Claro de Luna: La sordera en tres movimientos, es un documental dirigido por la directora norteamericana, Irene Taylor Brodsky. Es un documental que trata la sordera, a partir de tres personajes en concreto: Beethoven, Jonas y los abuelos de este último. Los protagonistas de la cinta, son el hijo y los padres de la directora; ya que a diferencia del resto de la familia, son los únicos que padecen de esta condición auditiva. Es un acercamiento al espectador, de lo que supone vivir con sordera; algo que se explora de manera muy inteligente, a partir de las distintas épocas de los protagonistas. Es un viaje emocional a través de la sordera, con la música como único remo.
Claro de Luna: La sordera en tres movimientos está protagonizado por el hijo de la directora llamado Jonas, los padres de ella y la figura omnipresente de Ludwig Van Beethoven, en forma de animación. El documental ha sido nominado para los Emmys de este año, y estuvo presente en la sección oficial de documentales, del festival de Sundance de 2019. Esta producido por HBO y está disponible en su plataforma de streaming.
Crítica de Claro de Luna: La sordera en tres movimientos
Título: Claro de Luna: La sordera en tres movimientos
Título original: Moonlight Sonata: Deafness in Three Movements
Reparto:
Año: 2019
Duración: 90 min.
País: Estados Unidos
Director: Irene Taylor Brodsky
Guion: Irene Taylor Brodsky
Fotografía: Irene Taylor Brodsky, Nick Midwig
Música: Dylan Stark, Ben Johnson
Género: Documental
Distribuidor: HBO España
Tráiler de Claro de Luna: La sordera en tres movimientos
Sinopsis
El hijo de Brodsky, Jonas, empezó a perder su capacidad auditiva cuando aún era un bebé, por lo que sus padres decidieron someterle a un implante coclear. Ahora que ha cumplido 11 años, Jonas demuestra una adaptación perfecta al mundo que le rodea, como bien demuestra el hecho de estar aprendiendo a tocar con el piano "Moonlight Sonata" compuesta originalmente por Beethoven, que a su vez también tuvo que luchar con la pérdida casi total de audición.
A diferencia de Jonas, sus abuelos también padecen de sordera crónica, salvo que en su tiempo la tecnología no les permitió sortear esta enfermedad. Para ellos, el único mundo que existe es el del silencio absoluto. Mientras que Jonas reflexiona sobre lo que representa para él el silencio, sus abuelos se embarcan ahora en un nuevo e ilusionante proceso con el que esperan poder disfrutar de los sonidos que produce el mundo gracias a un transplante.
Premios
- Festival de Sundance: Sección oficial documentales a concurso. 2019
Donde se puede ver la película
Primer Movimiento
Claro de Luna: La sordera en tres movimientos, está construido como si de una pieza de música clásica se tratase. Todo comienza y gira alrededor de la figura del personaje histórico más celebre, que padecía de sordera. Aunque la cinta sea un retrato familiar de la directora, llevado a cabo mediante un archivo fotográfico fascinante, Beethoven tiene una importancia crucial en esta historia; en especial su famosa pieza “Claro de Luna”.
Beethoven compuso esta obra maestra, cuando estaba comenzando a quedarse sordo. Como se dice durante el documental, Beethoven plasmó su depresión y frustraciones en esta melancólica pieza clásica. A principios del siglo diecinueve, no había ningún medio efectivo para lidiar con la sordera; algo que desespero a Beethoven hasta el final de su vida, ya que intentó por todos los medios posibles, no quedarse completamente sordo.
La historia de uno de los músicos más importantes de la historia, sirve como inspiración y ejemplo de cómo afrontó su sordera, sin ningún tipo de solución a su disposición. La animación que se usa en el documental para representar a Beethoven es simplemente hermosa; siendo triste y melancólica por un lado y vivaz y alegre por otro. Nuestro joven protagonista Jonas, aprende valiosas lecciones mediante la vida de Beethoven, sobre todo en el aspecto emocional y anímico. Está claro que Beethoven estaba totalmente hundido cuando compuso esa pieza, pero hay un punto al final de su vida, donde él supo aceptar su sordera y usarla para su propio beneficio. Se dice que Beethoven llegó a un punto, en el que simplemente viendo una partitura, era capaz de oír la melodía de dicha pieza; un hecho que experimenta de una manera parecida Jonas.
Segundo movimiento
Como se ha mencionado anteriormente, los padres de la directora y abuelos del joven protagonista, también tienen un protagonismo en la historia, que es fundamental. Ellos representan una generación en concreto, aquella que vino después de la segunda guerra mundial (popularmente conocida como la del “Baby Boom”). Una generación, que tuvo que trabajar duro para sacar adelante sus vidas y las de sus seres queridos.
Al no tener nada y haber tenido que ganárselo a pulso, los padres de la protagonista decidieron darle a sus hijos, todo de lo que ellos carecieron en su día. No solo en el aspecto material, sino que también en lo que respecta a los placeres más elementales de la vida. Ellos tenían dificultades para poder ir al cine o disfrutar de un vinilo en su sala de estar; sin embargo, se esforzaron en enseñar y hacer que sus hijos se apasionaran, por algo que ellos mismos desconocían. La directora por ejemplo, desarrolló su amor por la cinematografía, a causa de que su padre le regaló una cámara siendo ella pequeña. Lo mismo con la música, la abuela de la directora era una pianista profesional, por lo que sus padres intentaron que ella y sus hermanos, cultivaran ese amor por la música que venía dado por parte de su abuela.
En lo que respecta a su sordera, ellos tampoco disponían de medios avanzados para poder frenarla. El documental no solo muestra los pocos medios que disponían y las dificultades cotidianas que padecieron, también como tuvieron que lidiar con el estigma de ser sordos. El hecho de ser sordo, suponía que el mundo que te rodeaba, y va a juzgarte hasta el resto de tus días, por el simple hecho de ser sordo.
Tercer movimiento
Por último, pero no menos importante, tenemos la historia de Jonas. Jonas es el gran protagonista de esta historia y el que de algún modo sirve como epilogo generacional, de las tres historias. Como ya se ha dicho anteriormente, Jonas es el hijo mayor de la directora de este documental; el único de todos los hermanos, en heredar la sordera de sus abuelos. Gracias al archivo familiar de su madre, somos partícipes de las distintas etapas vitales de Jonas.
A diferencia del resto de protagonistas, Jonas tiene a su favor su juventud y el haber nacido en el siglo veintiuno. Gracias a un implante coclear, es capaz de recuperar su audición y de poder tener una vida meramente normal. Sus abuelos también disfrutan de dicha tecnología, pero el hecho de estar más acostumbrados al silencio que al ruido, les resulta mucho más difícil comunicarse.
Jonas encuentra su propia voz, gracias a sus abuelos y la música. Cuando empezó a tocar el piano, se llegó a obsesionar con una pieza en particular, obviamente era el “Claro de Luna” de Beethoven. En gran parte de la cinta, vemos como este muchacho no solo consigue tocar la partitura de esta pieza, sino que aprende una valiosa lección de vida, gracias a ella. Empieza a ver, que el hecho de ser sordo no es un error o una desgracia, sino que puede utilizarlo como un “superpoder”. En definitiva, Jonas es el resultado de todo lo obtenido por sus predecesores. Jonas ha tenido la suerte de la que sus abuelos o el propio Beethoven, carecieron en sus respectivas épocas; por lo que el mensaje final no es de lamentación, sino de alegría y esperanza.
Conclusión de 'Claro de Luna: La sordera en tres movimientos'
Claro de Luna: La sordera en tres movimientos, es un documental tremendamente interesante y emotivo, que hará comprender un poco mejor al espectador, lo que supone ser sordo. Más allá de la sordera, este documental habla sobre la vida y cómo afrontar nuestras propias batallas personales. En el aspecto técnico, cuenta con una edición y fotografía muy cuidada. Por otro lado, tiene una animación sorprendentemente bella, que sabe estar en total sintonía con la música del genio alemán.
Es una joya que dispone HBO en su catálogo, que nadie puede perderse. Veremos si este documental, es capaz de llevarse el galardón a mejor documental, en la próxima ceremonia de los Emmys.
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