Pablo Barce presenta su candidatura a Mejor cortometraje de ficción de los próximos Premios Goya 2020 con El nadador, obra apoyada en la actuación de Taha el Mahroug y que puja fuerte por el celebérrimo premio otorgado por la Academia de las artes y las Ciencias Cinematográficas de España.
Crítica de 'El nadador'
Resumen
Ficha Técnica
Título: El nadador
Reparto:
Taha el Mahroug (Hakim)
Mario Zorrila (Manuel)
Morad el Jaouhari (Padre)
Ghita Taha (Madre)
Año: 2019
Duración: 18 min.
País: España
Director: Pablo Barce
Guion: Pablo Barce, Sergio Barce
Fotografía: Jorge Roig
Género: Drama
Productora: Dexiderius Producciones Audiovisuales S.L
Sinopsis de 'El nadador'
Un chico se lanza al mar sin echar la vista atrás. Cada respiración es un recuerdo; cada brazada, algo más de esperanza. (FILMAFFINITY)
Premios
- Premios Goya: Nominado a Mejor cortometraje de ficción. 2019
Quién le iba a decir a Pablo Barce que El nadador le iba a dar tantas alegrías... Usual montador de cortometrajes, Barce ha decidido al fin ponerse tras la cámara. Presumible, por cierto, gran decisión dada su nominación a los Premios Goya del recién estrenado año, así como para los premios ASECAN.
A pesar de ser debutante en la dirección, lleva casi una década sumergido en el mundo audiovisual. Desde la silla del montador ha trabajado muy recientemente en la película documental 'Ruibal, por libre' de César Martínez Herrada. Y es que, en mi opinión, El nadador, a expensas de su ficcionalidad, es casi una prolongación de su relación con el género documental.
Taha el Mahroug y el cast de 'El nadador'
Barce confía en Taha el Mahroug para ser Hakim. El joven y racial actor ofrece un papel serio, correcto. Encabeza un cast adecuado, suficiente y, en definitiva, fundamental. Además, el -ahora- director malagueño carga de emoción el cortometraje mediante la conexión empática que trata de generar entre los personajes y el público. Utiliza, de hecho, todos los recursos que están a su alcance, aunque su mayor arma es el conocido contexto social en el que se enmarca.
La dirección de Pablo Barce
Barce introduce la cámara por entre las rendijas de la vida de Hakim, inmiscuyéndose en todas sus facetas descaradamente cotidianas. La cámara en mano sugiere intimidad, a la vez que externaliza su inspiración documental. Un recurso absolutamente apropiado y en consonancia con la crítica social que da sentido al cortometraje.
A menudo rompe el fondo, dándole personalidad y creando planos con poca profundidad de campo, concentrando aún más nuestra atención en Hakim y su círculo. Los colores fríos del mar, del puerto y de su casa y el gris de la ciudad conforman su paleta. En conclusión, una realización sobria y con mucho sentido.
¿Flashbacks? ¿Racconto?
En cambio, tengo mis duda en cuanto al sentido del montaje en relación con la linealidad temporal. Quizá sea yo que tenga una percepción torpe o una capacidad comprensiva corta o que me pillase en hora bajas, pero esta especie de construcción en tono de flashback, o más bien de racconto, me tuvo bastante confundido.
Creo comprender el uso metafórico de la brazada y de la respiración que enuncia la sinopsis -que he leído a posteriori-, pero, personalmente, lo encuentro ineficaz. Quizás narrativamente si que tenga sentido y el problema sea su ejecución. No estoy seguro. Eso sí, se pierde parte del mensaje y termina por reducir su impacto.
Conclusión
A pesar de ello, El nadador se postula como serio candidato a Mejor cortometraje de ficción y no es de extrañar dada su calidad intrínseca. Evidentemente no es perfecto, pero nada lo es. Sin embargo, en conjunto, es indudablemente un notable cortometraje que convierte a Pablo Barce en un realizador a vigilar.
¿Será suficiente para llevar al debutante hasta su primer Goya como director?
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