El gran fondo, es una serie noruega de tono humorístico que nos muestra, de forma sarcástica, el día a día de los gestores de El Fondo del Petróleo. Se trata de un fondo soberano, o sea de propiedad estatal, que luego  empleará los beneficios (en el caso de Noruega) en sostener el estado de bienestar. Los directores de la serie son Harald Zwart (Cazadores de sombras: Ciudad de hueso, The Karate Kid) y Petter Holmsen. Los principales protagonistas son Thomas Gullestad (El cadáver, El duodécimo hombre) y Kathrine Thorborg Johansen (Borning: Asfalto en llamas, Terremoto). Consta de 10 episodios de 25 minutos de duración. Tras su paso por el festival Séries Mania, se podrá ver en España a través de Filmin a partir del 16 de marzo.



El Gran Fondo

Crítica de 'El Gran Fondo'

Ficha Técnica

Título: El Gran Fondo
Título original: Oljefondet

Reparto:
Håkon T. Nielsen (Vidar Wilander)
Evelyn Rasmussen Osazuwa (Anna Smythe)
Marit Andreassen (Bjørg Heistad)
Thomas Gullestad (Per Grepp)
Kathrine Thorborg Johansen (Kathrine Holand)
Elias Holmen Sørensen (Odd Stormoen)
Cecil Elmore Jr. (Agente del servicio secreto)
Petter Jørgensen (Guardia en la bóveda)
Edward Saszko (El guardaespaldas de Yanokovich)
Harald Sørlie (Bjørnar Kleppan)

Año: 2018
Duración:
País: Noruega
Director: Harald Zwart, Petter Holmsen
Guion: Harald Zwart, Tom Gulbrandsen, Petter Holmsen
Fotografía: Feliksas Abrukauskas, Hallgrim Haug, Martin Jørgensen Edelsteen
Música: Zach Robinson
Género: Comedia dramática
Distribuidor: Filmin

Filmaffinity

IMDB

Tráiler de 'El gran fondo'

Sinopsis

Esta comedia ambientada en los 90 se ríe del choque entre el cinismo del capitalismo y la moral socialdemócrata irrumpiendo en el mayor fondo soberano del mundo, el Fondo de Pensiones de Noruega. Basada en testigos de funcionarios reales, la serie pone el foco en la desmesurada complejidad a la que se tiene que enfrentar a diario el director ejecutivo del fondo, un desvergonzado agente de bolsa que carece de cualquier ápice de sentido común y ética. (Filmin)

Dónde se puede ver la serie



El Fondo del Petróleo

Para llegar al quid de la cuestión de El gran fondo, hay que conocer previamente algunos aspectos. Noruega tiene grandes reservas de petróleo, cuyas exportaciones producen unas ganancias que van a parar a un fondo que es propiedad del estado. Lo que se conoce como un fondo soberano. Con el dinero del fondo se hacen inversiones para tratar de obtener beneficios, que se emplean en sostener el elevado estado del bienestar noruego. Este fondo se conoce popularmente en el país nórdico como el Fondo del Petróleo, y unos de sus fines más importantes es asegurar el futuro de unas buenas pensiones.

Per Grepp (Thomas Gullestad) es el encargo de invertir el dinero del fondo tratando de obtener la máxima rentabilidad. La cuestión es que a la hora de invertir lo hace guiado, en numerosas ocasiones, sin un elevado sentido de la ética. De tal modo, que invierte en empresas vinculadas al negocio de las armas, que mantienen mano de obra infantil o son inescrupulosas con el medio ambiente... Pero aun así los resultados del fondo son óptimos. No obstante, ante el escaso bagaje moral de Per, se decide introducir a una Directora de Ética en el fondo, Kathrine (Kathrine Thorborg Johansen). Su misión será controlar que el dinero del fondo se invierta en empresas que sean un dechado de buena praxis.

La serie, ni más ni menos, es una pugna entre Per y Kathrine. El primero, representa la supremacía del beneficio por encima de todo, la faceta individualista, un capitalismo casi puro. Ella, por su parte, es el aldabonazo de conciencia, prefiere una economía moral, y es la vertiente socialdemócrata de la sociedad noruega. Aunque no lo parezca, El gran fondo es una comedia. Y, como veremos, bastante divertida.

El gran fondo
© www.lukaspictures.com

Guerra en la oficina

El gran fondo, basa sus dotes cómicas en una guerra de ideales, que se ve refrendada en una serie de continuos sabotajes cruzados entre Per y Kathrine. Per tratará de invertir en empresas de alta rentabilidad pero bajo calado moral, pero sus intentos se enfrentan a la labor de obstrucción de Kathrine. A veces es justo al revés y Per pondrá la zancadilla a la Directora de Ética. El antagonismo llega a tal nivel, que acaba produciendo situaciones hilarantemente absurdas. Ojo, entre otras lindezas, al intento por ofender a los suecos de Volvo, o a la etílica negociación con una empresa rusa.

No obstante, no toda la serie se basa en un tira y afloja meramente económico. Hay un regusto a The office, donde el humor pone el acento en las pequeñas absurdeces de un entorno laboral. Un ejemplo muy arquetípico es el episodio dedicado a la fiesta de navidad. Hay buenos secundarios, como el simpático Odd (Elias Holmen Sørensen), la mano derecha de Per, Bjørg (Marit Andreassen), la jefa del fondo, o la becaria Anna (Evelyn Rasmussen Osazuwa).

El ritmo de la serie es ágil, rápido y certero. Los diálogos son ingeniosos y son capaces de poner en solfa las exageraciones y obcecaciones de los protagonistas. Además, los guiones son los suficientemente ingeniosos como para no recurrir a aspectos soeces u obvios. Más allá de las cuestiones éticas y económicas, hay un divertido factor humano que hace que asuntos de altos vuelos financieros nos resulten cercanos. Es un vitriolo con buen gusto y guante de seda. Pero también hay cuestiones personales sobre el compañerismo, las apariencias, la gestión de los egos...

Oljefondet
© DPLAY

La gente de El gran fondo

Uno de los aciertos de El gran fondo es que los personajes nos son empáticos, incluso los más amorales o arteros tienen elementos que hace que no los rechacemos de plano. Porque además no es una serie maniquea. Ni Per es un monstruo sediento de beneficios y rentabilidad, ni la honestidad de Kathrine será siempre acrisolada. Digamos, que El gran fondo ofrece una visión satírica sin hacer sangre. Vuelan los puñales continuamente, pero siempre hay un toque humano colindante, además, con el buen humor.

Las actuaciones dan en el clavo. La química entre los personajes de Per y Kathrine es idónea y sus discusiones y diferencias incluso recuerdan a algunas situaciones de la comedia clásica. A veces El gran fondo roza el peligro de caer en la salida fácil de usar el tópico del romance de oficina, basándose en que los extremos se atraen. Sin embargo, no es un factor que tenga demasiado peso específico. Quizá en el debe del guion pueda señalarse algún lugar común, como que los estadounidenses aparezcan representados como unos cazurros sin ápice de integridad.

Pero en líneas generales el texto es ingenioso, divertido e incluso didáctico. Particularmente para los desconocedores de algunos mecanismos de la sociedad noruega. Decía Ortega y Gasset que la claridad es la cortesía del filósofo. En El gran fondo, se dirimen cuestiones sobre lo colectivo y lo individual, sobre los pros y los contras de los sistemas políticos, y otras sesudas cuestiones. Pero todo ello nos es contando de forma amena y divertida, y con buenos personajes como refrendo.

El gran fondo
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Conclusiones de 'El gran fondo'

Por formato, por guion y por personajes, El gran fondo es una serie interesante y fácil de ver. Utiliza un reconfortante e inteligente sarcasmo capaz de hacernos reír sin que se nos hurten oportunas reflexiones sobre la ética en la economía, y su repercusión en el bien común. La factura es sencilla y elegante, dando lugar lugar a una sátira divertida que además no olvida el factor humano de los personajes. Una agradable sorpresa, en definitiva.

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