Chantaje en Broadway es una mezcla de cine negro y drama que se inspira en la faceta oscura de la labor periodística. Protagonizan la película Burt Lancaster y Tony Curtis, dando lugar a un importante duelo actoral. Dirige el británico Alexander Mackendrick. En 1993 fue seleccionada para su conservación en la Biblioteca del Congreso de los EE.EU. Se basa en un relato de Ernest Lehman inspirado, a su vez, en el columnista Walter Winchel.



Chantaje en Broadway

Crítica de 'Chantaje en Broadway'

Ficha Técnica

Título: Chantaje en Broadway
Título original: Sweet Smell Of Success

Reparto:
Burt Lancaster (J.J. Hunsecker)
Tony Curtis (Sidney Falco)
Susan Harrison (Susan Hunsecker)
Martin Milner (Steve Dallas)
Jeff Donnell (Sally)
Sam Levene (Frank D' Angelo)
Joe Frisco (Herbie Temple)
Barbara Nichols (Rita)

Año: 1957
Duración: 96 min.
País: Estados Unidos
Director: Alexander Mackendrick
Guion: Clifford Odets, Ernest Lehman (novela) y Alexander Mackendrick (sin acreditar)
Fotografía: James Wong Howe
Música: Elmer Bernstein
Género: Drama. Cine negro
Distribuidor: Twentieth Century Fox España

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Tráiler de 'Chantaje en Broadway' en VO

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Chantaje en Broadway [Blu-ray]
  • Burt Lancaster, Tony Curtis, Susan Harrison (Actores)
  • Alexander Mackendrick (Director)
  • Calificación de la Audiencia: Pendiente de calificación por edades

Sinopsis de 'Chantaje en Broadway'

Burt Lancaster y Tony Curtis se adentran en el misterioso mundo de la fauna nocturna que puebla el centro de Manhattan, en un juego siniestro de poder y en un universo de supervivencia. Con uno de los diálogos más corrosivos del cine de todos los tiempos esta película es uno de los títulos más grandes que Hollywood ha creado.

Burt Lancaster, encarna a un poderoso, famoso y ambicioso columnista que domina toda una ciudad a través de la información que habitualmente consumen sus más de 60 millones de lectores. Pero como todo el mundo tiene un punto débil: su hermana pequeña. Todo cambiará cuando ésta se enamora apasionadamente de un guitarrista de jazz y los instintos más básicos del periodista salgan a relucir. (Filmin)

Premios

  • Premios BAFTA: Nominada a mejor actor extranjero (Tony Curtis). 1957

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Nocturnidad y alevosía

Chantaje en Broadway es una película que transpira vida, que recoge el ajetreo de la vida en Nueva York (sobre todo la nocturna) de una forma naturalista y bulliciosa. Capta bien el espíritu de la ciudad, como Jules Dassin había empezado a hacer en La ciudad desnuda (1948). También recoge de manera espléndida el ambiente de los locales neoyorquinos nocturnos. Todos humeantes, atestados y a ritmo de jazz. En este entorno se desenvuelven muy bien el columnista J.J Hunsacker  (Burt  Lancasrter) y su agente de prensa Sidney Falco (Tony Curtis).

La misión de Sidney es, por así decirlo, "encontrar" noticias. Es decir, todo tipo de chismorreos, pecados privados, o sucesos importantes. Luego la pluma de J.J convertirá este material en una jugosa columna que siguen unos 60 millones de estadounidenses. Sidney también es un tipo lacayuno que hace de chico de los recados de J.J y se ocupa de todo tipo de menesteres. Uno de ellos será crucial en el devenir de Chantaje en Broadway

Sidney tiene que conseguir que su Susie (Susan Harrison), la hermana de J.J, rompa su relación romántica con Steve Dallas (Martin Milner), un músico de jazz que trabajó en un club nocturno. Como no es tarea fácil, Sidney tendrá licencia para conseguirlo usando métodos poco ortodoxos. En este Nueva York, fascinante pero despiadado, tenemos nuestro punto de partida.

Chantaje en Broadway
Foto de Twentieth Century Fox

Un mundo sórdido

En Chantaje en Broadway no hay armas de fuego, rudos detectives o tramas policíacas. Y sin embargo comparte muchos aspectos con el cine negro. Uno de los más importantes es la fotografía. En algunos interiores abundan las sombras expresionistas, las figuras silueteadas y un ambiente asfixiante. En los exteriores los ambientes son lúgubres, amenazantes, dignos de una ciudad peligrosa y agobiante. O lo que es lo mismo, formalmente está bastante emparentada con el noir.

Otro elemento de cine negro que se repite en Chantaje en Broadway es la enorme cantidad de cinismo que destila. No hay héroes en esta historia, y los que están cerca de serlo sufren invariablemente. J.J Hunsecker, y los columnistas en general, se nos dibujan como un gremio arrogante y maledicente que aprovecha su poder para hundir vidas, destrozar carreras y difamar en general. Por lo tanto los plumillas periodísticos son pintados recurriendo a su faceta destructiva y sensacionalista.

Sidney, por su parte, es un arribista de escasos escrúpulos capaz de las mayores vilezas para medrar. Ya sea utilizando a amigos o a amantes. Estos dos tipos  serán capaces de urdir las trampas más sibilinas y complejas a su favor. Dignas de la más brillante mente criminal. Chantaje en Broadway no se corta a la hora de hacer que la corrupción aflore.

Chantaje en Broadway
Foto de Twentieth Century Fox

Un actor frente a otro

Chantaje en Broadway tiene dos importantes bastiones en su afilado guion y en el impresionante duelo actoral entre Burt Lancaster y Tony Curtis. El primero, ya hemos dicho, da vida a J.J Hunsecker. De él un personaje cuenta "todo lo que dice usted suena a amenaza" Y esto es una definición perfecta. Burt Lancaster, que peleó mucho para conseguir el papel, realizó una interpretación muy alejada de lo que en él solía ser usual. Su mirada fría, su imponente presencia y su afiladísima lengua componen a un personaje poderoso y temible.

Tony Curtis da vida a un personaje canallesco y amoral que se sirve de sus dobleces para engatusar, engañar, o simple y puramente humillar. Otro signo de bajeza moral es cómo transmite su enfadada frustración a los que él considera sus inferiores. Véase para ello su relación con su secretaria o su amante, cigarrera en un club nocturno. Sin embargo Sidney no tiene problemas en humillarse ante J.J y sus crueles designios. Es decir, en Chantaje en Broadway hay una jerarquía de sumisión y humillación. La actuación de Tony Curtis es compleja, tiene un perfil más encantador y zalamero que ha de mezclarse con una notable frialdad calculadora.

Sweet Smell of Success
Foto de Twentieth Century Fox

Una producción sin suerte

Chantaje en Broadway no tuvo demasiada suerte comercial. De hecho, desde los primeros pases se vio que la respuesta del público no era la esperada. Una de las causas que se adujeron fue que el público no estaba acostumbrado a que Burt Lancaster y Tony Curtis encarnaran a papeles tan mezquinos. Sin embargo la crítica fue, en general, benévola. No obstante, fue una película que fue ganado su merecido crédito con las reivindicaciomes de grandes cineastas como Martin Scorsese, Paul Thomas Anderson o los Hermanos Coen.

El británico Alexander Mackendrick venía de trabajar para los Estudios Ealing, donde dirigió una obra básica del humor negro como El quinteto de la muerte (1955). Su labor en Chantaje en Broadway fue más que notable, dotando de una inquietante naturalidad a Nueva York con su puesta en escena. Lástima que la fortuna comercial le fuese esquiva en este proyecto. También destacar la labor de los guionistas Ernest Lehman y Clifford Odets, ingeniosos y mordaces.

La estupenda banda sonora se beneficia de las excelentes dotes del compositor Elmer Bernstein y de la participación, incluso como personaje, del batería de jazz Chico Hamilton (luego autor de la bso de Repulsión -1965- de Roman Polanski). Todo suena elegante y coherente con el conseguido ambiente neoyorquino.

Sweet Smell of Success
Foto de Twentieth Century Fox

Conclusión de 'Chantaje en Broadway'

Chantaje en Broadway pasa por ser una de las más destacadas y despiadadas aproximaciones al mundo del periodismo. Las actuaciones de Burt Lancaster y Tony Curtis son particularmente brillantes y están puestas al servicio de un brillantísimo guion repleto de vitriolo y mala uva. El resultado final es una joya que ha ido ganando reconocimiento con el paso del tiempo.

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2 COMENTARIOS

    • Buena y precisa puntualización.
      De todos modos, siendo Mackendrick hijo de inmigrantes escoceses, que volvió a Escocia a los siete años, que buena parte de su fama se debe a los británicos estudios Ealing (con títulos como El Quinteto de la Muerte), y que la mayoría de sus películas son de esa nacionalidad, al menos un poco de británico sí que tiene.
      Gracias por la precisión y un saludo.

      Mariano

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