¡Caigan las rosas blancas!, película de la directora argentina Albertina Carri, que se presentó en el pasado Festival de Rotterdam y se considera una secuela de su trabajo previo, Las hijas del fuego. La cinta, descrita por Albertina Carri como una "película mutante", mezcla el género erótico, la road movie y el documental. Además, la producción itinerante que narra el film le da una estética de espontaneidad y sorpresa, y una sensación de libertad. ¡Caigan las rosas blancas! llegará a salas españolas el 16 de abril de 2025 con distribución de Vitrine Films.
Crítica de ¡Caigan las rosas blancas!
Resumen
Ficha Técnica
Título: ¡Caigan las rosas blancas!
Título original: ¡Caigan las rosas blancas!
Reparto:
Carolina Alamino (Violeta)
Maru Marcet (Rosario)
Rocío Zuviría (Carmen)
Mijal Katzowichz (Agustina)
Luisa Gavasa
Año: 2025
Duración:125 min
País: Argentina
Director: Albertina Carri
Guion: Albertina Carri, Agustín Godoy, Carolina Alamino
Fotografía: Sol Lopatín, Inés Duacastella, Wilssa Esser
Música: Paloma Peñarrubia
Género: Drama. Cine dentro del cine
Distribuidor: Vitrine Films
Tráiler de ¡Caigan las rosas blancas!
Sinopsis
¡Caigan las rosas blancas! sigue a Violeta, una directora de cine que en su día hizo una exultante película porno lésbica y que ahora es contratada para hacer un largometraje porno convencional y ecológico. (Vitrine Filmes)
Dónde se puede ver la película en streaming
El riesgo de un viaje de huida
Estas chicas, con el pretexto de grabar una nueva película, inician un recorrido hacia una ciudad brasileña, viviendo situaciones diversas, algo inclasificables y terminando en una isla que viene a representar, metafóricamente, la América conquistada por los españoles.
¡Caigan las rosas blancas! es el cuento de una mujer lesbiana que huye del etiquetado de la película que está grabando para buscar una inspiración en otro entorno. Pero ese entorno es demasiado exótico y peligroso, lo cual es típico de una aventura en la carretera. Si viajas, algo arriesgas. Si viajas hacia un lugar un tanto desconocido, el riesgo es mayor. Si se rompe la camioneta, ese riesgo va aumentando.
Hacia mitad de la grabación, se atisba casi una película de terror. Me refiero a la ronda de motos que cercan la casa del amigo al que visitan. Pero no, el film sigue girando en torno a los instantes creativos que Violeta consigue con una cámara más antigua o por la necesidad de buscar más allá de los móviles, cuyas baterías se han agotado
En la selva te puede pasar de todo, hasta que un animal indeterminado te muerda. Ese hecho supone el parón, el basta ya de la aventura.
En ¡Caigan las rosas blancas!, el lesbianismo de las protagonistas juega un papel esencial. Pero no hay demasiados episodios sexuales, quizá los justos para situarnos en qué tipo de historia nos vamos a introducir. Eso sí, el feminismo y el protagonismo de la mujer es más que patente. En realidad, no hay hombres. Hasta las mecánicas son mujeres y pareja entre ellas.
Lesbianas, amigas y chicas de cine
Violeta, Rosario, Carmen y Agustina son espontáneas, y no ocultan nada al exterior. Su lesbianismo es evidente. Les gusta jugar a juegos de dominación, unos golpes por aquí, un "te ordeno no hablar" y la idea de pasarlo bien. De algún modo, Violeta es la que decide, pero no está del todo claro quién es la líder. A destacar la interpretación de Carolina Alamino
Las tensiones sexuales y el deseo se perciben, pero no hay una obsesión de ninguna hacia la otra. En el fondo son un cuarteto coherente, que sólo se siente amenazado por circunstancias externas al grupo.
El intercambio, la no atadura sentimental, el probar, el experimentar, es propio de las cuatro chicas. Eso queda reflejado con la aparición de las mecánicas.
Escenas casi entremezcladas
Aunque ¡Caigan las rosas blancas! supone una propuesta basada en una idea clara, el feminismo, la atracción de las mujeres por otras mujeres, el erotismo, la sensualidad, lo caprichoso del destino, lo bonito de la experimentación, sin embargo, creo que a veces se pierde un poco en cuanto a la línea argumental: de repente estamos rodeadas de motos y a la escena siguiente aparecemos dormidas en el bosque. O filmando escenas con la cámara o el móvil y regresando a casa casi al mismo tiempo.
Y eso es más notorio en el tramo final de ¡Caigan las rosas blancas!, con la aparición del personaje de Luisa Gavasa, una especie de vampira madre en busca de carne fresca y rosas blancas, que atrae a las chicas hacia una isla idílica. Quizá es sólo un sueño o un pensamiento de Violeta para incorporar a su nueva película.
Conclusión de ¡Caigan las rosas blancas!
Como curiosidad, ¡Caigan las rosas blancas! puede ser válida. Como obra cinematográfica adolece de la tensión y la pasión necesarias para quedarse grabada en tu retina y en tu recuerdo por mucho tiempo. Quizá sí te quedes con la orientación sexual de sus personajes y un modo de vida un tanto caótico, pero no creo que recuerdes muchos pasajes de la narración con el paso de los días. O sí, no sé, puede que todo dependa de tu propia orientación.
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