Deadstream (2022) se trata de una película dirigida por Joseph y Vanessa Winter, que nos presenta la clásica historia de Youtuber/Twittchero/Streamer que quiere pasar una alegre noche en una casa encantada. Obviamente las cosas no salen como él espera. La película, que se ha podido ver en el Festival de Sitges 2022, ha sido producida por la compañía Shudder, que en Estados Unidos también realiza filmes de terror.
Crítica de 'Deadstream'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Deadstream
Título original: Deadstream
Reparto:
Joseph Winter (Shawn Ruddy)
Melanie Stone (Chrissy)
Jason K. Wixom (Hombre de la esquina / Cadáver de policía)
Pat Barnett (Hettie)
Marty Collins (Max Loland / Cop)
Perla Lacayo (Profesor de latín)
Cylia Austin-Lacayo (Hija del profesor de latín)
Hayden Gariety (Hamsa Kid)
Ariel Lee (Cadáver de bañera)
Jaxon Harker (Gemelo Unido)
Brenden Bytheway (EVP Investigator)
Gabe Casdorph (VHS Dad)
Año: 2022
Duración: 87 min.
País: Estados Unidos
Director: Joseph Winter, Vanessa Winter
Guion: Joseph Winter, Vanessa Winter
Fotografía: Jared Cook
Música: Joseph Winter
Género: Terror
Distribuidor:
Tráiler de 'Deadstream'
Sinopsis
Seis meses después de perder su credibilidad y a sus patrocinadores, el youtuber Shawn Ruddy tiene un plan para recuperar la fama: realizar un directo con todo tipo de cámaras y equipos informáticos desde una casa embrujada. El primer largometraje de Joseph y Vanessa Winter es un divertidísimo y sangriento homenaje a clásicos como Terroríficamente muertos y El proyecto de la bruja de Blair. (Festival Sitges 2022)
Dónde se puede ver la película en streaming
El Streamer del horror
El argumento de Deadstream no es desde luego nada original en cuanto a lo que es su premisa inicial. Un Streamer, que es interpretado a la vez por el codirector de la película, Joseph Winter, se dirige hacía una casa de terror para pasar una noche "terrorífica", en busca de conseguir más seguidores.
Deadstream se encuadra dentro del género del Found Footage, y por supuesto nuestro protagonista va acompañado de cuarenta cámaras que servirán para que la puesta en escena no dependa de un único punto de vista y el espectador tenga una visión más global. En este sentido la película nos puede recordar a otras numerosas películas de Found Footage, como Grave Encounters (2011). La diferencia con la anterior película citada u otras, radica en que esta vez el escenario en el que transcurre la acción es más pequeño, y por otra parte nuestro personaje interactúa de manera online con sus seguidores, algo de lo que se sirve el guion para obviamente aportar comentarios jocosos de los que nos podemos hacer una idea a poco que sepamos como funcionan las redes sociales.
A Deadstream también se le pueden sacar numerosas conexiones con el mundo de los videojuegos. Durante su primera media hora el filme parece recordar a todos estos juegos de terror que están pensados para ser utilizados con el VR, y que tanto beben de aquella mítica entrega de Silent Hil PT, que nunca llegó a buen puerto. Hasta que el guion de la película empieza a tornarse progresivamente.
Jumpscares y humor
Deadstream, que empieza de manera bastante lenta (hasta la primera media hora no nos encontramos algo que podamos resaltar de manera significativa), se sirve de los recursos manidos del cine de terror para presentarnos una historia mil veces vista. Efectivamente, la película no presenta nada nuevo en este sentido. Incluso me atrevería a decir que los Jumpscares que utiliza la película están más forzados que en otras cintas del género.
¿Entonces, qué es lo que hace diferente a Deadstream? Sin duda, nos encontramos ante unos directores que conocen el género de terror. Y como no podía ser de otra manera en nuestros tiempos, también el subgénero del Found Footage se ha convertido en cine autorreferencial. La película tiene una vena cómica que explota sin cesar y que es sin duda lo mejor de la película.
Por una parte están los más que obvios homenajes al cine de Sam Raimi, y en concreto a Evil Dead. Esas posesiones cachondas, en las que el terror se autoparodia y además se sexualiza tienen una gran importancia en Deadstream. Por otra parte la película nunca se toma en serio a sí mismo, y eso se puede presenciar desde el primer momento en que somos consciente de como es nuestro personaje, un auténtico cagón. Y aquí hay que señalar que la construcción del personaje, Shawn, así como la interpretación del actor son una auténtica maravilla, lo que pone la película por encima de muchas otras obras del subgénero.
Además de todo ello también hay que decir que Deadstream tiene recursos inteligentes y frescos en el guion, como es la serie de vídeos que aparecen para dar consejos a nuestro protagonista (otra vez de manera referencial por cierto), y que tienen un gran alivio cómico.
Conclusión de 'Deadstream'
Quizá Deadstream tarda en empezar más de lo que nos gustaría, pero en cuanto arranca uno no puede parar de verla. Una cinta que nos actualiza a los clásicos de serie B de los años ochenta, para ponerlos en nuestro mundo interconectado. Una película en definitiva, para pasar un buen maratón cinéfilo.
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