¿Dónde está mi cuerpo? es un extraordinario viaje que podrá verse el 22 de noviembre en cines seleccionados y en Netflix a partir del 29 de noviembre. La película ganadora en la Semana de la Crítica de Cannes 2019 se presentó el pasado 9 de octubre en la 52.ª edición del Festival de Sitges.
Crítica de 'Dónde está mi cuerpo'
Resumen
Ficha Técnica
Título: ¿Dónde está mi cuerpo?
Título original: J'ai perdu mon corps / I Lost My Body
Reparto: -----
Año: 2019
Duración: 81 min.
País: Francia
Director: Jérémy Clapin
Guion: Jérémy Clapin, Guillaume Laurant
Fotografía: ---
Música: Dan Levy
Género: Animación. Fantástico
Distribuidor: Netflix España
Tráiler de 'Dónde está mi cuerpo'
Sinopsis
En un laboratorio parisino, una mano amputada escapa de su infeliz destino y se propone reconectar con su cuerpo. Durante una espeluznante escapada por toda la ciudad, la extremidad se defiende tanto de las palomas como de las ratas para reunirse con el pizzero Naoufel. Sus recuerdos de Naoufel y su amor por la bibliotecaria Gabrielle pueden proporcionar respuestas sobre lo que causó la separación de la mano, y un poético telón de fondo para una posible reunión entre los tres. (Netflix España)
Premios
- Premios del Cine Europeo: Nominado a Mejor film de animación. 2019
- Sitges Film Festival: Mejor música. 2019
Dónde se puede ver la película
Preámbulo
La animación hoy día se impone con fuerza y deja atrás toda clase de prejuicios. No es infantil, no es entretenimiento insustancial y menos aún es tediosa. Se construyen verdaderas joyas atemporales que asimilan el discurso poético e inventan una imagen, creando una estética particular, un submundo, que finalmente concluye en un producto cultural de gran valor.
Si el cine francés creó una marca personal siguiendo unas determinadas pautas y ha sabido evolucionar con éxito, el cine de animación francés ha seguido un camino análogo, pudiendo ser equiparado a las maravillosas obras de Studio Ghibli. Basta un breve repaso para ser consciente de ello: El Planeta Salvaje (1973), Persépolis (2007), Ernest & Célestine (2012), El Principito (2015), La tortuga roja (2016), El malvado zorro feroz (2017), o Dilili en París (2018), entre otras muchas.
Jérémy Clapin realiza su primer largometraje animado basándose en la novela Happy Hand de Guillaume Laurant, mismo autor de Amelie y colaborador habitual de Jean-Pierre Jeunet. Aclamada por el público en el pasado festival de Cannes, ganadora en el Festival de Animación de Annecy, mejor película en el festival de Cine Fantástico de Estrasburgo, premiada por mejor banda sonora, compuesta por Dan Levy, en el festival de Sitges y estrenada en la plataforma Netflix.
Buscando mi identidad
Fuera de las reglas tradicionales, la animación tiene el poder para permitirse el lujo de dotar con personalidad y valores afectivos a cualquier cuerpo sin discriminación. Curiosamente, y ofreciendo mucho sobre lo que reflexionar, una mano será capaz de transmitir y conmover más que numerosos personajes considerados “estrellas de cine”, paradójicamente.
La seducción de la cinta reside en la manera de contar, en cómo se suceden los acontecimientos y en las repercusiones de los mismos, fabricando un surrealismo sensorial muy efectista. Así, acompañaremos a una mano cortada en su aventura por las calles de París, miraremos a través de ella y apreciaremos cada paso hasta alcanzar su cuerpo y por tanto su identidad perdida. A priori, el planteamiento podría resultar macabro pero el modo en que se efectúa cada movimiento y la manera en que se observa la ciudad deriva en escenas realmente sobrecogedoras.
Realismo surrealista
Con el fin de reducir el peso conceptual de la película, paralelamente a esta historia se describe el pasado y cómo aconteció el trágico accidente que llevó a un chico a quedarse sin mano, utilizando para ello la alternancia de escenas en color con el blanco y negro.
Un diseño de la imagen muy detallado hace que por instantes dejemos de lado que se trata de animación, puesto que el realismo es asombroso. Asimismo realiza una composición de planos magistral, focalizando el interés de cada escena sobre el punto clave y estudiando pormenorizadamente dónde posicionarse para elaborar la secuencia perfecta, con encuadres muy arriesgados.
La música de Dan Levy armoniza el discurso y hace que las escenas fluyan sin torpeza, dando un ritmo constante al filme que no decae en ningún momento.
Conclusión de 'Dónde está mi cuerpo'
Una película enigmática, extraña, hermosa, que no dejará indiferente. Una mano cortada ansía recuperar su cuerpo y lo único que dispondrá para conseguirlo serán los recuerdos.
Cuánto puede transmitir una mano con una caricia, un gesto o un leve desplazamiento, logrando captar la atención y transformando la pieza en una representación poética. Y ahí se encontraba la gran dificultad, solventada con éxito, cómo llevar la poesía donde parecía no tener cabida.
Únete a nuestro CANAL DE TELEGRAM