El pasado 24 de mayo se estrenó Cucaracha con paisaje de fondo, de Javier Ballesteros, en el Teatro Quique San Francisco. La obra se ha convertido en uno de los títulos mejor valorados de esta temporada 2022-2023, donde se alzó con dos Premios Max en la edición de 2023. Además, agotó entradas en su paso por el Teatro Español. Finalmente, cierra temporada este 11 de junio en el Teatro Quique San Francisco de Madrid.



Reestreno de Cucaracha con paisaje de fondo

Crítica de 'Cucaracha con paisaje de fondo'

Ficha Técnica

Título: Cucaracha con paisaje de fondo
Título original: Cucaracha con paisaje de fondo

Reparto:
Laura Barceló
Pablo Chaves
Javier Ballesteros
Eva Chocrón
Virginia de la Cruz
Matilde Gimeno
María Jáimez
June Velayos

Duración: 80 min. apróx.
Dirección: Javier Ballesteros
Dramaturgia: Javier Ballesteros
Ayudante de dirección: Víctor Nacarino
Escenografía y vestuario:
Pablo Chaves
Música:
Isabel Arranz
Coor. producción:
Raúl de la Torre
Iluminación:
Juan Seade
Cartelería:
Alejandra Sánchez-Mateos
Producción: Mujer en Obras

Entrevista a Javier Ballesteros por 'Cucaracha con paisaje de fondo'

Tráiler de 'Cucaracha con paisaje de fondo'

Sinopsis de 'Cucaracha con paisaje de fondo'

Cucaracha con paisaje de fondo retrata la vida en un balneario perdido adonde van a tomar las aguas las mujeres que no pueden tener hijos. Un lugar de mala muerte donde residen enfermeras y pacientes, mujeres suspendidas en un tiempo de espera infinito cuya integridad se verá en peligro con la llegada de una visita indeseable.

El deseo de ser madre, la continuación de la especie y la extinción del ser humano como máxima conclusión del ecologismo en la Tierra. Estos son algunos de los temas sobre los que la compañía MUJER EN OBRAS centra su investigación en esta obra original que combina verso y prosa. Guiados por un coro similar al de los clásicos griegos, los personajes se servirán de esta convención dialéctica para llevar a cabo sus enredos y jugar entre la tragedia, la poesía y la comedia del absurdo. (TEATRO QUIQUE SAN FRANCISCO). 



Foto de Laura de la Isla

La maternidad, ¿a qué precio?

El deseo de la maternidad es uno de los temas más sensibles que afectan directamente al género femenino, dado el bagaje histórico que hay tras de él. Javier Ballesteros lo utiliza como vehículo para hablar sobre otras temáticas, como la vida, la muerte, la búsqueda de seguir existiendo, en Cucaracha con paisaje de fondo. Esta obra hilvana un relato que combina un humor más ácido con el propio drama de la situación. Por tanto, explora personajes realmente rocambolesco, que dentro de esa locura, exponen problemáticas de una gran complejidad. Con lo cual, el texto goza de auténtica originalidad, llamando la atención de los espectadores que se adentran en esta perpleja casa de baños. La simbología que se halla a lo largo de la pieza, muestra inteligencia y una eficacia sobre lo que desea construir sobre el escenario.

El texto utiliza un lenguaje en verso en varias ocasiones, pero no busca rehuir de ello, sino que mismamente lo menciona explícitamente en la obra. Este juego lingüístico es un acierto, aunque haya alguna vez en la que pudiera sonar algo reiterativo. Aun así, se valora la musicalidad de las construcciones, así como una rima bien confeccionada. Por otra parte, la construcción de los personajes es óptima, estableciendo de una forma clara cual es la intención de cada arquetipo sobre las tablas. Así, saca partido a cada una de las piezas del ajedrez, en especial, las de la Muerte y la Vida, que se contraponen de una forma salvaje y fluida, formando una sinergia sólida. No se puede negar el talento de Ballesteros, quien tiene un respeto máxime por la palabra y así lo demuestra.

Teatro Quique San Francisco
Foto de Laura de la Isla

La acidez

Varias componentes de la compañía Mujer en obras se suben sobre las tablas para dar vida a Cucaracha con paisaje de fondo. Las seis actrices y el actor se encuentran absolutamente cómodas sobre las tablas. En primer lugar, María Jáimez es carácter, es un torbellino pausado, una cadencia en su forma de expresarse que engancha. Por ello, se convierte en una de las interpretaciones más destacadas, en especial, por su buen uso de la comedia sin forzarla. Únicamente, en algún momento, su dicción puede dar una sensación de texto leído. Después, June Velayos es la contraposición perfecta, explotando su personaje al máximo y otorgándole ese carácter redicho que le exige. Está maravillosa. Laura Barceló también hace de lo cercano su principal arma, que combinado con su compromiso (muleta incluida) es un trabajo impoluto. No sólo se ve su buen hacer con la comedia, sino también con su expresividad, sobre todo con la facial.

Después, Virginia de la Cruz tiene una personalidad arrolladora, que combinado con ese toque excéntrico pero orgánico, capta la atención de los asistentes y los encandila durante toda la pieza. No se puede negar que tiene una chispa especial. Luego, Matilde Gimeno esparce un trabajo dramático muy bien compuesto, donde comprende su papel en la escena y lo lleva a cabo en su totalidad. Además, da cuerpo a cada uno de sus personajes, para evitar que puedan parecer el mismo. Por su parte, Eva Chocrón transmite esa ingenuidad y una rareza totalmente verosímil, una ternura oscura, que comienza como un chascarillo para luego robarse varias escenas. Por último, Javier Ballesteros otorga a su doctor ese carácter de pura contradicción, que le permite jugar y dejarse llevar en todo momento. Su concentración y rigor llegan al patio de butacas.

Teatro Quique San Francisco
Foto de Laura de la Isla

El balneario

Pablo Chaves podría convertirse en uno de los mejores escenógrafos del panorama teatral actual, dado que sus diseños cautivan a la audiencia desde el primer contacto con la obra. En Cucaracha con paisaje de fondo ha confeccionado un balneario, donde una pequeña piscina culmina un diseño muy atractivo. Asimismo, se junta con los grandes telares que adornan la escena, realizando un diseño en el que confluyen varios elementos de una manera orgánica y cohesionada. El espectador entra rápidamente, siendo el apartado estético uno de sus fuertes. Después, el movimiento y la acción se realizan de una manera elegante, como esa introducción, con las toallas, sugerente, eficaz. Hay mucho cuidado en cualquier pequeño detalle, no se deja nada al azar, siendo un planteamiento que ata todos los elementos que forman parte de la propuesta.

La música inicia con una creación interesante, que encaja perfectamente con la identidad de la pieza. No obstante, al no presentarse grandes variaciones, en algún momento, puede recibirse como algo reiterativa. A pesar de ello, no implica que afecta negativamente en demasía. Después, el ritmo de la pieza mantiene una estrategia que no busca un dinamismo exacerbado, sino que se toma el tiempo que necesita. No se hace nada lenta, al contrario, equilibra con momentos de emoción, dándole también el contrapunto de la comedia, haciendo así de la experiencia algo completo. Así, se aplaude la dirección de Javier Ballesteros, quien ha sabido confeccionar una propuesta donde las piezas encajan a la perfección y forman un amalgama lleno de coherencia y gusto.

Cucaracha con paisaje de fondo
Foto de Laura de la Isla

Conclusión

Cucaracha con paisaje de fondo es una rara avis, que logra no sólo originalidad sino mediante el humor abordar temas de gran profundidad. Gracias a ello, se ve una dramaturgia inteligente, llena de matices y un texto muy cuidado, con un homenaje a la palabra implícito. También se aplaude un reparto estupendo, entregado, cohesionado, son maravillosas. Por otra parte, la propuesta escénica logra un amalgama bien cohesionado, en el que destaca una escenografía estéticamente impoluta. El deseo de la maternidad abre una caja de Pandora que impresiona a sus espectadores.

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