El Deshielo, una coproducción belga-neerlandesa, dirigida por Veerle Baetens adaptando el bestseller homónimo de Lize Spit. Premiada en Sundance, la cinta nos presenta un escabroso relato que se mueve entre el trauma y la violencia, trazando metafóricas líneas entre pasado y futuro, mostrando como nuestro ayer más lejano, puede llegar a formar nuestro hoy más próximo. Estreno en salas de cine españolas el 9 de febrero de 2024.
Crítica de 'El deshielo'
Resumen
Ficha Técnica
Título: El deshielo
Título original: Het Smelt / When It Melts
Reparto:
Charlotte De Bruyne (Eva (adulta))
Rosa Martchant (Eva (joven))
Sebastien Dewaele (Papá)
Spencer Bogaert (Tim (adulto))
Naomi Velissariou (Mamá)
Amber Metdepenningen (Tess (joven))
Femke Van der Steen (Tess (adulta))
Simon Van Buyten (Laurens (adulto))
Charlotte Van Der Eecken (Elisa (joven))
Anthony Vyt (Tim (joven))
Matthijs Meertens (Laurens (joven))
Año: 2023
Duración: 111 min.
País: Bélgica
Director: Veerle Baetens
Guion: Veerle Baetens, Maarten Loix. Libro: Lize Spit
Fotografía: Frederic Van Zandycke
Música: Bjorn Eriksson
Género: Drama
Distribuidor: VerCine
Tráiler de 'El deshielo'
Dónde se puede comprar la novela
- Spit, Lize (Autor)
Sinopsis
Basada en la novela "Het Smelt" de Lize Spit, la película nos sumerge en la vida de Eva, quien regresa a su pueblo natal arrastrando un bloque de hielo en el auto, desenterrando los recuerdos de un verano desbordante y tumultuoso. En medio del invierno, Eva confronta a su pasado y a aquellos que la atormentaron, desentrañando secretos enterrados mientras el frío exterior se mezcla con el calor de una narrativa intensa y emocional. (VerCine)
Dónde se puede ver la película en streaming
La podredumbre del deseo
El espectador de El Deshielo deberá armarse de arrojo para ver una explícito viaje a la bajeza moral más extrema y enfermiza, donde abundará la depravación por encima de todo y de todos. Unos personajes ligeramente arquetípicos pero bien trabajados, forman un círculo protagónico con un eje central en una preadolescente (Rosa Marchant), la cual deberá moverse por esos extraños caminos que le plantean sus mal llamados amigos, pero en los que todos se atisba el mismo final.
El que juega con fuego terminará por quemarse, pero, ¿y si el fuego se alberga allá donde no podemos verlo? ¿Y si se oculta entre la frondosa maleza de la amistad? ¿Y si el fuego no es consciente de quemar? El tratamiento de la inocencia, la infancia y el paso a una adultez sumida en la podredumbre, dan luz a un oscuro camino que deberá salir a la luz. Todos los planteamientos que nos lanza la cinta, son resueltos por la misma de distintas maneras, pero poco satisfactorias y previsibles en cierta manera.
El planteamiento de El Deshielo es certero, nos mantiene conscientes de lo que vemos, aunque nos deja entrever demasiado pronto lo que veremos, haciendo que pierda impacto sus escenas de transición orgánicamente incorporadas. Aunque El Deshielo no nos empuja a desarrollar convicciones respecto a los personajes, este enturbia tanto su temperamento, que deja una sensación extrañamente ambigua en quien lo percibe.
Por una parte, esa humanidad que persistentemente se marchita, contrasta fuertemente con un reforzamiento de la característica humana de los protagonistas, originando una paradoja donde se difumina la pluma con trazo ligeramente grueso y el terror de una realidad palpable. A los niños protagonistas no se les da un espacio suficientemente grande para expandirse, y por tanto han de usar caracterizaciones para llenar el vacío de un guion algo acelerado, que por el contenido dramático del mismo, necesitaba algo más de pausa y serenidad.
Una violenta ejecución para una violenta cuestión
La trama, navega algo rápido por el escabroso mar del abuso, la violencia, el abandono y la depravación sexual, pero de una manera que hace que el espectador no sienta que se le está dando un discurso, hasta llegar a la mitad del metraje. Donde El Deshielo comienza a decaer es a partir de la segunda mitad de la, donde esta comienza a hacer aguas y se nos escupe en la cara la violencia y agresividad que la cinta crítica. Varias escenas, que pese a contribuir en el entendimiento general, parecen gratuitamente explícitas, llegando a ser desagradablemente crueles con quien las visiona.
Quizá otra manera de filmarlo le hubiera añadido dramatismo y disminuido el asqueamiento que se siente al verlas, como otros cineastas han conseguido. Por citar un ejemplo, esto lo ejecuta perfectamente Carlos Vermut en Mantícora, utilizando el fuera de campo en las secuencias más escabrosas, incidiendo y haciendo crecer la inquietud que estas nos provocan.
Si algo se hace especialmente notable, es la sorprendente actuación de los niños, que forman un más que creíble repertorio de trastornados que con su interacción con los demás, forman un carácter propio únicamente aportado por la actuación de estos. Destacar especialmente el trabajo de Rosa Marchant, que con tan solo trece años, hace de cada plano un espacio para crecer actoralmente, entendiendo excelentemente su personaje y llevándolo al límite de manera orgánica.
Conclusión de 'El Deshielo'
El Deshielo no parece una mala cinta al fin de su visionado, pero con su análisis en profundidad vemos como va perdiendo fuerza y cae por su propio peso. Con un buen planteamiento y unas sólidas actuaciones, la cinta nos sitúa en lugares donde no queremos estar, pero más por una incomodidad forzada que por lo escabroso de su trama.
Reportaje de El Deshielo en Días de Cine TVE
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