El jinete pálido se trata de una de las cuatro incursiones de Clint Eastwood, como director, en el western. Toma como referente al clásico de George Stevens Raíces profundas (1953). Obtuvo un considerable éxito de taquilla al recaudar 41 millones de dólares, frente a los 7 de presupuesto. Partícipó en el Festival de Cannes de 1985, y se convirtió en un reflote del western, cada vez más marginal a mediados de los ochenta.
Crítica de 'El jinete pálido'
Resumen
Ficha Técnica
Título: El jinete pálido
Título original: Pale Rider
Reparto:
Clint Eastwood (El predicador)
Sydney Penny (Megan Wheeler)
Michael Moriarty (Hull Barret)
Chris Penn (Josh LaHood)
Carrie Snodgress (Sarah Wheeler)
Richard Dysart (Coy LaHood)
John Russell (Stockburn)
Richard Kiel (Club)
Billy Drago (Diputado Mather)
Doug McGrath (Spider Conway)
Año: 1985
Duración: 113 min.
País: Estados Unidos
Director: Clint Eastwood
Guion: Michael Butler, Dennis Shryack
Fotografía: Bruce Surtees
Música: Lennie Niehaus
Género: Western
Distribuidor: Warner Bros Pictures
Tráiler de 'El jinete pálido'
Donde se puede comprar la película
- Carrie Snodgress, Sidney Penny, Doug Mcgrath (Actores)
- Clint Eastwood (Director)
- Calificación de la Audiencia: Mayores de edad
Sinopsis
Un pequeño pueblo californiano de buscadores de oro se ve extorsionado por los pistoleros a sueldo del cacique del lugar. Una niña eleva una plegaria al cielo suplicando a alguien que los defienda. Su respuesta es un misterioso personaje, mitad pistolero, mitad predicador, que surge de la niebla para pararle los pies al cacique.
Premios
- Festival de Cannes: Nominada a la Palma de Oro (mejor película). 1985
Donde se puede ver la película
David contra Goliat
El punto de partida de El jinete pálido es una de las premisas esenciales del western. Unos humildes y pacíficos colonos se enfrentan a un gran cacique que no dudará en emplear métodos de dudosa calaña moral para expulsarlos de los territorios que ocupan y quedarse con todas las tierras, en este caso, con probabilidad de encontrar oro. Uno de los líderes de la comunidad de colonos es Hull Barret (Michael Moriarty), enamorado de la viuda Sarah Wheeler (Carrie Snodgress). El asentamiento de colonos acaba de sufrir una violenta incursión por parte de los hombres del malvado Coy LaHood (Richard Dysart), el poderoso dueño de casi todas las zonas auríferas de la región. Solo se le resisten el grupo de colonos, que se niegan a vender sus tierras a LaHood.
Y entonces se obra, digamos, una especie de milagro. Mientras Hull se acerca al pueblo cercano a por provisiones, es atacado por esbirros de LaHood, pero llega alguien al rescate. El jinete pálido (Clint Eastwood). Se trata de un misterioso predicador que apaliza a la pandilla de maleantes y salva a Hull. La presentación de El Predicador (Clint Eastwood) es asimismo una perfecta definición del personaje. Aparece súbitamente, de manera misteriosa, conjurado de la nada. Su identidad es incierta y su origen un auténtico misterio. De hecho, no se nos revela su nombre, algo seguramente heredado por Eastwood de la Trilogía del Dólar de Sergio Leone. Sencillamente, le llaman Predicador.
El defensor fantasmal
Es significativo que, cuando el Predicador llega al asentamiento de los colonos, Megan (Sidney Penny), la hija de Sarah, esté leyendo un pasaje del Apocalipsis donde se habla de un jinete pálido como un símbolo de la muerte. De ahí el sentido del título. Uno de los indudables atractivos de El jinete pálido es la misteriosa naturaleza del personaje interpretado por Clint Eastwood. Siempre hace acto de presencia de forma inesperada, silencioso, como al acecho. Su aspecto es adusto y sobrio hasta parecer inquietante; su apariencia, en determinados momentos, casi fantasmal.
El papel de Predicador se ajusta de forma perfecta a las capacidades actorales de Clint Eastwood. La presencia y el rostro férreos e imperturbables del actor californiano son ideales para el empaque rotundo y misterioso del personaje. Acaso El jinete pálido sea uno de los papeles más apropiados de la carrera de Eastwood. El Predicador, por otra parte, se nos presenta como alguien ambiguo, incluso a niveles metafísicos. Tras ver algunas heridas antiguas de bala en la espalda, no sabemos si se trata de una persona corriente, de una especie de ser de ultratumba o un espíritu vengador encarnado.
El cometido de el Predicador no solo será proporcionar defensa a base de golpes o disparos, también actuará sobre la mentalidad del grupo tratando de insuflar coraje y unión frente a la amenaza de LaHood. Por añadidura es, por lo tanto, un guía espiritual. Además, obrará otros efectos sobre algunos colonos. Megan se enamorará de él de una forma pueril (tiene quince años), dando lugar a una subtrama más íntima de desengaño, como guarnición de la historia principal. Por si faltaba poco Sarah, su madre, también comienza a sentir un vínculo extraño con él. El Predicador, pese a su frialdad, es un catalizador de emociones.
El Oeste según Clint Eastwood
El Oeste de Clint Eastwood pasa por ser violento y oscuro. En su imaginario se ve desde el principio de su carrera el gusto por lo áspero y lo tétrico. Infierno de cobardes (1973) ya anticipa algunos elementos de El jinete pálido, pero de una forma menos pulida y más demencial; casi bordeando el terror psicológico en algunos momentos. El fuera de la ley (1976), mantiene las esencias violentas y salvajes, combinándolas con una trama de venganza. Sin perdón (1992) es la perfección del western otoñal y una de sus películas más célebres. Posee además uno de los finales más arrolladores del género.
En lo que a El jinete pálido se refiere, Clint Eastwood vuelve a recurrir a la ambientación tétrica. Para ello escoge localizaciones desoladas, donde se palpa la sensación de soledad, y los enmarca dentro de un ambiente nuboso, gris, algo inquietante. La atmósfera se vuelve aún más densa debido al ejemplar uso del silencio, dejándose solo escuchar la banda sonora cuando es imprescindible. El mero rumor del viento crea un verosímil cuadro de desamparo. Lógicamente, este marco viene de perlas para que El Predicador, y alguno de sus antagonistas, se mueva por él.
Amalgama de influencias
A la hora de elaborar El jinete pálido, Clint Eastwood bebió de diversas fuentes. Sin duda alguna una de estas fuentes era el western clásico puro y duro. No por nada el argumento esta directamente inspirado por Raíces profundas. En este clásico un pistolero llamado Shane (Alan Ladd) llega justo a tiempo para defender a unos campesinos de los desmanes de un gran ganadero. Es un personaje más luminoso que el Predicador, y que desea dejar atrás su pasado de violencia como pistolero. Es visto, además, a través de los ojos de un niño de una forma heroica. Esa mezcla de necesidad de redención y de heroísmo no se ven en El jinete pálido. El Predicador es un personaje más oscuro, convirtiendo su propio enigma en parte sustancial de la película.
Además del clasicismo puro, se ven otras fuentes de inspiración en El jinete pálido. Por ejemplo, la desmitificación propia de Sergio Leone y Don Siegel. Se nota en su aspereza, oscuridad, y en la resolución de ciertas situaciones (como los duelos). Esta influencia no es extraña si tenemos en cuenta que Eastwood tuvo una fructífera relación como actor con ambos directores. Las actuaciones se adaptan a este patrón, cabiendo añadir a las ya dichas la del malogrado Chris Penn como el pérfido hijo de LaHood y la de John Russell como el ominoso pistolero Stockburn.
Conclusión de El jinete pálido
Con El jinete pálido Clint Eastwood condensó su concepción del western con una destreza y una maestría notables. Se trata de un Oeste desolado y casi fantasmal donde la epicidad de la lucha del débil contra el fuerte se convierte en una fuente de misterio. Reivindicable; lástima que la gran Sin Perdón haya opacado un poco la fama de uno de los grandes momentos de Clint Eastwood.
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