Albert Boadella escribe y dirige los que pudieran ser los últimos días de la vida de Maria Callas en Diva. Con la dirección musical de Manuel Coves, la obra va navegando por las vivencias de la Divina, mostrando sus demonios internos y su intenso amor por Aristóteles Onassis. María Rey-Joly es la encargada de dar vida a la soprano. Asimismo, Antonio Comas se convierte en el partenaire de la madrileña como intérprete. A lo largo de la obra se escucharán arias de obras tan conocidas como "Norma", o "Madame Butterfly", entre otras. Se puede disfrutar hasta el 24 de enero de 2021 en Teatros del Canal. Vuelve del 10 al 21 de febrero de 2021, tras prorrogarse su estancia en Teatros del Canal.



Diva

Crítica de 'Diva'

Ficha Técnica

Título: Diva
Título original: Diva

Reparto:
María Rey-Joly (Maria Callas)
Antonio Comas

Duración: 90 min. apróx.
Dirección: Albert Boadella
Dramaturgia: Albert Boadella
Dirección musical: Manuel Coves
Asesoría artística:
Dolors Caminal
Iluminación:
Bernat Jansà
Diseño de sonido:
Pedro Lastra
Ayudante de dirección: Martina Cabanas
Coreografía: Silvia Brossa
Producción: Teatros del Canal

Tráiler de 'Diva'

Sinopsis de 'Diva'

Diva nos presenta a Maria Callas se halla en el ocaso de su vida. Reside en París alejada de todo. Su voz ya no tiene nada que ver con lo que fue. La crítica se cebó con ella en sus últimas apariciones y no ha vuelto a cantar en público. Ha muerto Onassis. La realidad de su decadencia le hace vivir un mundo de recuerdos.

Desdeña el presente mientras fuerza a su repetidor para que le acompañe en un imaginario repertorio que ya no podrá realizar. También lo utiliza para crear una situación sadomasoquista. Le obliga a interpretar a Onassis, su gran amor. Sus momentos más apasionados y estelares. En su delirio, se imagina al griego como pareja de los grandes dramas operísticos que ella protagonizó. Alguien que la mata o alguien con quien morir al final de la ópera. Es el inicio del camino hacia su propio y misterioso final, que muy pronto realizará a su voluntad. (TEATROS DEL CANAL).



Diva
Foto de Teatros del Canal

El adiós de una leyenda

Albert Boadella demuestra el cariño y el respeto que tiene hacia la figura de Maria Callas con Diva. El dramaturgo explora el ocaso de la vida de la mítica soprano, en sus horas más bajas, embadurnada de reclamos, amargura y la nostalgia de un ayer que parece que no se puede retornar. Asimismo, se introduce la influencia que tuvo el propio Aristóteles Onassis, el gran amor de la cantante de ópera mejor valorada del siglo XX. A través de los diálogos entre los personajes que hacen acto de presencia, se vislumbra la fragilidad orgullosa de la propia cantante. Así el espectador va cavando lentamente en ese espíritu trágico de las vivencias de la amargura del existir. Además, va acompañado de un repaso por las obras más conocidas de la carrera de la Callas, siendo un homenaje elegante.

Sin embargo, el guion mengua su efecto en el momento que decide abordar la personalidad y los delirios de la relación entre Onassis y Callas, ya que se acoge a cierta comicidad que se excede en un retrato algo melodramático sobre la cantante. De igual manera, la rivalidad entre Jackie Kennedy y la soprano se expone desde una vertiente que no deja en tan buen lugar a la segunda. Ese histrionismo en su forma de reclamar todos los males que le han ocurrido es donde se echa en falta una mayor reflexión introspectiva y algo más de la sensibilidad que caracterizaba a Callas. Cabe recordar que, a pesar de su temperamento, había en ella una presencia muy especial y una emocionalidad en su personalidad, que no se presencia durante la exposición del conflicto narrativo. En consecuencia, el espectador puede percibir, sin querer, un efecto más caricaturesco.

Albert Boadella
Foto de Teatros del Canal

Maria, después de Callas

El ocaso de la vida de Maria Callas se explora en las carnes de María Rey-Joly, principal protagonista de Diva. Acompañada por Antonio Comas, la actriz y cantante se muestra cauta en sus movimientos, pero sin perder ese efecto embaucador que caracterizaba a la Divina. El uso de las manos y de la posición del cuerpo le ayudan a traer a los espectadores a la memoria a la propia Callas. Luego, en su gestualidad facial es donde no luce tanto como pudiera, donde no termina de hallar esa dulzura tosca de la griega, y tampoco su expresividad característica. Aun así, está acorde a la percepción que se puede tener del personaje, externamente de lo que es la propia figura histórica y el rigor que le pudiera acompañar. Por lo que, es más fiel a la concepción del personaje de Boadella que a la propia Maria Callas.

Antonio Comas se convierte en el partenaire de Rey-Joly. Desde el principio se puede ver una presencia muy especial del actor, que rápidamente se hace con su personaje. Por ende, consigue conquistar al público, dado que tiene un carisma y una capacidad interpretativa estupenda. Con esa frescura y gracilidad, va navegando por su cometido en la obra, dejando escenas realmente exquisitas y desternillantes. También se puede ver su faceta más dramática, con aquellas pinceladas que expresan los sentimientos en los que sumerge al público. Gracias a su dualidad sobre la escena, hay una interacción dinámica que provoca un efecto atrayente. Por otro lado, el dueto que surge entre ambos empasta muy bien y se comprenden perfectamente en su trabajo en conjunto. Por ello, la química y la fluidez, entre los dos, se sublima a lo largo de toda la obra teatral.

Albert Boadella
Foto de Teatros del Canal

El ‘Chaise Longue’ de la Divina

Un halo de luz enfoca el vinilo, sonando el famoso “Casta Diva”, así es como empieza Diva. La propuesta escénica comienza con esa templanza que invita al mundo de Maria Callas, por lo que se agradece esa finura y delicadeza. Pronto se muestran los elementos que conforman el microuniverso de la Divina, en una cotidianidad que busca alejarse del símbolo y el icono, para llevarlo a una cercanía que ambienta la perspectiva más personal y menos endiosada. Por lo cual, mantiene la coherencia con la dramaturgia, transformándose en una apariencia sencilla y menos encorsetada. Igualmente, mantiene algunos elementos muy característicos de la puesta en escena de los espectáculos de la griega, como su vestuario, o sus peinados. No faltan tampoco aquellos símbolos que recuerdan a Aristóteles Onassis como las gafas de sol, o ese puro, que deja caer las cenizas como recurso de escena.

El diseño de sonido, en manos de Pedro Lastra, se extiende por un homenaje acústico de la discografía de las arias más famosas de Maria Callas, al mismo tiempo que deja lucir a María Rey-Joly sus capacidades vocales, expresivamente, e interpretativamente. De igual forma, la coreografía de Silvia Brossa aprovecha los momentos musicales, que suscitan un mayor movimiento sobre la acción. También hay que valorar positivamente la iluminación, que va cambiando para subrayar ese anexo entre una realidad más cruda y el Olimpo del recuerdo. Únicamente, a veces, por el peso de la propia acción, no consigue destacar tanto como pudiera la puesta en escena, por lo que puede llegar a quedarse en segundo plano en algún momento. Pese a ello, el conglomerado de la escena se mantiene en armonía y con un ritmo apacible.

Diva
Foto de Teatros del Canal

Conclusión

Diva muestra el ocaso de una de las voces mejor valoradas de la Historia de la Música, Maria Callas, con un homenaje dramático donde se ve el respeto de Albert Boadella. En ese retrato más cercano, se ven las heridas internas de la Divina, envuelta en sus demonios personales y su relación con Aristóteles Onassis. Sin embargo, dentro de esa comedia dramática, se recurre, en ocasiones, el melodrama y mengua el efecto en el espectador. Por otra parte, María Rey-Joly y Antonio Comas realizan una labor estupenda, donde fluye la energía entre ambos. Luego, a nivel visual, esa mezcla entre cotidianidad y elegancia se halla su éxito, pero disminuye su efecto al prestar más peso a la acción y al guion. La deconstrucción teatral de los que podrían ser los últimos días de la Callas, dejando salir una María diferente.

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Diego Da Costa
Subdirector de Cinemagavia. Comunicólogo audiovisual por la UCM y Máster en Comunicación en la Red por la UNED. Miembro de EGEDA (Premios Forqué) e Ingeniero Audiovisual en Ricoh España. Co-creador de la compañía artística La Joie de la Colina. Como diría Elizabeth Taylor: "Las ideas mueven el mundo sólo si antes se han transformado en sentimientos".
diva-critica-teatroMuestra el ocaso de una de las voces mejor valoradas de la Historia de la Música, Maria Callas, con un homenaje dramático donde se ve el respeto de Albert Boadella. En ese retrato más cercano, se ven las heridas internas de la Divina. Sin embargo, dentro de esa comedia dramática, se recurre, en ocasiones, el melodrama. María Rey-Joly y Antonio Comas realizan una labor estupenda, donde fluye la energía entre ambos. A nivel visual, esa mezcla entre cotidianidad y elegancia se halla su éxito. La deconstrucción teatral de lo que podrían ser los últimos días de la Callas, dejando salir una María diferente.

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