El Umbral de Primavera estrenó Dolores y Esperanza el pasado 7 de enero, una obra que habla sobre la prostitución y las vivencias que sufren las mujeres detrás de esta realidad. Laura Balo y Sara Perogil protagonizan y escriben esta obra, bajo la dirección de la propia Balo y Beatriz Rivas. La pieza se podrá disfrutar hasta el 11 de febrero a las 22:15, todos los sábados.



Estreno de Dolores y Esperanza

Crítica de 'Dolores y Esperanza'

Ficha Técnica

Título: Dolores y Esperanza
Título original: Dolores y Esperanza

Reparto:
Sara Perogil (Esperanza)
Laura Balo (Dolores)

Duración: 60 min. apróx.
Dirección: Laura Balo y Beatriz Rivas
Dramaturgia: Laura Balo y Sara Perogil
Música y espacio sonoro:
Jose Cánovas y Alonso Santamaría
Técnico:
Teresa Timper
Comunicación:
Camila Meta
Producción: Compañía Enredadera

Sinopsis de 'Dolores y Esperanza'

Dolores y Esperanza, dos jóvenes de larga trayectoria, nos invitan a ver a través de sus ojos la realidad, su mundo y sus vivencias. Nos introducen dentro del sombrío mundo de la prostitución y todo lo que ello conlleva. Al mismo tiempo, asistimos a una hermosa hermandad donde la complicidad y la risa entre mujeres, nos descubren situaciones cómicas y tiernas.

Veremos los orígenes de Dolores y su historia hasta nuestros días, pero no veremos esto mismo en Esperanza, quizá porque la esperanza como tal, es un misterio. No sabemos de dónde viene, pero siempre está.

Ya no son Dolores y Esperanza, somos todas “porque somos noticia en todos lados, pero nadie nos escucha”. (EL UMBRAL DE PRIMAVERA). 



Dolores y Esperanza
Foto de Ana Maisonave

¿Otra historia sobre la prostitución?

Laura Balo y Sara Perogil unen fuerzas en Dolores y Esperanza, una obra teatral que reflexiona sobre la prostitución mediante una mirada que busca reflejar una realidad más cotidiana. Después de la irrupción de producciones como “Prostitución”, de Andrés Lima, se hace complicado encontrar propuestas que no caigan en nuevamente la exposición de hechos y datos, pudiendo caer en lo ya conocido. Sin embargo, Balo y Perogil han sabido obtener un estilo propio, adquiriéndolo por tener una historia que finaliza en una auténtica composición personal, íntima y emocional. Gracias a ello, el relato no se queda en un mero alegato contra la trata de personas, sino que le incorpora ese sentimiento que equilibra otras flaquezas de la pieza. Por tanto, al finalizar la representación, deja un buen poso, donde hay cabida para el debate y reflexión sobre lo que denuncia.

El contexto y la personalidad de ambos personajes están muy bien definidos, así como el título que lleva la pieza que da una pista hacia qué lugares van a ir cada una de ellas. Mientras que se ve una luminosidad jocosa en Esperanza, en Dolores se presenta un cariz de dureza, de exasperación, entre las dos ofrecen un buen ying y yang. Aun así, el problema que se encuentra el texto es ofrecer un preludio a la acción algo extenso y donde habría que ordenar algo más las ideas. Se entiende el querer presentar los traumas y el contexto personal, pero no alcanza una cohesión más firme. Por lo cual, esa introducción, además siendo una obra tan corta, resta mayor contundencia al resultado en su conjunto. Pese a ello, es una propuesta que vale la pena ver.

Compañía Enredadera
Foto de Ana Maisonave

Cuerpo y alma

Además de escribir Dolores y Esperanza, Sara Perogil y Laura Balo son las encargadas de dar vida a los personajes que dan vida a la obra. En primer lugar, Sara Perogil logra una interpretación estupenda, llena de verdad, con una comedia intrínseca que transmite frescura y calidez. De esta manera, emerge una conexión especial con el público, al encontrarse en ella una familiaridad que hace que sea más fácil empatizar con su personaje. Ante una historia que tiene una oscuridad lógica, se agradecen estos personajes que aportan luz. Además, sabe no caer en el arquetipo humorístico, para no convertirse en un cliché y ahí radica su éxito. También se valora positivamente su lenguaje corporal, así como el atino con el aborda a los espectadores rompiendo la cuarta pared.

Laura Balo es la otra mitad del alma de esta pieza. Para comenzar, es un maremoto a nivel corporal, sabe utilizar el cuerpo como vehículo de expresión de una forma con la que capta la atención de los espectadores totalmente. Asimismo, no solo como atributo artístico, sino el significado que aporta a la historia, como la escena de la maleta, le permite elevar su trabajo dramático. Por otro lado, se puede ver la intención de darle potencia y fuerza a su personaje, pero éste le exige una crudeza que no logra siempre alcanzar. En consecuencia, se presentan algunas escenas en las que lo fuerza y se desprende la naturalidad, lo que le pasa algo de factura. Aun así, tiene una actuación solvente.

Compañera Enredadera
Foto de Ana Maisonave

Minimalismo del recuerdo

La Compañía Enredadera propone en Dolores y Esperanza una propuesta minimalista, que se apoya sobre todo en las interpretaciones, el diseño de iluminación y sonoro. Por un lado, la composición de la escenografía nos muestra los elementos suficientes para recrear las distintas escenas por las que transitan los personajes. Además, se agradece que se utilicen los fuera de escena, permitiendo momentos muy lúcidos, como la receta de Esperanza. De esta forma, plantea una expansión donde el espectador es quién completa la escena. Únicamente, como detalle, cierto objeto de embarazo, resta algo de credibilidad, aunque símbolos como las muñecas son óptimos. Luego, el diseño de iluminación tiene ideas interesantes, pero la ejecución no logra el mismo resultado. Por ejemplo, las partes enfocadas en Dolores, por el diseño, mengua la visibilidad de la actriz, haciendo complicado que se pueda ver. También se plantean cambios algo drásticos.

Con respecto al espacio sonoro, hay una buena selección en cuanto a los efectos o incluso con la recreación de lo que sería una televisión, en ese aspecto, obtiene un buen acabado. Después, la elección de la música es brillante, encaja con el imaginario colectivo que se tiene, pero al mismo tiempo crea esa dicotomía al verse en la propia obra que pretende romper con esa imagen deshumanizada. Por lo que, favorablemente, atina en este apartado. Luego, el ritmo de la pieza impacta con el inicio, pero mengua según avanza, costándole arrancar. Sin embargo, en el último tercio, consigue encumbrarse y llegar a un final emotivo. Con lo cual, es importante saber que muchas de estas producciones encuentran alzar la calidad por la humanidad que presentan y ésta lo conquista.

Dolores y Esperanza
Foto de Ana Maisonave

Conclusión

Dolores y Esperanza es una canción nostálgica sobre la pérdida, logra su mayor fuerte en la sinceridad y humanidad. Por tanto, la dramaturgia presenta algunas flaquezas, pero remonta en un desenlace que deja un poso en el espectador. Después, Sara Perogil y Laura Balo realizan un trabajo muy solvente, destacando la lucidez de Perogil. A nivel técnico y artístico, contiene partes muy atractivas como el lenguaje corporal, los fuera de escena, la música, mientras que otras podrían mejorarse como el ritmo en la primera parte, un elemento de embarazo o la iluminación. Los nombres perdidos de la violencia toman homenaje en una obra que triunfa por su alma.

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CINEMAGAVIA
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Diego Da Costa
Subdirector de Cinemagavia. Comunicólogo audiovisual por la UCM y Máster en Comunicación en la Red por la UNED. Miembro de EGEDA (Premios Forqué) e Ingeniero Audiovisual en Ricoh España. Co-creador de la compañía artística La Joie de la Colina. Como diría Elizabeth Taylor: "Las ideas mueven el mundo sólo si antes se han transformado en sentimientos".
dolores-y-esperanza-critica-teatroUna canción nostálgica sobre la pérdida, logra su mayor fuerte en la sinceridad y humanidad. Por tanto, la dramaturgia presenta algunas flaquezas, pero remonta en un desenlace que deja un poso en el espectador. Sara Perogil y Laura Balo realizan un trabajo muy solvente. A nivel técnico y artístico, contiene partes muy atractivas como el lenguaje corporal, los fuera de escena, la música, mientras que otras podrían mejorarse como el ritmo en la primera parte, un elemento de embarazo o la iluminación. Los nombres perdidos de la violencia toman homenaje en una obra que triunfa por su alma.

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