Cangrejo negro (Black crab) es un producción sueca que participa del cine de supervivencia, con tintes de acción y thriller. Se sitúa en un extraña guerra ficticia y en la peligrosa misión que debe realizar un comando. Está protagonizada, entre otros, por Noomi Rapace (Los hombres que no amaban a las mujeres, Prometheus), Jakob Oftebro (El muñeco de nieve, 1864) y Dar Salim (Secuestro, Submarino). En la dirección se encuentra el debutante en largometrajes Adam Berg. La película se basa en una novela del escritor sueco Jerker Virdborg. Se estrena en Netflix el 18 de marzo de 2022.
Crítica de 'Cangrejo negro'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Cangrejo negro
Título original: Black Crab / Svart krabba
Reparto:
Noomi Rapace
Aliette Opheim
Jakob Oftebro
Dar Salim
Ardalan Esmaili
Erik Lönngren
Cecilia Säverman
Martin Hendrikse
Año: 2022
Duración: 112 min.
País: Suecia
Director: Adam Berg
Guion: Adam Berg, Pelle Rådström. Novela: Jerker Virdborg
Fotografía: Jonas Alarik
Música:
Género: Acción. Aventuras
Distribuidor: Netflix
Tráiler de 'Cangrejo negro'
Sinopsis
Cangrejo Negro es un thriller sueco de acción ambientado en un mundo postapocalíptico machacado por la guerra. Durante un largo y crudo invierno, seis soldados emprenden una misión secreta por un archipiélago helado y se juegan la vida para transportar un misterioso paquete que podría poner fin a la guerra. Mientras se adentran en hostil territorio enemigo, ignoran por completo qué peligros los aguardan ni en quién pueden confiar, si es que pueden fiarse de alguien. Pero, para Caroline Edh, que antes de soldado fue patinadora, esta misión es algo muy distinto.
La película Cangrejo Negro, protagonizada por Noomi Rapace y dirigida por Adam Berg, narra las vicisitudes de esos seis soldados en su desesperada misión a través del hielo. Mientras se dejan la piel en ella, tienen que decidir qué precio están dispuestos a pagar por su propia supervivencia. (Netflix)
Dónde se puede ver la película
Una guerra misteriosa
Cangrejo negro (Black crab) puede producir algún efecto cercano al malestar por lo que muestran algunas imágenes, en base a algunos acontecimientos actuales. Vemos a una ciudad a una ciudad bajo la nieve, pródiga en edificios derribados por bombardeos, gente hambrienta vagando sin refugio, y otras series de desdichas que últimamente nos son familiares. Afortunadamente este conflicto que sirve de base a la película es mera ficción. Pero en realidad no sabemos mucho más. Sabemos, por alguna referencia geográfica, que se sitúa en Suecia, pero desconocemos la naturaleza del conflicto, si es una guerra civil (lo más probable), o un conflicto internacional. Tampoco sabemos el casus belli que lo generó.
Simplemente somos lanzados a un país devastado por una guerra que se antoja interminable. Lo vemos a través de los ojos de Caroline Edh (Noomi Rapace), de la cual tampoco sabemos mucho. En una escena escena inicial vemos cómo es asaltada en su propio coche, junto a su hija, por una especie de soldados. Tras un salto temporal, Caroline llega afanosamente a un cuartel general donde le es encomendada una misión junto a otros cinco soldados. Aprovechando que las aguas que rodean a un archipiélago colindante con Suecia están heladas, deberán ir patinando hasta una base en una isla, donde deberán entregar unas cápsulas que, según dicen sus altos mandos, ayudarán a ganar la guerra.
Evidentemente es poco menos que una misión suicida, pero el cerebro de la misión convence a Caroline para que participe en ella, prometiéndole que volverá a ver a su hija. No sabemos exactamente la suerte que ha corrido ni cuanto tiempo ha pasado sin verla, pero el incentivo, lógicamente, es muy grande. Al final todos acaban participando por diversos motivos.
Una situación incierta
Cangrejo negro hace de la falta de información su razón de ser. Esto permite al guion conseguir algunos tonos determinados. De momento, la división entre buenos y malos es improcedente, aunque solo sea por el hecho de que no sabemos nada del origen del conflicto, ni su desencadenante. Desde este punto de vista la película es un llamamiento reprobador, una enmienda a la totalidad de la tendencia autodestructiva del ser humano cristalizada en empresas bélicas de difícil explicación. Cangrejo negro según avanza va mostrando otros dilemas. Por ejemplo, la disyuntiva entre el deber y la obediencia ciega, o el cuestionamiento a la autoridad. No es baladí que ninguno sepa qué llevan exactamente en las cápsulas.
En este último aspecto cada uno muestra su predisposición hacia la misión. Desde las dudas crecientes, hasta el cumplimiento absoluto. En este último grupo podríamos encasillar a Caroline, partidaria del cumplimiento al pie de la letra de la tarea encomendada. No por ideales, sino por poder volver a ver a su hija. Obviamente en el talante de cada uno influyen los riesgos que van surgiendo.
En cuanto a esto, si bien Cangrejo negro tiene suficientes dosis de acción, la tensión llega en mayor medida a través de la intriga, de la angustia, de la presencia de un peligro incierto. Aspectualmente la película transmite una gran desolación: paisajes helados interminables, y lúgubres y amenazadoras noches. Aquí pueden venir algunas reservas. La utilización no demasiado rumbosa de los CGI en los paisajes, y la fotografía excesivamente oscura de las escenas nocturnas, donde es difícil adivinar con claridad qué está pasando. En cualquier caso, el paisaje cumple con una función casi existencialista como, en un contexto distinto, ocurría en La carretera (2009). Mezclémoslo todo con toques de El salario del miedo (1953).
Otros aspectos de 'Cangrejo negro'
Cangrejo negro (Black crab) juega con la especulación bélica, con el talante distópico, aunque parece ser en el presente, y con el thriller. Pero quizá lo más destacable, es como mezcla esos elementos con una visión profundamente desesperanzada. En dos sentidos, tanto en el correspondiente a la complicada misión, como en el tocante a la humanidad en sí. Adam Berg no escatima en mostrarnos situaciones dramáticas, como gente siendo transportada en tren como ganado, ejecutados, las ruinas de una gran ciudad, o los efectos del hambre. Esto, unido a la desolación paisajística que antes mencionábamos, produce al espectador una sensación de congoja, de inquietud, de melancolía.
No es por lo tanto Cangrejo negro una película de acción al uso, ni una reproducción de los clichés de las producciones estadounidenses. Sobre todo, porque no condesciende demasiado con el público y deja hueco para la reflexión, que casi inevitablemente será pesimista. En cuanto a las actuaciones es evidente la prominencia de Noomi Rapace, en un papel a caballo entre la letal eficiencia militar y el tesón de una madre coraje. Se desenvuelve bien sobre el terreno y consigue una interpretación más que aceptable.
El resto de componentes del comando son en ocasiones demasiado comparsas, y los diferentes puntos de vista enfrentados podían haber dado más juego. Podríamos destacar, si acaso, el papel de Jakob Oftebro como compañero de viaje y alternativa al dominio de Rapace.
Conclusiones de Cangrejo negro (Black crab)
Cangrejo negro es una insólita incursión en el cine bélico de comandos, que se vale tanto o más de la reflexión descorazonadora que de las escenas de acción. Adam Berg utiliza la falta de concreción del contexto, y la desolación paisajística para señalar las miserias de una humanidad desnortada y condenada a pasar un largo y peligroso invierno si se aferra a su querencia fanática y belicosa. No es una obra que busque la complicidad del espectador, pero a cambio tenemos un enfoque menos evidente.
Únete a nuestro CANAL DE TELEGRAM
Al Diablo ya le gustaría que nuestro futuro fuera así, ya...