Un poeta, dramaturgo y director italiano Aldo Braibanti, es condenado a prisión a 9 años de cárcel por un supuesto delito de plagio. El delito de plagio es un supuesto lavado de cerebro (artículo 603 del código penal italiano escrito en 1930) durante el gobierno Benito Mussolini. Con el gran Elio Germano, la excelente actuación de Luigi Lo Cascio y Sara Serraiocco. Y la dirección de Gianni Amelio. El riesgo de nacer y ser libre, en la época incorrecta. El caso Braibanti se estrena en salas de cine españolas el 14 de julio de 2023.
Crítica de 'El caso Braibanti'
Resumen
Ficha Técnica
Título: El caso Braibanti
Título original: Il signore delle formiche
Reparto:
Elio Germano (Ennio Scribani)
Sara Serraiocco (Graziella)
Luigi Lo Cascio (Aldo Braibanti)
Jacopo Relucenti (Extra)
Alessandro Bressanello (Doctor)
Leonardo Maltese (Ettore Tagliaferri)
Anna Caterina Antonacci (Maddalena)
Valerio Binasco (Ministro público)
Alberto Cracco (Presidente de la corte)
Luca Lazzareschi (Vanni)
Año: 2022
Duración: 134 min.
País: Italia
Director: Gianni Amelio
Guion: Gianni Amelio, Federico Fava, Edoardo Petti
Fotografía: Luan Amelio
Música:
Género: Drama
Distribuidor: Surtsey Films
Tráiler de 'El caso Braibanti'
Sinopsis de 'El caso Braibanti'
A finales de los años 60 un juicio celebrado en Roma causó gran escándalo. El dramaturgo y poeta Aldo Braibanti fue condenado a nueve años de prisión por haber sometido la voluntad de uno de sus alumnos, en base a una ley sobre el "lavado de cerebro" introducida en el Código Penal durante el fascismo. Basada en hechos reales, este drama judicial nos cuenta cómo un periodista se comprometió a reconstruir la verdad, enfrentándose al poder y la censura. (Surtsey Films)
Dónde se puede ver la película en streaming
El estómago de las hormigas
El caso Braibanti tiene bellísimos diálogos y poesías de grandes poetas italianos, como Giacomo Leopardi. Este es un diálogo que podría definir como una concreta metáfora de lo que es la película, pero en contraposición. Los protagonistas, son todo lo contrario a las hormigas. Solo por esto, vale la pena verla.
¿Sabes lo que me gusta de las hormigas? La historia del estómago social. ¿Es cierto que una hormiga tiene dos estómagos? Uno para sí y otro para quien tenga hambre. Es una bella metáfora. Las hormigas ponen el bien colectivo antes que el egoísmo.
Es cierto, comparten todo… y nunca se traicionan.
Un pueblo ciego
Unos cuantos años iban a pasar luego del caso Braibanti (y aun sigue sucediendo) para que las personas en el mundo no discriminen ni tengan prejuicios, sobre lo que es correcto en un marco de vida “ejemplar” como lo era el régimen fascista de Mussolini. Viviendo con reglas absurdas y poniendo delante el sufrimiento de las propias personas amadas para seguir reglas absurdas y mentirosas.
Victoria Ocampo dijo: "...cuanto más grande es la mentira, más fácil es hacérsela tragar a las masas…" Algo así pasa en El caso Braibanti. Un país dormido y al que le han mentido, haciéndoles creer que es lo correcto y lo incorrecto. Cegados por una religión que impone la represión y castigo social a cualquiera que no haga lo que ellos dicen que hay que hacer.
Imposiciones
Que no puede ver más allá de todas las imposiciones culturales, psicológicas y antropológicas que han metido en sus costumbres y tradiciones, a través de de a través del tiempo. En donde solo algunos seres lúcidos, se atreven a vivir realmente como quieren.
Altos poderes de la justicia avalaban estas atrocidades o sea, todos estaban sumergidos en una gran mentira. Una mentira que tiene que ver con la no información, con la educación antihumanista fascista y lejana de la realidad. Cancelando y no visibilizando la posibilidad de otras formas de vida y amores que lo que la iglesia no acepta. Tremendo lo que sufren estos personajes y lo que han hecho con esta pobre gente.
Metáforas
Elio Germano toma una hormiga de la mesa y se la lleva cerca de sus ojos, de su cara y la sopla violentamente sacándola de plano. Inmediatamente se lee “El señor de las hormigas” Una bella metáfora. Estudiar, cuidar hormigas, algo tan frágil y maravilloso, que en un segundo, deja de existir por alguien más poderoso.
Gusto amargo
El caso Braibanti, como toda película de casos reales y no tan lejanos históricamente sino que sucedieron a finales de los años 1960 y por más que sea una película en cuanto al lenguaje cinematográfico y actuaciones excelentes, deja un gusto amargo. Sacando todo tipo de análisis técnicos en cuanto a los aspectos de la realización.
Es tan difícil y casi resulta inverosímil en el 2023, creer lo que ha pasado en la Italia postfascista. Los chicos que y las chicas que están creciendo hoy en día, con un entorno completamente diferente al que estas personas vivieron. El cine es creador de una memoria irrompible, que no deja olvidar. Como este caso aberrante del pasado.
Conclusión de 'El caso Braibanti'
Ambos actores Elio Germano, Luigi Lo Cascio, están increíbles. Una historia para ser narrada cinematográficamente no solo por la intensidad, sino por el derecho histórico, el entorno social y político de ese momento. Para que los jóvenes sean testigos de lo que pasó, no hace mucho tiempo y para hacerlos responsables, de que no vuelva a pasar.
Una película muy valiosa. Este tipo de cine cuenta con los tiempos internos de los planos, lo que están pensando y lo que sienten los personajes. Cuenta una historia que no es como la noticia de un diario que pronto va a ser olvidada y nadie va a recordar.
Reportaje de El caso Braibanti en Días de Cine TVE
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EL CASO BRAIBANTI (El señor de las hormigas)
Se trata de un vergonzoso episodio de la Justicia italiana. La historia de un proceso –histórico- de los años setenta a un intelectual pensador autoproclamado marxista. Fue juzgado, enviado a prisión por su condición sexual y la aplicación de un artículo que quedaba vigente de la Ley Mussolini sobre el estado de sometimiento personal. Sometimiento personal sobre el que, quizá, la Iglesia Católica tenga mucho que decir.
Si algo resulta escalofriante en la narración es la satisfacción médica por los resultados de los tratamientos a que se somete a los pacientes (terapias consistentes en verdaderas torturas). Es posible que Gianni Amelio- realizador italiano prolífico pero poco conocido en nuestras pantallas- en el guion de su película –para eso lo escribió- haya hurtado o haya añadido conceptos. ¿Hubo intolerancia institucional? ¿La hay hoy? ¿Quién es capaz de aclarar si son defectos de la naturaleza sin intervención de la voluntad humana?
Personalidades del ideario de primer plano de aquellos años dejaron sus opiniones. ¿Quién no recuerda a Liliana Cavani, Vittorio de Seta, Fellini , Antonioni, Pasolini, Betolucci, Bellocchio, etc? Gianni Amelio, el director, se sirve de la película para denunciar la homofobia de entonces y la homofobia de hoy. Braibanti fue poeta, escritor, dramaturgo. Homosexual. Acusado de someter psicológicamente a uno de sus alumnos. Las terapias de electroshock y los internamientos en psiquiátrico son de verdadero impacto. El progreso no parece sino que nos ha dejado empantanados
Subyugación moral, sometimiento total… Términos que asustaban, igual que hoy, y que, algún paralelismo presentaban o querían presentar con el lavado de cerebro que ya sonaba en nuestros oídos desde la guerra de Corea. La película resulta enormemente elegante, muy bien interpretada, cumple su pretendido objetivo y nos quedamos con ganas de ver más cine de Gianni Amelio aunque haya superado con creces la edad presumible de jubilación. Recomendable. Agradecerán la visión.