Con Canciones del segundo piso es donde todo empezó, como un recién nacido abriendo los ojos por vez primera. Aunque claro está, no hablamos sobre el inicio total de la carrera del estimable Roy Andersson (Sobre lo infinito), quien ya se lanzó a la piscina de la ficción con dos largometrajes: 'Una historia de amor sueca' y 'Giliap'. Incluso amplió sus horizontes trabajando en varios cortos y anuncios publicitarios que, entre una cosa y otra, le permitieron perfeccionar un estilo así de reconocible hasta los tiempos actuales. A lo que más bien me refiero es al punto de partida de su celebrada trilogía, para varios conocida como “la vida” (sí, como con Pasolini), la cual marcó unos compases imprescindibles para el sueco en su meditación existencialista y hambrienta de sinsentidos, en su venenoso abrazo lleno de ironía y ácida comicidad, en esos grises tan libres y únicos en el panorama general.
Crítica de 'Canciones del segundo piso'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Canciones del segundo piso
Título original: Songs from the Second Floor
Reparto:
Lars Nordh (Kalle)
Stefan Larsson (Stefan)
Bengt C.W. Carlsson (Lennart)
Torbjörn Fahlström (Pelle Wigert)
Sten Andersson (Lasse)
Rolando Núñez (Inmigrante)
Lucio Vucina (El mago)
Per Jörnelius (El hombre aserrado)
Peter Roth (Tomas)
Klas-Gösta Olsson (El redactor de discursos)
Año: 2000
Duración: 98 min.
País: Suecia
Director: Roy Andersson
Guion: Roy Andersson
Fotografía: István Borbás, Jesper Klevenås
Música: Benny Andersson
Género: Comedia. Drama
Distribuidor:
Tráiler de 'Canciones del segundo piso'
Sinopsis
A las puertas de un nuevo milenio se producen una serie de hechos que parecen anunciar un próximo caos. Es el caso de un hombre que comienza, gradualmente, a ser consciente de lo absurdo del mundo y de lo difícil que resulta comportarse y vivir como un ser humano. Descrita por el aclamado crítico J. Hoberman como un "slapstick Ingmar Bergman", esta hilarante obra maestra supone la primera entrega de la imprescindible trilogía que completan "La comedia de la vida" y "Una paloma sentada en un banco reflejando la existencia".
Dónde se puede ver la película en streaming
Edward Hopper llamando a la puerta
En la noche mostrada en Canciones del segundo piso convive, en buena parte, la soledad y la melancolía de 'Noctámbulos', la obra más aplaudida del pintor estadounidense. En ella, al igual que en la película, los individuos y los espacios parecen orbitar como entes completamente ajenos, un choque en el que Roy Andersson juega con un absurdismo áspero muy especial, dibujando un colapso socioeconómico que refleja una batalla poco ruidosa pero demoledora entre el ser humano, lleno de dudas, voracidad y preocupaciones, y el mundo en el que vive, incapaz de esbozar respuestas sobre sus heridas mortales.
Desde fuera, Canciones del segundo piso no se presenta como una parada demasiado fácil, su decidida frialdad y su trama fragmentada, de un desarrollo ambiguo y poco convencional, puede aterrorizar a aquellos que busquen una linealidad y una claridad latentes en este arte de contar historias. El microcosmos que aquí se compone es una mezcla consciente y atractiva de viñetas y situaciones no solo de una fuerza estética seca e implacable, también de una intuición narrativa que hace del humor incómodo y su desinterés por la compasión forzada su mejor arma.
Filosofía y dejarse llevar
Las películas de Roy Andersson, probablemente, estén confeccionadas para perderse en ellas y hacer un poco de compañía a sus desesperanzados y fracasados personajes, básicamente como en la obra de Edward Hopper. Canciones del segundo piso, por supuesto, no es una excepción. De hecho, es una invitación bastante rara aunque enigmática a bailar en una fiesta nihilista de proporciones casi apocalípticas.
Se vende al corazón, a la mente y a la retina con una seducción formal irresistible e inagotable y con un tempo denso y pausado que, de entregarse y acostumbrarse uno a su estudiada contemplación sobre las pesadas contradicciones de la rutina terrenal, saldrá de la experiencia con la sensación reconfortante de haber sido premiado con una mirada más enriquecida acerca de nuestra siempre cuestionable naturaleza.
Conclusión de 'Canciones del segundo piso'
La primera entrega de esta 'trilogía de la vida' recoge todo lo interesante de la corriente realista moderna y estadounidense y lo imbuye en una selección de escenas que, en un primer vistazo, pueden parecer desconectadas y sin rumbo fijo; no obstante, la unidad que todas ellas conforman da lugar a un afortunado filme que puede permitirse ser una y mil pinturas en movimiento que revelan sin tapujos la incomprensible fragilidad de la existencia. Una visión cuyo recorrido, desde el año 2000, seguiría firmando autógrafos en los recuerdos de las personas que decidieron adentrarse en la mente de este sueco tan intrigante.
Únete a nuestro CANAL DE TELEGRAM