"La desconocida": Siniestra Alicia

La desconocida nos presenta a Carolina (Laia Manzanares), una joven ingenua y encantadora que conoce a Leo (Manolo Solo) a través de un chat. Él es un hombre adulto que se ha hecho pasar por un chico de 16 años y engañándola, ha conseguido quedar con ella en un apartado parque de la ciudad. Pero a medida que Leo conoce a Carolina empieza a sospechar que quizá ella no es tan inocente e inofensiva como aparenta. (FILMAX).

Donde se puede ver la película

Giro inesperado

Pablo Maqueda, Haizea G. Viana y Paco Bezerra parten en La desconocida de la obra de teatro “Grooming”, del propio Bezerra. Este thriller oscuro plantea una base principal que gira en torno al acoso y abuso sexuales que se infrigen en menores de edad. Sin embargo, la historia va más allá, haciendo alarde del famoso #nospoilers que ha fomentado el propio film, se va a evitar cualquier alusión a ese cambio de narrativa. Un guion efectivo, que hace de la incomodidad su principal arma, dado que en ningún momento desea ser complaciente con el público. Por tanto, hay que aceptar que deja enganchado al espectador, para saber hacia dónde y cuál va a ser el final de este aparente acertijo oscuro.

No es nada fácil lo que realizan a tres manos Maqueda, Viana y Bezerra, ya que inician de un conflicto muy delicado y que juega con los límites de lo que se podría considerar ético. No obstante, en ningún momento sobrepasan esta línea, lo que les permite ir hacia ese relato fatigante, ansioso en algunos momentos, pero con golpes de efecto bien elegidos. Una broma siniestra, que llega a buen puerto en una gran parte de sus intenciones. Únicamente, hay algunas decisiones narrativas que se ven algo forzadas, incluidas para expandir el universo, no quedando del todo fluido. Por ello, puede ser que ciertas escenas, más bien explicaciones, no terminen de arrancar como debieran. En consecuencia, podría darse una sensación más de oportunismo. Aun así, su resultado en conjunto es positivo.

Grooming

A pesar de expandir su universo, en comparación con la obra de teatro, en La desconocida, se sigue viendo un enfrentamiento interpretativo entre sus dos actores principales. En primer lugar, Laia Manzanares está espléndida, ha logrado un trabajo lleno de verosimilitud, pese a las exigencias que le pide. Con lo cual, transmite ese universo oscuro que hay tras de sí, con una naturalidad y verosimilitud que hiela en varios momentos a los espectadores. Una expresividad donde con el pequeño detalle, consigue llegar a los lugares que desea. Además, no juega con dinamismo más activo, sino que tiene que haber una contención en varios momentos, ahí es donde se ve su gran capacidad como actriz. Maravillosa. Un personaje con tantas aristas, que le permiten explorar sus dotes interpretativas por varios lugares.

Por otro lado, Manolo Solo es quien completa este combate actoral. Nuevamente, está extraordinario, desde la primera escena, donde hace al espectador partícipe de sus deseos. En su trabajo ante la cámara se puede ver cómo va generando animadversión en el espectador, lo que indica el excelente resultado que se obtiene de su labor como protagonista. Según avanza el film, se puede ir viendo en su rostro los diferentes estados por los que transita su personaje, siendo muy sutil en varias ocasiones, pero nunca perdiendo esa verdad con la que interpreta. Un reto complicado, que cumple con creces. Después, completa el reparto, en especial, Eva Llorach, la cual regala su naturalidad y cotidianidad en esta historia, como contrapunto con los protagonistas.

La oscuridad

La desconocida no busca aspavientos ni grandes fuegos artificiales, sino que evoca a una construcción artística más sencilla. Por ello, la principal acción ocurre en lo que parece en un parque, convirtiéndose poco a poco en un laberinto oscuro, que pone el peso más que en lo visual, en lo puramente narrativo. Esta decisión tiene dos vertientes claras, da lucidez al guion y permite que el espectador sea consciente de la calidad cinematográfica de éste, pero no brilla tanto a nivel artístico y técnico. Aun así, visualmente, logra escenas llenas de tensión, dirigidas excelentemente, para provocar al público y hacerle sentir absolutamente incómodo. No obstante, esta es su intención, por lo que, pese a la sensación que pueda suscitar, cumple con lo que desea hacer ante la cámara.

Se agradece una selección de espacios míticos del barrio en el que se ambienta, dado que para aquellos que lo conocen es un easter egg muy delicioso y para los que no, es una manera de reivindicar estos iconos urbanos. Por otro lado, el ritmo del film va en paralelo con lo inquietante que se pone la cinta, teniendo momentos que realmente dejan sin respiración al espectador, frente a escenas en las que hay estímulos más allá del visual que pueden llegar a ser desagradables. No obstante, una de sus posibles mejoras podría ser el evitar secuencias que se hacen algo largas, que dificultan el trasiego más fluido del film. En consecuencia, se muestra algo irregular. Lo mismo sucede con la iluminación, dado que hay partes en las que se queda excesivamente en penumbra, entendiéndose la contextualización, pero no resolviendo a nivel estético.

Conclusión

La desconocida es un thriller incómodo, inquietante, que busca remover a los espectadores de esa forma y logra llevarlos por la senda oscura que se marca. Por ello, el guion logra causar un efecto de enganche sobre el público, quien a pesar de lo que le hace sentir, desea saber hasta dónde va a llegar la historia. Además, se acompaña de dos titanes liderando el elenco actoral, Laia Manzanares y Manolo Solo están espléndidos. A nivel técnico y artístico, se valora que hayan sabido aprovechar la sencillez y hayan logrado en su estética la incomodidad. Únicamente, se podrían mejorar algunos detalles que facilitaran la acción. Un cuento siniestro en el que nada es lo que parece, escalofriante y turbadora, que deja atento al público de principio a fin.

Reportaje de La desconocida en Días de Cine TVE

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