Por todos es sabido que a Oliver Stone le gusta darle cera a su país, y más en cuanto a guerras se refiere. En esta ocasión con Nacido el 4 de Julio, el polémico director, se sirve de la historia real de Ron Kovic: un ex marine de los EE.UU. que tras combatir en Vietnam y quedándose en silla de ruedas a la edad de 22 años, se convirtió en uno de los activistas por la paz más beligerante de la historia de Norte América.
Tom Cruise, en uno de los mejores papeles de su carrera, protagoniza este estremecedor biopic ganador de dos Oscars, que consigue hacer tambalear los más fuertes ideales americanos.
Crítica de Nacido el 4 de julio
Resumen
- 1 Crítica de Nacido el 4 de julio
- 1.1 Ficha Técnica
- 1.2 Tráiler de Nacido el cuatro de julio
- 1.3 Sinopsis
- 1.4 Premios
- 1.5 Dónde se puede ver la película
- 1.6 La interpretación de Tom Cruise
- 1.7 Uno de sus mejores trabajos
- 1.8 La película de Vietnam necesaria para los millenials
- 1.9 Una historia para reflexionar
- 1.10 Conclusión de Nacido el 4 de julio
Ficha Técnica
Título: Nacido el cuatro de julio
Título original: Born on the Fourth of July
Reparto:
Tom Cruise (Ron Kovic)
Raymond J. Barry (M. Kovic)
Caroline Kava (Mme. Kovic)
Josh Evans (Tommy Kovic)
Bryan Larkin (Ron Jeune)
Willem Dafoe (Charlie)
Año: 1990
Duración: 145 min.
País: EE.UU
Director: Oliver Stone
Guion: Oliver Stone, Ron Kovic
Fotografía: Robert Richardson
Música: John Williams
Género: Drama. Bélica
Distribuidor: Universal Pictures Internacional Spain
Tráiler de Nacido el cuatro de julio
Sinopsis
Inspirada en la autobiografía de Ron Kovic. Segunda parte de la trilogía sobre Vietnam: muestra la historia de un joven que se alista como voluntario para ir a la guerra, convencido de que defender a su país es la mejor manera de demostrarle su amor. Pero sus convicciones cambiarán radicalmente cuando regrese como veterano de guerra, postrado en una silla de ruedas y atendido en un cochambroso hospital.
Premios
- 1989 : 2 Óscars: Mejor director, montaje. 8 nominaciones
- 1989: Globos de Oro: Mejor película Drama, actor, director y guion. 5 nominaciones
- 1989: Círculo de Críticos de Nueva York: Nominada a mejor película y actor (Cruise)
- 1989: Asociación de Críticos de Chicago: Mejor actor (Tom Cruise)
- 1990: Festival de Berlín: Sección oficial de largometrajes
- 1990 : 2 Nominaciones BAFTA: Mejor actor (Cruise) y guion original
Dónde se puede ver la película
La interpretación de Tom Cruise
¡Ay¡ Tom Cruise… nuestro querido, amado, pero jamás olvidado cienciólogo no suele dejar indiferente con sus papeles. Y con Nacido el 4 de julio no podemos hacer más que quitarnos el sombrero, ya que el filme le debe su marca en nuestra memoria al actor protagonista. Y es que la interpretación de nuestro controvertido Tom se agarra a nuestro lóbulo temporal como una grapa. Creo que Tom Cruise le debe su desbordante talento a que está un poco como un cencerro. Porque debe de ser tarea difícil pasar por el arco de transformación de Ron Kovic sin estar algo tocado.
Cruise se ha coronado durante años con sus siguientes interpretaciones (no quiero hablar de La Momia), pero tenéis que concederme que en ninguna te lleva tanto hasta lo más bajo de la condición humana como en Nacido el 4 de julio. Y es que hay que ser muy bueno para que se nos olvide que detrás de esa alma en pena se esconde Tom Cruise.
A día de hoy, nos choca ver a un actor del cual conocemos tanto de su vida y costumbres desempeñar un papel como este. Pero transportémonos a 1989 y veamos la trayectoria del joven Cruise cuando rodó este magnífico film: ya era de sobra conocido por grandes como Risky Bussines, El color del dinero, Top Gun… siempre el joven rebelde, el héroe. A veces la caga un poco pero es el bueno. Imaginad haber visto siempre a Tom Cruise en lo que solía hacer y de repente hace esto. ¿Quién mejor que el idealista Maverick para este papel? El niño guapo y triunfador postrado en una silla de ruedas. Se nos cae el alma a los pies.
Uno de sus mejores trabajos
La interpretación de Cruise es como una bofetada que te despierta de un tranquilo sueño a las 6 de la mañana: de la ingenuidad, la felicidad, el soñar con el futuro, los nervios, las mariposas en el estómago, papá, mamá… a la desesperación hecha hombre: el miedo, la agonía, el arrepentimiento, el por qué yo, el pánico, un nudo en la garganta... ansiedad de saber que no tiene arreglo, que estás cayendo como Alicia por la madriguera pero que nunca volverás a apoyarte en el árbol. Dos horas de agonía que te harán querer tener una máquina del tiempo para que Ron nunca hubiera salido de Massapequa. Si hay alguien en la sala que después de ver Nacido el 4 de julio tenga algo que rebatir sobre la maestría de Cruise, que por favor cierre la puerta al salir, gracias.
La película de Vietnam necesaria para los millenials
¿Y qué tendrá que ver una película de Oliver Stone de los años 80 sobre la guerra de Vietnam con los millennials? Os preguntaréis.
Pues que esta película, si miramos bien de cerca, va de todo menos de la Guerra de Vietnam. A ver, sí. Claro que va sobre la Guerra de Vietnam. Pero esta guerra no es más que el simple tajo que sesga en dos la vida de alguien, la de un chico normal que podría haber sido cualquiera de nosotros.
Se dicen muchas cosas de los millennials, (ese llamado resurgimiento de la generación yuppie de los años 90 que vive a base de Instagram y canciones de Bad Bunny) pero al fin y al cabo ser joven supone la misma presión por triunfar en la vida ahora, que cuando estalló dicha guerra hace 60 años.
Una historia que podemos extrapolar fácilmente a nuestra era, en la que la presión por destacar en más grande que nunca. Un tema que ya vimos en películas como El Graduado: salir del instituto sin rumbo alguno y meterte en el primer jardín que encuentras. Aunque en este caso, habríamos dado lo que fuera porque Ron se hubiera liado con una madurita en vez de alistarse en los marines. (Y más tratándose de un caso real)
Una historia para reflexionar
Stone, utiliza en definitiva, la Guerra de Vietnam como una mera excusa, un Mcguffin; está por supuesto basada en las memorias Ron Kovic, sobre cómo se convirtió en activista por la paz tras quedar en silla de ruedas, pero si analizamos con más detalle la historia, vemos la trama principal de Ron, que cambia de soldado cuadriculado a activista de la paz, pero lo esencial de la historia, es mostrar la vulnerabilidad de una generación joven a la que se le ha exigido más méritos que a ninguna otra hasta la fecha. Además, en el caso de Ron, es todavía más devastador para el espectador cuando descubrimos que no le queda más esperanza en la vida que la de luchar contra el propio sueño que le prometieron.
Y es que a nuestra manera, todos podríamos caer en una mentira como la que tejió el gobierno americano con la Guerra de Vietnam, y es ahí donde esta historia se convierte en tan necesaria para nuestra generación, ya que puede que no tengamos que ir a la guerra para convertirnos en héroes pero de una forma u otra, todos nos hemos sentido como el joven Ron Kovic cuando salió de Massapequa.
Oliver Stone, como siempre, nos hace a pensar dos veces antes de tirarnos a la piscina. Una película que nos invita a preguntar, a escuchar, a prestar atención, a no seguir ciegamente un ideal; nos invita a vivir ahora que podemos: a aprovechar el momento, a disfrutar de las pequeñas cosas, a ir a esa fiesta, a conocernos, nos remueve el “¡Carpe Diem!” Que nos susurraba al oído Robin Williams, y nos recuerda que no tenemos que ser héroes: solamente ser jóvenes.
Conclusión de Nacido el 4 de julio
Nacido el 4 de julio es un imprescindible biopic que presenta uno de los mayores ejercicios de desprogramación de la propaganda política norteamericana que ha dado el cine.
No olvidemos que en el camino de la redención de Ron Kovic también encontramos el refrán “no hay mal que por bien no venga”, ya que al fin y al cabo, gracias a la terrible historia de Nacido el 4 de julio, hemos sido unos cuantos, los que hemos abierto un poco más los ojos.
Oliver Stone nos enseña las sobras, los platos sucios y restos de basura que tocó limpiar al día siguiente de la fiesta de Vietnam.
La historia de a los que les tocó vivir.