logra construir un relato excepcional. Uno que nunca cae en la grandilocuencia, sino que abraza la sencillez, tanto visual como narrativa, como ya hizo en su trilogía “Antes de”. Y es que si Boyhood tiene un espejo en el que mirarse dentro de la filmografía de Richard Linklater ese es el de la famosa trilogía. En ella la captura del paso del tiempo y de la vida son tan protagonistas como la pareja interpretada por Ethan Hawke y Julie Delpy.
El coming-of-age definitivo
Si bien Boyhood pertenece al género del coming-of-age, ninguna película dentro de este género ha conseguido semejante retrato de lo que significa crecer.
Cintas excelentes como ‘Lady Bird’ o ‘Eighth Grade’ han trabajado recientemente lo que significa el pasar de la niñez o adolescencia a la vida adulta. Sin embargo, Boyhood rompe por completo las barreras del género. Tanto por el innovador rodaje de doce años como por su capacidad de mostrar la vida y la madurez de una forma tan sutil y bella.
Richard Linklater se centra en lo mágico del momento, del ahora, y en cómo viven esos momentos sus personajes, atrapados por el presente. Por ello, se trata de una película rompedora, que va más allá de una simple obra del género. Abraza la tradición literaria de Marcel Proust, capturando el tiempo y haciéndonos contemplar nuestra existencia.
Y dentro de esta belleza se encuentra un personaje, el de Olivia, distinto a los demás. Ella no es una niña ni una adolescente, es la figura de la madre. Hace todo lo posible por sacar a sus hijos adelante y nunca se permite vivir una vida para ella misma. Con Olivia, en una dolorosa escena, Linklater muestra cómo la vida se escapa entre los dedos en un abrir y cerrar de ojos. Ella misma se pregunta, mientras su hijo parte hacia la universidad, si eso es todo.
Durante el transcurso de Boyhood este personaje representa el sacrificio, el darlo todo para recibir nada. Y aunque quizás Linklater peque de ser reiterativo en lo relativo a las malas decisiones de Olivia, logra un gran retrato de una madre haciendo lo que puede por sobrevivir. Esto se contrapone con el crecimiento y formación de la identidad que trabaja el director con los personajes de Samantha y, especialmente, de Mason. Más que merecidos son todos los premios recibidos por Patricia Arquette gracias a este papel, incluyendo el Óscar a mejor actriz de reparto.
En Boyhood también juegan un papel destacado los temas musicales que acompañan a los personajes, especialmente los que abren y cierran la película. Llenos de melancolía y nostalgia, la cinta se deja llevar por los ritmos de Coldplay o Family of the Year. Estos temas sirven para marcar el inicio y el fin de una etapa de doce años de la vida de Mason, así como el principio y el desenlace del viaje que nos presenta la película.
Y al final, cuando concluye la misma, la impresión de que en esta obra maestra Richard Linklater ha conseguido lo imposible está ahí. La sensación de que todo ha pasado volando. De que, como reza la propia película, quizás, nosotros no hemos vivido el momento, sino que el momento nos ha vivido a nosotros.
Conclusión de ‘Boyhood’
Con Boyhood Richard Linklater no solo nos regaló su mejor película, si no una de las más grandes de lo que llevamos de siglo. Desde su forma de filmar el paso del tiempo hasta como captura la vida de Mason, Linklater logra algo nunca visto en el cine. Se trata de una obra que deja huella y que hace que te enamores aún más de este arte.
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