El Segundo Entierro de Alejandrino es el primer largometraje del director colombiano Raúl Soto Rodríguez; Un documental de contemplación sobre el pueblo Emberá que relata la travesía de Teresa por brindarle un segundo sepelio a su esposo muerto, Alejandrino Capuria, pues así se lo ha él pedido a través de un sueño.
Premiado con incentivos en la edición número 59 del Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias (FICCI) y en el 34 Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG), esta ópera prima aún no tiene fecha de estreno en territorio español.
Crítica de 'El segundo entierro de Alejandrino'
Resumen
Ficha Técnica
Título: El segundo entierro de Alejandrino
Título original: El segundo entierro de Alejandrino
Reparto:
Año: 2021
Duración: 75 min.
País: Colombia
Director: Raúl Soto Rodríguez
Guion: Raúl Soto Rodríguez
Fotografía: David Horacio Montoya
Música:
Género: Documental
Distribuidor:
Tráiler de 'El segundo entierro de Alejandrino'
Sinopsis
La vida y la muerte son dimensiones de la existencia unidas en el mundo de los sueños en la comunidad Emberá Eyabida. Cuatro años después de su muerte, el chamán Alejandrino Carupia visita en sueños a su esposa Teresa Bailarín y le pide un nuevo entierro. Al desenterrarlo, Teresa encuentra su cuerpo momificado. Ahora, ella debe preparar los rituales necesarios para cumplir el deseo de su esposo de darle sepultura en su pueblo. Mientras tanto, algunos miembros de la comunidad temen que el espíritu de Alejandrino se convierta en un “aribadá”, un ser que daña cosechas, causando enfermedades y la muerte.
La ausencia de artificio
El Segundo Entierro de Alejandrino inicia con un par de títulos aclaratorios con respecto al argumento de la película y la cultura de la comunidad protagonista. La obra se vale de este recurso para contextualizar al espectador, desprendiéndose de la necesidad de entorpecer y desnaturalizar el relato más adelante para conseguir estas aclaraciones en boca de los protagonistas.
A pesar de lo dramático que puede sonar el argumento, El Segundo Entierro de Alejandrino está muy lejos de ser una propuesta basada en la apelación emocional o la construcción de una épica excesivamente sublime. Este documental es una pieza de valor cinematográfico y antropológico que se inclina más por ser testigo de una composición social y cultural.
La película abandona la idea de la creación y la imaginación como marcas del autor, permite a la realidad fluir de forma natural, sin artificios ni grandes espectáculos exóticos que atraigan la atención de un público masivo. Así es, llega el momento de esa siempre extraña aclaración “No es para todo el mundo”, y es que Raúl Soto Rodríguez parece decirle que no a la idea de crear un producto con una narrativa fácilmente digerible para, en lugar de esto, capturar la densidad del tiempo y las expresiones de una comunidad en imágenes que no necesariamente se suceden entre ellas, sino que se aglutinan.
Un marco ancestral de sueños e interpretaciones
Un detalle no menor en la lectura de El Segundo Entierro de Alejandrino es que el hombre mencionado en el título es el chamán muerto de la comunidad. Hecho que posibilita una dimensión más mística y reflexiva para el relato. Con esta aclaración, el viaje que emprenden esposa, familia y comunidad para materializar el deseo de Alejandrino se convierte en una declaración de resistencia étnica y empoderamiento del conocimiento ancestral por encima de las lógicas occidentales con respecto a la muerte.
Este periplo retrata la belleza intransitable de los paisajes antioqueños (Colombia) pero prescindiendo de la romantización de la ruralidad y enfocándose en su crudeza. Enfatizando aún más la importancia cultural y el orgullo que la tarea tiene para la comunidad, puesto que no se trata sólo de un viaje largo, sino de recorrer un terreno hostil para cumplir con el deseo póstumo de Alejandrino.
Pero no toda la obra se trata del tránsito, durante el primer tramo se nos presenta el hogar de Teresa, esposa del difunto Alejandrino. Los diálogos de la viuda en este estático escenario son el medio para narrar los hechos trágicos que significaron la muerte de su esposo y al mismo tiempo dibujar el abandono, contexto y cotidianidad a través de la imagen.
Conclusión de 'El Segundo Entierro de Alejandrino'
El Segundo Entierro de Alejandrino es un ejercicio documental que no pretende crear una línea explicativa sobre la comunidad del pueblo Emberá donde acontecen los hechos, tan sólo exhibir desde el respeto las dinámicas, creencias e interpretaciones de esta población.
El documental no es una anécdota, es un retrato de lo que transitó frente a la cámara de Raúl Soto Rodríguez durante el rodaje; no hay una significación para estos gestos, tan sólo los gestos y el respeto por su presencia. Un relato denso donde cada camino, palabra y rostro son una capa audiovisual para expandir la experiencia.
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