La ciudad oculta es un documental de corte experimental dirigido por el español Víctor Moreno (Edificio España, Holidays) que también escribe el guion junto a Rodrigo Rodríguez y Nayra Sanz Fuentes. Nos propone un viaje sensorial al subsuelo de Madrid.
Obtuvo el Premio Feroz de la crítica como Mejor Documental. Tuvo un estreno muy limitado en salas de cine en España, donde la vieron poco más de 1.000 personas, pero ahora puede ver a través de Filmin desde el día 17 de abril de 2.020.
Crítica de La ciudad oculta
Resumen
Ficha Técnica
Título: La ciudad oculta
Título original: The Hidden City
Reparto: ----
Año: 2018
Duración: 80 min.
País: España
Director: Víctor Moreno
Guion: Víctor Moreno
Fotografía: Jose Alayon
Música: Juan Carlos Blancas
Género: Documental
Distribuidor: Márgenes Distribución
Tráiler de La ciudad oculta
Sinopsis
El sueño de la técnica, desplegado hacia la exploración del espacio sideral, ha motivado también un movimiento inverso: la apertura de un mundo subterráneo. Bajo la ciudad moderna se extiende un vasto entramado de galerías, túneles, tuberías, alcantarillas, redes de transportes, estaciones subterráneas... Una inmensa telaraña sobre la que se asienta, y de la que depende, la ciudad visible; un espacio funcional e imprescindible, pero también un ámbito simbólico, una esfera oculta: el inconsciente de la ciudad. (El Viaje Films)
Premios
- Premios Feroz: Mejor documental. 2019
- Festival de Sevilla: Mejor fotografía. 2018
Dónde se puede ver el documental
Un cineasta unido a la polémica de Edificio España
Víctor Moreno, director de La ciudad oculta, es un cineasta tinerfeño que ha enfocado su carrera hacia el documental, pero con un sello propio que le acerca más al cine experimental. Su nombre saltó a todos los medios de comunicación con una obra anterior, Edificio España (2012). En ese documental, mostraba el desmantelamiento del interior del mítico rascacielos madrileño, convirtiéndose en un reflejo involuntario y crítico sobre la crisis del ladrillo.
Tanto fue así, que el gabinete jurídico de la entidad financiera Banco Santander, propietaria del edificio, intentó prohibir su proyección pública por todos los medios. Se inició un litigio legal que duró más de 15 meses donde la película permaneció "secuestrada". Finalmente, se impuso la lógica y Edificio España pudo proyectarse, siendo nominada a los Goya en una edición donde el premio fue a parar al documental Paco de Lucía: La búsqueda (Curro Sánchez Varela, 2014).
El paisaje subterráneo de Madrid
En La ciudad oculta, el realizador Víctor Moreno vuelve a mostrar una Madrid desconocida que discurre en paralelo con la vida de la gran urbe. La película se paseó con éxito por multitud de Festivales de todo el mundo como Sevilla, San Sebastián, Karlovy Vary, Melbourne, Hong Kong, Seúl, Zurich, Thessaloniki, San Francisco o Nueva York, obteniendo el reconocimiento con el Premio Feroz de la Crítica.
La ciudad oculta nos plantea un viaje asombroso y simbólico por el subsuelo madrileño. Un laberinto de túneles, tuberías, alcantarillas y vías de metro, que conforman un paisaje alucinógeno con vida propia que parece moverse con sus propios códigos, al margen de la vida que hay en la superficie. Se siente como si en cualquier momento fueran a aparecer los Morlock que creó H.G. Wells para su novela La Máquina del Tiempo. Pero no, aquí solo hay trabajadores normales que se dedican al mantenimiento y al funcionamiento de esas galerías subterráneas.
Apelando al imaginario colectivo de la ciencia-ficción
La ciudad oculta no es un documental al uso. Es una experiencia sensorial completa con imágenes hipnóticas y un tratamiento del sonido espectacular que te transporta a otra dimensión. Ya desde el inicio, encontraremos una especie de cielo estrellado en los reflejos de luz sobre la pared de un túnel. Con ayuda de una banda sonora que principalmente utiliza temas de Juan Carlos Blancas y del alemán Asmus Tietchens, las imágenes nos trasladan a un universo paralelo y onírico extraído directamente de nuestro imaginario cinematográfico unido a la ciencia-ficción.
Los trabajadores de los túneles, enfundados en trajes especiales y con respiradores de oxígeno para evitar los gases tóxicos, nos recordarán a exploradores del espacio en un planeta lejano. En la película no hay diálogos, tan solo se escuchan de fondo algunas comunicaciones por radio que parecen interlocuciones entre la NASA y sus exploradores espaciales.
La atmósfera y la ambientación de La ciudad oculta podrían pertenecer perfectamente a una secuencia de Alien: el octavo pasajero (Ridley Scott, 1979). Sin embargo, al final de las tuberías no encontraremos a ningún xenomorfo alienígena, si no cucarachas, ratas y algún gato perdido. OtrOs momentos nos remitirán al universo de David Lynch, con la aparición inesperada en ese mundo subterráneo de una lechuza. O rememoraremos alguna de las adaptaciones de La Niebla de Stephen King cuando los trabajadores queden rodeados por el humo. Pero el documental no es ficción y retrata la vida cotidiana de unos trabajadores.
El contraste entre el mundo exterior y el subterráneo
A medida que La ciudad oculta avanza, la narración abandona ligeramente la abstracción y se muestra más descriptiva. Vemos algunos rostros de los trabajadores y, poco a poco, nos lleva hacia la superficie. Gente corriente viajando en el interior de los metros. Coches atravesando túneles. Un vagabundo durmiendo en soledad. La música diegética y las melodías del microcosmos subterráneo se convierten entonces en los ruidos de la naturaleza urbana, con sirenas, móviles y sonidos electrónicos.
Después volveremos a descender para contemplar un mar de aguas residuales. Un lugar donde empezará a crecer otra vida nueva y microscópica que también se desarrollará paralelamente a la nuestra, pero esa sería otra película. Además de la música, hay que destacar el impresionante trabajo fotográfico de Jose Alayon (Blanco en blanco, Entre perro y lobo).
Conclusión de 'La Ciudad Oculta'
La ciudad oculta es un documental experimental dirigido por Víctor Moreno (Edificio España, Holidays). Nos propone un viaje sensorial al subsuelo de Madrid, donde los túneles, tuberías y alcantarillas conforman un paisaje abstracto que parece extraído de una película de ciencia-ficción. Estamos en las tripas de la ciudad.
Con una narrativa abstracta y subyugante, el documental sumerge al espectador en un estado de ensoñación constante, donde su imaginario cinematográfico servirá para dar sentido a unas imágenes de múltiples lecturas. Recomendada para un público que busque propuestas de cine al margen, de arte y ensayo o de narrativas de corte experimental.
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