Sí estás aquí no eres un espectador cualquiera. El género fantástico es lo tuyo y sabes quien es José Ramón Larraz. Hoy vamos a hablar sobre una de sus películas menos conocidas (si es que alguna de ellas es conocida dentro de los espectadores menos habituados al género de terror), Deadly Manor (1990), dirigida en Estados Unidos y aprovechando el tirón de una película también de corte americano que había dirigido el cineasta español, Al filo del hacha (1988). La película ha sido editada recientemente por Arrow, que ha sacado una versión de lujo en Bluray, con numerosos extras que han servido para darle una revitalización a la película.
Crítica de 'Deadly Manor'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Deadly Manor
Título original: Deadly Manor
Reparto:
Jennifer Delora (Amanda)
Kathleen Patane (Anne)
Clark Tufts (Jack)
Greg Scott (Tony)
Claudia Franjul (Helen)
Mark Irish (Rod)
Jerry Kernion (Peter)
Douglas Gowland (Trooper)
Año: 1990
Duración: 82 min.
País: España
Director: José Ramón Larraz
Guion: José Ramón Larraz, Brian Smedley-Aston
Fotografía: Tote Trenas
Música: Cengiz Yaltkaya
Género: Terror. Slasher
Distribuidor:
Trailer de 'Deadly Manor'
Sinopsis
Un grupo de jóvenes que están acampados en el bosque, encuentran una solitaria mansión que parece abandonada y deciden pasar la noche en ella. Pronto algunos de ellos comienzan a desaparecer, lo que hace sospechar al resto que no están solos en la casa.
Un hombre clásico haciendo slashers
No sé como estaba de enterado Larraz en aquellos años de lo que se estaba cociendo en Estados Unidos dentro del género de terror, pero la sensación viendo Deadly Manor es que no tenía mucha idea. La película parece una copia lejana de los Slashers que estaban de moda diez años antes en el momento en el que se rueda la película, como Viernes 13 (1980). Pero viendo los propios comentarios del director sobre su película, parece que ni él mismo tenía claro los códigos cinematográficos del slasher. Así, da la sensación de estar ante una película de espíritu clásico o podemos decir también moderno, pero con una carcasa slasher, tan endeble como vacía.
Los orígenes líricos de Deadly Manor
En su autobiografía, publicada por EDT en el 2012, el cineasta explica los orígenes del guion. La historia de Deadly Manor está basada en una historia real que escuchó el cineasta sobre un rico hacendado irlandés que perdió su mujer en un accidente de coche. Totalmente deprimido y destrozado por el funesto hecho, este hombre decidió montar un altar en el jardín de su casa donde colocó el coche en el que su mujer falleció. Deadly Manor coge esta idea para realizar un slasher de venganza, en el que el rico hacendado decide vengarse de todos los que él considera que fueron culpables de la muerte de su mujer.
Lo cierto es que esta historia permite entrever los mejores momentos de la película, que tiene que ver precisamente con un lirismo que poco tiene que ver con los slashers y más con una vena romántica de terror, con las mismas leyendas fantasmales propias del Reino Unido y que fueron pasadas a la literatura, con clásicos como Otra vuelta de tuerca de Henry James. Por ejemplo, el propio coche colocado en el altar, o algunos detalles visuales que enriquecen esta atormentada leyenda, y que por cierto solo se desvelan hacía el final de la película.
Una trama pésima
Pero sin duda, Deadly Manor tiene muchos elementos negativos. La trama de la película no tiene ningún desarrollo de interés, más allá de los elementos anecdóticos que están en segundo plano. Nos encontramos ante una historia de slasher mil veces vista, donde los personajes son asesinados uno tras otro, sin que podamos destacar artísticamente ninguna muerte en especial (algo imprescindible en el subgénero). Por supuesto, todo sucede de una manera inverosímil, con reacciones por parte de los protagonistas totalmente absurdas.
Personajes de cartón piedra
De igual manera, no podemos destacar para bien ningún personaje de la película, puesto que todos están diseñados para ser carne de cañón para nuestro asesino slasher. Más allá de las motivaciones libidinosas no hay nada que los motive a seguir adelante, y se nota un desdén de Larraz por dotarles de una mínima vida. El hombre estaba ya solo por el dinero, y se nota que Deadly Manor es un mero producto alimenticio.
Conclusión de 'Deadly Manor'
Deadly Manor no es una buena película. Solo es recomendable para aquellos que hayan visto ya todos los slashers hechos y por hacer y quieran ver algo un tanto bizarro, o para los completistas de uno de los directores más curiosos de nuestra filmografía patría, José Ramón Larraz.
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