El Teatro de la Abadía de Madrid acoge El mar de Alberto Conejero y Xavier Bobés, construida a partir de textos recuperados de los niños de la escuela de Bañuelos de Bureba y de su maestro Antoni Benaiges, interpretado por Sergi Torrecilla.

A través de la historia del maestro rural Antoni Benaiges. La obra indaga en la justicia, la memoria y, sobre todo, en el poder transformador de la escuela.

El mar de Alberto Conejero y Xavier Bobés podrá disfrutarse en la sala José Luis Alonso del Teatro de la Abadía hasta el 26 de febrero. Paralelamente, el pasado 16 de enero, dentro del ciclo El faro de la Abadía, tuvo lugar el encuentro entre Alberto Conejero y la filósofa Marina Garcés titulado Teatro y Educación que está disponible online en el canal de Youtube del Teatro de la Abadía.



El mar

Crítica de 'El mar'

Ficha Técnica

Título: El mar
Título original: El mar

Reparto:
Xavier Bobés
Sergi Torrecilla

Duración: 65 min. apróx.
Dirección: Xavier Bobés y Alberto Conejero
Dramaturgia: Alberto Conejero, a partir de textos de las niñas y niños de la escuela de Bañuelos de Bureba, de su profesor Antoni Benaiges, Marina Garcés y Alberto Conejero.
Espacio escénico:
Pep Aymerich
Audiovisuales:
Albert Coma
Espacio Sonoro:
Julià Carboneras
Iluminación:
Jou Serra y Mario Andrés Gómez
Diseño de arte:
Anna Auquer
Pintura:
La Beren
Asesoramiento documental y fotografías:
Sergi Bernal
Testimonios del audio:
Documental El retratista de Alberto Bougleux y de Sergi Bernal
Alumna en prácticas de l’Escola Eòlia: Natàlia Jiménez
Producción ejecutiva:
Imma Bové
Con la colaboración de:
Martí Sales en la traducción de los textos al catalán.
Agradecimientos:
Familia Benaiges, Marina Garcés, Javier Iglesias, José Luis Bernaldo de Quirós, Elisa Rapado Jambrina, Carmen Agulló Díaz (Universitat de Valencia), Salomó Marqués i Sureda (Universitat de Girona), Alejandro Pérez Olivares (Universidad de La Laguna), Santiago Vega Sombría (Universidad Complu- tense de Madrid), Escola Eòlia, Àngel Canyigueral y Susana Roman y a todo el equipo del TNC que nos ha acompañado en todo el proceso.
Con el apoyo de:
ICEC, Institut Català de les Empreses Culturals, L’Animal a l’Esquena y Festival FITT de Tarragona
Producción: Teatre Nacional de Catalunya y Xavier Bobés

Tráiler de 'El mar' 

Sinopsis de 'El mar'

Esta es la historia de una promesa que no se pudo cumplir, la que hizo un maestro a sus alumnos. El maestro era Antoni Benaiges. Los alumnos eran los niños y niñas de la escuela rural de Bañuelos de Bureba, un pueblo de la provincia de Burgos. La promesa la hizo un día de invierno de 1936. Les prometió el mar.

En 1934 el joven maestro catalán Antoni Benaiges llega a la escuela rural de Bañuelos de Bureba, un pueblecito de Burgos. Pocos meses después paga de su bolsillo un gramófono y una rudimentaria imprenta. Desde ese primer curso, los niños y las niñas publican sus emociones, sueños y pensamientos.

En enero de 1936, publican El mar. Visión de unos niños que no lo han visto nunca. El librito «contiene, en formato de verso, más que prosa, las expresiones de los escolares de cómo se imaginan el mar, sus miedos y sus sueños». Ninguno de los niños había visto el mar. El maestro les promete que aquel mismo verano los llevará a Cataluña para que lo conozcan. El 25 de julio de 1936 Benaiges es fusilado. La promesa del maestro ya no se podrá cumplir.

La pieza - fruto de nuestro primer encuentro como creadores - propone un dispositivo en que los objetos, el poema y el material documental conviven sin jerarquías. (TEATRO DE LA ABADÍA). 



El mar
Foto de Teatre Nacional de Catalunya

La memoria como acto de justicia

Después de La piedra oscura (2013) y Los días de la nieve (2017),  Alberto Conejero vuelve a indagar en nuestro pasado reciente en El mar. El montaje conjuga lo lírico y lo documental, para devolver la voz a Antoni Benaiges, un maestro de una escuela rural asesinado al comenzar la Guerra Civil. Los dos cursos anteriores había creado una pequeña revista con una imprenta de tipos móviles. Con ello, logó promover la creatividad y la cooperación de aquellos pequeños, que nunca habían visto el mar.

El montaje pone en valor la palabra como herramienta transformadora y, sobre todo, los objetos recuperados, testimonio de un tiempo feliz, truncado por la guerra. Los pupitres, la pizarra, la pequeña imprenta y los textos de los niños y de las niñas de la escuela de Bañuelos de Bureba son los protagonistas. Sergi Torrecilla, que interpreta a Antoni Benaiges, es la voz que nos conduce con su monólogo a través de esas páginas perdidas de la historia. Una voz silenciada violentamente por aquellos que se sentían amenazados por su labor educadora.

La obra comienza con las palabras de la filósofa Marina Garcés, que Alberto Conejero convierte en poesía. Garcés ha hecho de la educación como herramienta emancipadora uno de sus centros de interés.  Así podemos leerlo en su ensayo Escuela de aprendices (Galaxia Gutenberg).

Teatro de la Abadía
Foto de Teatre Nacional de Catalunya

La poética de los objetos

Xavier Bobés permanece en todo momento en escena acompañando a Sergi Torrecilla. El creador escénico da vida a los objetos en una coreografía que potencia su valor simbólico. Hace un uso dinámico de una cámara que se mueve entre los objetos y se proyecta en directo, en ocasiones con animaciones. Esto tiene un efecto inmersivo y con un punto onírico, muy bello y original, sin dejar de lado el aspecto documental.

En este sentido, cabe además destacar la labor de documentación de Sergi Bernal. Logra recuperar y traer al presente los ejemplares de las revistas escolares, las fotografías y los testimonios reales de los que fueron los alumnos de Antoni Benaiges. Resulta emocionante escuchar las redacciones de aquellos pequeños que imaginan el mar que nunca han visto. Lo imaginan grande, ancho y hondo, como sus propios sueños.

El mar
Foto de Teatre Nacional de Catalunya

Conclusión

El mar es una bellísima propuesta que conjuga lo lírico y lo documental, recuperando la historia de Antonio Benaiges, uno de los muchos maestros de la República asesinados al principio de la Guerra Civil. Con una puesta en escena exquisita, que pone en valor los objetos reales recuperados, y la interpretación magistral de  Sergi Torrecilla, es imposible no emocionarse ante la silla vacía maestro y no preguntarse qué habría sido de nosotros si ese proyecto educativo no se hubiera visto truncado por el horror. Una joya que entiende la memoria como un acto de justicia.

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