El corazón del daño es la adaptación de la novela homónima de María Negroni protagonizada por la actriz argentina Marilú Martini y dirigida por Alejandro Tantanian. Estará en el Teatro Español hasta el 28 de octubre.



Estreno de El corazón del daño

Crítica de 'El corazón del daño'

Ficha Técnica

Título: El corazón del daño
Título original: El corazón del daño

Reparto:
Marilú Marini

Duración: 60 min. apróx.
Dirección: Alejandro Tantanian
Adaptación: María Negroni con la colaboración de Oria Puppo y Alejandro Tantanian
Autoría original: María Negroni
Diseño de escenografía, iluminación y vestuario:
Oria Puppo
Diseño de sonido y composición musical:
Diego Vainer
Coordinación técnica:
Teatro Kamikaze y Está por Ver Producciones
Producción Teatro Kamikaze:
Pablo Ramos (producción ejecutiva) y Jordi Buxó y Aitor Tejada (dirección de producción)
Ayudante de dirección:
Patricio Binaghi
Asistente de dirección:
Santiago Pedrero
Residente de ayudantía de dirección:
Paul Alcaide
Producción: Teatro Español
y Teatro Kamikaze

Tráiler de 'El corazón del daño'

Sinopsis de 'El corazón del daño'

“El silencio es uno mismo, demasiado”, cita María Negroni a Guimaraes Rosa en su ¿novela? ¿ensayo? ¿autoficción? ¿epopeya? ¿poema? que dio en llamar El corazón del daño. Este extraño artefacto que llega a nosotros en formato libro se transforma tras haberlo leído en una obsesión. María Negroni nos invita a dar un salto al abismo, un viaje poderoso al inicio de la vida, la escritura, la militancia en este país −el nuestro− y en el mundo; a atravesar el hoy, el ayer y el mañana.

Desde el inicio hasta el final de este prodigio de libro emerge, omnipresente, la relación primera y central (¿el corazón del daño?) entre la narradora (¿María Negroni?) y su madre. Sobre esta relación, sobre esta batalla en el tiempo y en el corazón se centra nuestra versión escénica.

La posibilidad de escuchar, de encarnar esa voz que el libro propone nos convencieron de que la forma teatral era la indicada para llevar este texto al gran público.

Esa voz y ese cuerpo pertenecían en mi imaginación a Marilú Marini. Marilú Marini no es una actriz, es una fuerza de la naturaleza: cualquier espectador que haya visto su trabajo no podrá olvidar esa experiencia en su vida. (TEATRO ESPAÑOL). 



El corazón del daño
Foto de Vanessa Rábade

El corazón de la actriz

El telón invisible de la Sala Magarita Xirgu parece elevarse al sentir su presencia. Marilú Martini aparece en escena vestida de negro, sonriente y con deportivas fucsias. Desde el patio de butacas la vemos salir sola, pero no lo está para quienes alcanzan a ver más allá de lo evidente, porque la acompañan todos los personajes que fue, todas las voces y cuerpos de papel a los que, en otros escenarios, ha dado vida. Marilú Martini lleva su trayectoria prendida en su voz, sus gestos y su forma de caminar en escena.

No habría necesidad de escribir texto alguno sobre su interpretación a día de hoy, bastaría con acercarse a verla, sin embargo, aquí estamos. Alejada de Argentina desde la dictadura de Videla y afincada en Francia, Martini no ha dejado de trabajar tanto en teatro como en cine: “Cuando la miro”, “Pan de limón con semillas de amapola”, “Los sonámbulos” y sigue haciéndolo con la ilusión y el vértigo del debut. Ahora, con El corazón del daño tenemos la oportunidad de verla en el Teatro Español de la mano de María Negroni y, permítanme la licencia, disfrutar de su enormidad interpretativa.

Teatro Español
Foto de Vanessa Rábade

El rencor elegante

La actriz argentina nos regala 60 minutos de literatura, poesía, conflicto, emoción. “Escribir es terrible” dijo Clarice Lispector, pero gracias a esa terrible necesidad podemos acercarnos a lo inaudito, al secreto de los otros. El corazón del daño es un texto de auto ficción en el que Negroni destapa el complejo vínculo que la unía a su madre.

Resuenan ecos del amor tóxico que Vivian Gornick relató en su también novela autobiográfica “Apegos feroces”, aunque en esta ocasión madre e hija no discuten mientras pasean por Manhattan, sino que es la hija quien relata la falta de amor de la madre. “La literatura es una forma elegante del rencor” dice Negroni en boca de Marilú Martini, que se apropia del escenario para dar vida a este duelo con un final … que hay que ver.

La escenografía está dominada por un gran marco dorado desde el que surge el retrato de la madre, un retrato hecho de palabras, lágrimas, algo de humor y un poco de histrionismo. Se completa la escena con una mesa y dos sillas, una de las cuales representa la figura ausente de la madre distante y enferma de la que, sin embargo, no es fácil liberarse.

El corazón del daño
Foto de Vanessa Rábade

Conclusión

El corazón del daño está cargada de dramatismo y seducción gracias a una actriz que recibe el texto con admiración y lo devuelve al público con elegancia y serenidad. Si bien es cierto que, en ocasiones, la danza interpretativa hace paréntesis arrítmicos, en general la obra resulta bella y conmovedora.

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