"El móvil": Ni príncipes azules ni pollas, nunca mejor dicho

El móvil nos presenta a Vanessa. Se ha roto una pierna y sus amigas deciden pasar la tarde con ella para animarla y ayudarla en su tránsito de la movilidad habitual a la pelea constante con la realidad siniestra que significan las muletas. De pronto, Vanessa se da cuenta de que su novio se ha dejado el móvil olvidado en casa. ¿Y eso es un problema? No. En principio, no. No lo es. Al menos, hasta que una mujer, entre interferencias, llama preguntando por él y, al responder Vanessa, cuelga.

¿Quién es esa extraña mujer? ¿Es natural dudar de la fidelidad del novio en cuestión? ¿Se puede considerar lícito intentar echar un vistazo – inocente, claro – al móvil? ¿Es de buenas personas contratar a un hacker en la deep web para que lo desbloquee? ¿Y qué pasa cuando los ánimos se crispan? ¿Y cuando la neurosis nos lleva a sospechar de todo el mundo? ¿O cuando sin querer terminas agrediendo a una de tus mejores amigas? Oye, pero una agresión pequeñita, nada, una tontería; una agresión de andar por casa. Nada que una amiga no puede perdonar… si sobrevive, claro. (TEATRO LARA).

A golpe de carcajada

Muchas veces se llega a decir que las comedias protagonizadas íntegramente por mujeres, no funcionan o que simplemente no tienen gracia; esta  es una obra, que pone en evidencia esa gran falacia que algunos aún siguen manteniendo. El móvil es una de las comedias teatrales más divertidas a las que este servidor ha podido asistir en estos últimos meses. Desde que comenzó la función, todo el público que asistimos a dicha función en la Sala Lola Membrives  del Teatro Lara, no pudimos parar de reír durante los 80 minutos que duraba la obra. Uno de los motivos puede deberse, a que dicha obra no se toma muy en serio.  Ramón Paso no se ha preocupado en desarrollar personajes femeninos políticamente correctos, sino que se ha dado la libertad artística de construir personajes más acordes con la realidad.

El lenguaje con el que se expresan las protagonistas, es el mismo con el que una joven española se expresaría en la actualidad. Las protagonistas llegan a decirse de todo a lo largo de la obra y aun  así se consigue hacer reír al público; porque el contexto importa y es por ello que en esta obra escuchamos términos como “puta”, “zorra” o “calientapollas” y no llegan a ser para nada ofensivos de cara al público.

Distintos tipos de comedia

Algo que llega a ser sorprendente sobre El móvil, es la mezcla tan variopinta de distintos tipos de comedia de las que hace uso. Tiene ese humor inteligente y lleno de sátira con el que Ramón Paso nos tiene acostumbrados, pero al mismo tiempo juega con la estupidez de varios de los personajes; en particular el personaje de Eva Bonald. Del mismo modo, la obra tiene mucho de slapstick en su tramo final; un tipo de comedia, que es un arte en sí mismo (sino que se lo digan a Chaplin o Keaton) y que en El móvil funciona a las mil maravillas.

Acabas presenciando situaciones tan surrealistas, que lo único que te sale de dentro es reírte como si no hubiera un mañana. Cada una de las actrices consiguen hacerte reír de una forma o de otra a través de sus personajes, peo hay una de ellas que destaca por encima de todas, Ana Azorín; sus ocurrencias, sus reacciones, sus réplicas…Todo lo que hace esta mujer lo hace bien, ya sea comedia, drama o lo que sea.  Sin duda es la que acaba brillando más en la obra y teniendo un papel más importante dentro de ella, tanto a nivel cómico como emocional.

El paso del tiempo

Más allá de  la locura y el  caos de la obra, El móvil alberga un mensaje muy profundo y reflexivo detrás. El cómo ha cambiado la manera de relacionarnos los unos con los otros y como nos hemos olvidado de todo aquel que no fuéramos nosotros mismos. El móvil es una mera alegoría, de la agitada vida que vivimos la mayoría de personas en la actualidad. Esta comedia nos muestra una verdad algo incomoda y es la de que nos  hemos vuelto más egoístas y herméticos con el paso del tiempo. Las redes sociales han alimentado nuestro ego y vanidad, haciendo que nos olvidemos por completo de lo que realmente vale la pena en la vida; en el caso de El móvil, la amistad.

Hemos perdido la facultad de escucharnos de verdad los unos a los otros; algo normal en cierto modo, ante tanto ruido a nuestro alrededor. Al final es este el mensaje principal que trasmite esta comedia, más allá de su surrealista y desternillante trama. El darse cuenta de lo desconectadas que han estado las protagonistas las unas de las otras y como no han sabido estar de verdad cuando se necesitaban.  Ese es el punto de inflexión con el que juega Ramón Paso y que  hace que esta comedia se eleve, más allá  de lo puramente humorístico.

Conclusión

El móvil es una comedia teatral que te hará llorar de la risa con la locura que presenta. Una comedia de chicas tremendamente divertida y en las que todas hacen un gran trabajo interpretativo. La obra no pretende ser en ningún momento políticamente correcta y tampoco se toma demasiado enserio. El móvil mezcla distintos tipos de comedias, pasando por un humor inteligente y acido hasta la comedia del slapstick. Una obra en la que pasa absolutamente de todo, en la que no llegas a saber ni por asomo cual va ser el desenlace. Si estáis por Madrid este final de año  y principio del próximo, no dudéis en pasar por el Teatro Lara, para divertiros con esta magnífica comedia teatral.

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