Días de fútbol fue el debut como director de David Serrano (Voy a pasármelo bien, 2022). El año anterior había firmado el guion de la exitosa El otro lado de la cama (Emilio Martínez-Lázaro, 2002). En esta ocasión repite prácticamente el mismo elenco, formado en su mayoría por el grupo de teatro Animalario. Producida por Telespan2000 y Estudios Picasso. La película se estrenó en cines el 19 de septiembre de 2003. Y se convirtió rápidamente en uno de los taquillazos del año, aparte de recibir importantes nominaciones a los Premios Goya. Y este 2023 cumple nada más y nada menos que veinte años. En los últimos años ha estado disponible en Amazon Prime Video, Netflix y Filmin. Ahora mismo se encuentra fuera de catálogo de las plataformas de vídeo.
Crítica de 'Días de fútbol'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Días de fútbol
Título original: Días de fútbol
Reparto:
Alberto San Juan (Jorge)
Ernesto Alterio (Antonio)
Natalia Verbeke (Violeta)
Pere Ponce (Carlos)
Fernando Tejero (Serafín)
Roberto Álamo (Ramón)
Secun de la Rosa (Gonzalo)
Luis Bermejo (Miguel)
Nathalie Poza (Patricia)
María Esteve (Carla)
Lola Dueñas (Macarena)
Pilar Castro (Bárbara)
Diego Martín (Daniel)
Eva Santolaria (Lorena)
Daniel Ruiperez (Pablito)
Pepo Oliva (Tomás)
Coté Soler (Sr. Ramírez)
Aitor Merino (Convicto)
Año: 2003
Duración: 118 min.
País: España
Director: David Serrano
Guion: David Serrano
Fotografía: Kiko de la Rica
Música: Miguel Malla
Género: Comedia
Distribuidor: Walt Disney Studios Motion Picture Spain
Tráiler de 'Días de fútbol'
Sinopsis
Jorge tiene 30 años y piensa que su vida no puede empeorar. Su trabajo le deprime y su novia le deja cuando él le pide matrimonio. Pero las cosas siempre pueden ir a peor, y como muestra solo hay que echar un vistazo a sus amigos: Ramón no sabe que le saca más de quicio, si las ocurrencias de su mujer, o su más que perdida lucha contra la alopecia; Gonzalo lleva tanto tiempo estudiando derecho como buscando novia; Carlos aspira a ser un gran actor pero no ha pasado de ser secundario en la teletienda; Miguel es policía y padre de familia pero su sueño es ser cantautor, lo que saca de quicio a su mujer.
El único que parece llevar controladas las riendas de su vida es Antonio, pero eso no quiere decir mucho teniendo en cuenta que acaba de salir de la cárcel. Creen que ha llegado el momento de cambiar sus vidas y la brillante solución que encuentran es volver a montar el equipo de fútbol que tenían de jóvenes, y por fin ganar algo en su vida, aunque sea un trofeo de fútbol 7.
Dónde se puede ver la película en streaming
Días de fútbol es una película entrañable
Después de verla unas cuantas veces todos estos años, reconozco que Días de fútbol no es una película redonda. Pero sí entrañable. Y muy cachonda. Creo que en su momento llegó a ser un fenómeno social y, con el tiempo, –pese a que haya a quien le irrite este cine español- ha entrado en esa categoría especial de películas de culto. Recuerdo ir al estreno con mi padre cuando era un chaval entrando en la pubertad y estar en la butaca riéndonos sin parar.
Días de fútbol es una comedia ligera, aunque con matices. El quid de la cuestión es más trascendental de lo que parece, ya que habla de un asunto muy profundo. Lo sufre la mayoría: sin darte cuenta, pasas de disfrutar de la juventud como si no hubiese un mañana a verte alcanzar la mediana edad con una mochila llena de responsabilidades, obligaciones y traumas no superados.
Porque, básicamente, esa es la historia de esta película: la de un grupo de hombres que entran en la crisis de los treinta y buscan una salida digna de ella. Se centra en sus aspiraciones de futuro –profesionales y sentimentales-. Que, por supuesto, salpican al otro género: la mujer. Al igual que en El otro lado de la cama, hay una disputa al estilo del programa Furor (Antena 3, 1998), pero no con música ni bailes, sino más bien con mucha bronca y violencia.
David Serrano hace una radiografía perfecta de su generación, la que creció en los alegres ochenta, se excedió en los noventa y llegó al nuevo milenio sin haber hecho los deberes. Hoy en día, por supuesto, se contaría de una manera muy diferente, pero la crisis de mediana edad sigue siendo la misma.
Ellas son parte del problema
Lo que mejor funciona en Días de fútbol, más que la trama principal (Jorge necesita recuperarse después de que su novia rompiese cuando él le propone matrimonio), son los personajes, muy bien construidos y muy bien interpretados. Por ejemplo, Ernesto Alterio está en estado de gracia haciendo del ex presidiario Antonio. Un personaje muy personaje, decidido a estudiar Psicología para hacer terapia como taxista. Pero es que Alberto San Juan (Jorge), Pere Ponce, Nathalie Poza, en fin, todo el reparto está de cine. De hecho, Fernando Tejero se llevó el Goya al mejor actor revelación por su papel como Serafín, proxeneta y amigo de Antonio.
Los papeles de ellas –y sus propósitos-, sin embargo, quedan en un segundo plano. Vamos, que es una peli de tíos… Hecha para tíos. Ese es uno de los grandes fallos del guion, que no empatizas en ningún momento con ellas. Podría resumirse en que son parte del problema o, mejor dicho, el enemigo de estos treintañeros inmaduros. Porque habla de cómo se sienten ellos.
Y el fútbol, al final, se convierte en la excusa perfecta para que estos amigos se liberen de sus tormentos laborales y sentimentales. Antonio los convoca para entrenar y disputar una liguilla en el centro deportivo de su barrio madrileño de La Elipa -también conocido por la película Barrio (Fernando León de Aranoa, 2003)-. En esta época, la Brasil de Ronaldo Nazario y Ronaldinho había ganado el Mundial de Corea y Japón. Por eso, el genial Antonio, con la ayuda de Serafín, consigue a su manera las equipaciones de la canarinha. Para que sus amigos, aunque no den pie con bola, se sientan campeones jugando en el torneo de barrio.
Conclusión de 'Días de fútbol'
Es cierto que Días de fútbol se hace un poco reiterativa con la trama principal, y, sin hacer spoiler, con muchos giros de última hora. Pero siempre es agradable, al menos para mí, recordar algunas escenas memorables que hoy en día no sé si se rodarían por ser políticamente incorrectas o porque ya no se dan. Como la de los niños cantando en el autobús del colegio calvo cabrón al chófer Ramón (Roberto Álamo). Lo asocio a mi infancia, así eran los noventa.
La mayoría de los actores que participaron en esta película triunfaron después. De hecho, nadie se podía imaginar que unos desconocidos Antonio de la Torre y Javier Gutiérrez, que aparecen con un pequeño papel cantando en un coro de restaurante, se convertirían en dos de los actores más reconocidos y prestigiosos del cine español actual.
Y su humor, algo tosco y muy reconocible por ser de la escuela de la serie 7 vidas (Telecinco, 1999), derivó luego en los Aquí no hay quien viva, Aída, Camera Café y compañía. Por lo que, de algún modo, Días de fútbol es historia del cine y la cultura de nuestro país. Una película que trata los códigos de la amistad con mucha originalidad y espontaneidad. La recomiendo 100% si quieres echarte unas buenas risas. Eso sí, deja los prejuicios del revisionismo a un lado y a ser posible disfrútala en buena compañía. Porque de eso va esta peli. Aquí fútbol, lo que se dice fútbol, hay menos que en Sálvame.
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