La historia amoral de un verano. Así definía la directora francesa Rebecca Zlotowski su último filme, Una chica fácil (Une fille facile), ganadora del premio SACD en la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes del 2019. Se estrena en España el 13 de agosto en Netflix.
Crítica de 'Una chica fácil'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Una chica fácil
Título original: Une fille facile
Reparto:
Mina Farid (Naïma)
Zahia Dehar (Sofia)
Benoît Magimel (Philippe)
Clotilde Courau (Calypso)
Nuno Lopes (Andres)
Lise Lomi (Amigo de Naïma)
Año: 2019
Duración: 92 min.
País: Francia
Director: Rebecca Zlotowski
Guion: Zahia Dehar, Teddy Lussi-Modeste, Rebecca Zlotowski
Fotografía: Georges Lechaptois
Música: ----
Género: Drama
Distribuidor: Netflix
Tráiler de 'Una chica fácil' en VO con subtítulos en inglés
Sinopsis
Naima tiene 16 años y vive en Cannes. Mientras se da a sí misma el verano como plazo para elegir lo que quiere hacer con su vida, su prima Sofia, de 22 años y con un estilo de vida tan desenfadado como atrayente, viene a pasar las vacaciones con ella. Juntas vivirán un verano inolvidable.
Dónde se puede ver la película
La incertidumbre
Retomando la historia juvenil de su primer largometraje, La belle épine (2010) con Lea Seydoux, Zlotowski se inspira en sus cineastas de referencia para contar un período crucial de nuestra vida, la edad de tomar decisiones importantes y, en algunos casos, de tomar decisiones equivocadas; la postadolescencia. Una chica fácil rompe con el cliché que venimos arrastrando desde hace tiempo de una supuesta rivalidad femenina y, además, se enfrenta contra la lucha de clases a través de la relación que se establece entre dos primas, Naïma y Sofía.
Naïma, una joven que vive en Cannes, es sorprendida por la llegada de su prima, que vive en París y es unos años mayor que ella. Sofía es audaz y un alma libre, ama y desea el lujo, entregándose sin escrúpulos para obtener lo que quiere y, al mismo tiempo, riéndose de la superficialidad que se le atribuye al hablar con entusiasmo sobre Marguerite Duras, por ejemplo.
Un cine referencial, argumental y estéticamente
Hay una serie de películas que parecen ser el punto de partida de Zlotowski: La coleccionista de Eric Rohmer, La chica con la maleta de Valerio Zurlini o Seducida y abandonada de Pietro Germi. Aquí no hay dominación ni explotación como en el filme de Rohmer, aunque sí conoceremos a un coleccionista, un traficante brasileño de obras de arte que vive amparado en el lujo y que se autodenomina anarquista.
Zlotowski es una directora enamorada del gesto estético: la iluminación perfecta, la música adecuada para cada situación y una delicadeza fascinante al recorrer las playas de la costa azul; erotismo veraniego sin caer en la vulgaridad en ningún momento.
Sin embargo, a Zlotowski le sucede algo similar que en su anterior largometraje, Planetarium. La trama principal termina perdiéndose, o reduciéndose, a algo secundario. La directora parece no gestionar bien las ambiciones que posee la película, no estando, tal vez, en grado de profundizar realmente en lo importante. La lucha de clases es una de los temas más relevantes, visto que Naïma es proletaria pero se pasa el verano con su prima en yates de lujo, mas termina olvidando esto y sumergiéndose en una serie infinita de clichés, morales y dialécticos.
Conclusiones de 'Una chica fácil'
Una película delicada, alegre y soleada, que reúne en varios episodios el paso de las vacaciones de dos jóvenes en edad de experimentar, de decidir y, por qué no, de contradecirse y equivocarse continuamente.
Una chica fácil desea librarse de los prejuicios y perseguir una comprensión más sutil del mundo en la redefinición de la propia identidad. El argumento, que acaricia la profundidad de la vida, es tomado a la ligera, porque es verano, y en verano tomas el sol y te relajas sin pensar en el mañana. Y, tal vez ahí radique el error, en no convertir la mirada sobre la moralidad en una mirada moral.
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