Desde Cinemagavia hemos tenido el inmenso placer de hablar, con uno de los hombres más brillantes de la esfera artística española, El Arbi El Harti; escritor, poeta, dramaturgo y catedrático de literatura española. En esta entrevista, nos habla de la labor que lleva a cabo junto a María Pagés; trabajando al unísono en el Centro Coreográfico María Pagés de Fuenlabrada.
Agradecer desde aquí, la calidez y la simpatía siempre demostrada tanto por El Arbi El Harti, como por parte de María Pagés; dos tesoros nacionales, a mi modo de ver.
Resumen
Entrevista a ‘El Arbi El Harti’
Sobre el Centro Coreográfico María Pagés
Daniel Jimenez / Cinemagavia: En primer lugar, me gustaría preguntarte por el Centro Coreográfico María Pagés. ¿Cuándo surgió la idea de abrir este centro artístico en Fuenlabrada?
El Arbi El Harti: Buscábamos un sitio hospitalario y conviviente. La idea, por consiguiente, nace de la voluntad de tejer alianzas cómplices; con el fin de que los creadores de la danza tengan espacios propicios donde pensar, trabajar, ensayar, crear y compartir. Hay pocos espacios consagrados a la danza en la Comunidad de Madrid y hay mucha demanda. Es fundamental que se entienda que el magnetismo de Madrid, ha hecho de ella la principal factoría creativa de cultura en España.
Por eso, las alianzas entre creadores e instituciones, y por qué no, con entidades privadas, son cada vez más necesarias. Trabajar en equipo alivia la presión sobre las instituciones y facilita el desarrollo de la danza en todo el territorio.
El proyecto del Centro Coreográfico María Pagés fue acogido por el Ayuntamiento de Fuenlabrada para desarrollar un proyecto. Nuestro planteamiento es que sea un modelo traspasable a otras ciudades de la Comunidad de Madrid y también a otras comunidades.
Con un poco de voluntad por parte de las instituciones, el modelo fuenlabreño puede implantarse con mucha facilidad; ya que no es nada oneroso y puede generar grandes beneficios a los artistas, a la danza, a las ciudades, a la comunidad y a España, que merece tener una red de centros coreográficos como los que llevan años funcionando en otros países.
Sobre las actividades del centro
Daniel Jimenez / Cinemagavia: ¿Qué actividades o eventos lleváis a cabo en el Centro Coreográfico María Pagés?
El Arbi El Harti: El Centro Coreográfico María Pagés funciona como una institución cultural, que nace con un objetivo claro: desarrollar y poner al servicio del territorio los valores de un patrimonio vivo, extraído de la experiencia creativa y de los valores humanistas de María Pagés. Sus líneas de trabajo integran investigación, creación, formación, defensa del patrimonio coreográfico español y la acción social.
Desde el punto de vista de la investigación, el centro desarrolla una doble línea de acción: una académica y otra coréutica. La investigación académica se lleva a cabo, a través de los encuentros de reflexión que organizamos a lo largo del año y de máster que tenemos junto a la Universidad Carlos III, que defiende la coreografía flamenca como un paradigma del conocimiento.
En lo que respecta a la investigación coréutica, queremos que nuestro centro sea un lugar donde los artistas o los creadores, vengan a pensar, a experimentar; a nivel del movimiento, en el caso de los bailarines o los coreógrafos, integrando en este proceso a las otras disciplinas artísticas que acompañan la creación coreográfica.
Para que esto pueda suceder, hemos creado una serie de encuentros que han hecho posible que personalidades del mundo de la creación, sin importar de qué disciplina vengan, se hayan reunido en Fuenlabrada para pensar la danza como un paradigma de conocimiento orgánico.
En este sentido, por ejemplo, hemos facilitado la interacción de coreógrafos con filósofos, arquitectos, historiadores del arte, fotógrafos, poetas, políticos… El Centro Coreográfico María Pagés lleva a cabo esta programación porque está convencido de que el acto de bailar conlleva la intervención de muchas otras disciplinas y porque la danza, como parte del vasto conocimiento cultural, se nutre de otras savias para alimentar el espíritu creativo que le mueve.
Sobre la formación del centro
El Arbi El Harti: Por otra parte, queremos que el Centro Coreográfico María Pagés sea una institución de formación continua de los más jóvenes y un espacio de formación de formadores, instigando el encuentro entre los maestros entre ellos y estos con los artistas en devenir. Que los creadores se reúnan, hablen y actúen y que los jóvenes participen activamente en dicha reflexión es también una inmejorable manera de transmitir conocimientos.
Acabamos de firmar un convenio con el Conservatorio Superior de Danza María de Ávila para facilitar a los estudiantes este acompañamiento y beneficiarse de todo el flujo de conocimiento. Eso significa que un intérprete flamenco, no solo va a explotar su disciplina artística, sino que también va a ir recibiendo los imputs de creadores de otros lenguajes. En este proyecto formativo, el año pasado nos acompañaron coreógrafos de la envergadura de Chevy Muraday, Rafaela Carrasco, Iratxe Ansa, Valeriano Paños, Rafael Esteve y María Pagés, evidentemente.
Al fin y al cabo, nuestro modelo defiende la idea de que el Centro Coreográfico María Pagés es una ágora a la que los profesionales y candidatos del mundo de la danza acceden para interactuar con el conocimiento y con el compromiso que éste genera. Es también un modelo que llega para agitar el sector sobre la necesidad de reformular los proceso de aprendizaje y de transmisión en la cultura. Mucha gente la concibe desde una perspectiva tremendamente egoísta centrada en el “quiero aprender”, omitiendo que ese proceso puede ser también un medio de enseñanza; cerrando así la transitividad necesaria del aprendo y creo transmitiendo valores.
La danza es un arte ciudadano preocupado por el desarrollo de su territorio y el bienestar de su población. La acción del Centro Coreográfico María Pagés se preocupa por la infancia, género, tercera edad, diversidad funcional, personas en riesgo de exclusión. Nos acercamos a la gente bailando para dignificarlos porque la clave ultima de dignificación de la danza depende de que la sociedad conozca los maravillosos rasgos humanos de la misma. Bailar es una responsabilidad ética.
Sobre la interacción entre las diferentes artes
Daniel Jimenez / Cinemagavia: ¿Crees todavía no se ha llegado a entender, la necesidad de esa interacción o feedback entre las diferentes vertientes artísticas?
El Arbi El Harti: Se ha entendido a medias que la cultura es orgánica y su esencia se basa en el transvase. Por su naturaleza mal entendida y apuntalada por un liberalismo deshumanizador, utilitarista y mercantilista hasta el tuétano. Es decir, el mundo de la cultura se ha hecho cada vez más individualista y más endogámico. Sin embargo, precisamente parte de la fuerza de la cultura reside en su innegable poder de creación de comunidad. Crear una comunidad en sentido orgánico, evitando que cada uno “barra para su casa” por así decirlo. Somos comunidad porque pertenecemos a una cultura en mayúscula, no a la de la aldea, con todo el respeto que un aldeano tiene por sus origines.
Está muy bien que cada uno entienda que uno es una fuente de conocimiento. Pero para ser capaz de trasmitir tu conocimiento, también tienes que absorber el conocimiento que te provee ese otro infinito y rico en matices. El hecho de aprender implica la voluntad de recibir, procesar y luego trasmitir. El conocimiento es patrimonio de todo. De él cada uno extrae lo que necesita y lo transforma como puede, adaptándolo a sus necesidades, para que otros puedan extraer lo que necesitan…, manteniendo en el devenir la humanidad como fuente siempre viva. Este es el ideal que sustenta la esencia de la acción del Centro Coreográfico María Pagés.
Sobre la importancia del flamenco
Daniel Jimenez / Cinemagavia: Me gustaría que habláramos un poco sobre el trasfondo artístico que hay detrás del flamenco y la relación que mantiene con la sociedad española.
El Arbi El Harti: La sociedad española mantiene una relación visceral con el flamenco. Es un vínculo construido a fuerza de profundos marcados prejuicios y estereotipo, propios de sociedades que aún no han zanjado herencias tóxicas mal digeridas. El flamenco, como España, proviene del Sur. Este Sur al que me refiero sigue secuestrado por un mirada social miope. Hasta que no alcance el nivel de dignificación que intrínsecamente siempre ha tenido, el flamenco seguirá sufriendo de dicha percepción parcial. Para que ello ocurra, la sociedad tiene que asumir su verdadera naturaleza y el Sur es uno de los elementos vertebradores fundamentales de la esencia de España.
La visceralidad marca el subconsciente colectivo español. La gente admira a los intérpretes, por su estética y por la belleza de lo que hacen en el escenario. Pero la sociedad no acaba de hacer ese esfuerzo de abrir los ojos y la mente al hecho de que flamenco es arte y es cultura en mayúscula. Prueba de ello es que no existe en España ningún teatro consagrado al flamenco y en Sevilla, hay un teatro de ópera. Esta relación, algo enfermiza, obstruye el crecimiento de la danza flamenca y del flamenco, en general.
Nuestra certeza en el Centro Coreográfico María Pagés de Fuenlabrada es que el flamenco, por ser como es, uno y diverso, tradición pura en permanente diálogo con el tiempo y el entorno. Esto acaba constituye el paradigma de contemporaneidad más profundo y universal de la cultura española. El flamenco sigue siendo un arte telúrico global no compite con nadie.
Sobre la misión del centro
El Arbi El Harti: El flamenco, en definitiva, eleva la cultura española a la universalidad, con un coste casi testimonial por parte del Estado. Esto ocurre así porque los que se dedican a esta arte noble y a esta noble profesión tienen por fe la pasión por lo que hacen. Que la sociedad no lo vea, no deja de ser un síntoma que entre todos tenemos que estudiar y superar.
Nuestra misión en el Centro Coreográfico María Pagés es participar en desmontar, en la medida de nuestras posibilidades, esos prejuicios que tienen atado una roca a los tobillos del devenir no solo de un arte, sino de un país. Trabajamos en la persuasión del ciudadano y del Estado. Los beneficios objetivos y simbólicos que el flamenco puede aportar al país son inconmensurables. Pero aspiramos a que la grandeza retórica cuyo halo sigue envolviendo al flamenco, se traduzca en una inversión política, social y económica inteligentes.
España tiene medios y posibilidades para desarrollar este arte, que en la actualidad cuenta con grandes creadores que recorren los más grandes teatros del mundo creando hispanofilia y que en su país cuenta con un reconocimiento que le llega de perfil.
Para ser concretos, entiendo por reconocimiento que se le dé, por ejemplo, a la danza flamenca las mismas posibilidades económicas que se otorgan a la ópera.
Es evidente que la ópera está donde está porque alguien cree en ella y la dignifica. Es el momento de que alguien crea en el flamenco y lo dignifique, apostando por él como lo que es: alta cultura.
Únete a nuestro CANAL DE TELEGRAM