Las Niñas de Cádiz llegan con El viento es salvaje al Real Coliseo Carlos III en San Lorenzo de El Escorial a las 20:30 horas, el 19 de septiembre. Los Premios Max 2020 la reconocieron como Mejor Espectáculo Revelación. Esta pieza es una reflexión sobre los celos, la culpa, la suerte, aderezada con el humor que nace del dolor. Asimismo, cabe destacar que esta compañía combina la cultura popular y la tradición cultura, uniéndolos con la comedia como sello de identidad.
'El viento es salvaje' llega al Real Coliseo Carlos III
El domingo 19 de septiembre el teatro Real Coliseo Carlos III (San Lorenzo de El Escorial) acoge El viento es salvaje, la versión libérrima e hilarante que la compañía Las Niñas de Cádiz hacen de los personajes trágicos grecolatinos Fedra y Medea de Eurípides. Tras abordar en 2018 la comedia griega en su montaje Lysístrata (2500 años no es nada), adaptación libre del clásico de Aristófanes, la agrupación vuelve a los griegos adentrándose en esta ocasión en el género de la tragedia.
En El viento es salvaje, obra reconocida con el Premio Max a Mejor Espectáculo Revelación en 2020, Fedra y Medea hablaban con acento andaluz, carecen de peplos y túnicas azafranadas, viven vidas aparentemente anodinas en el Cádiz actual, rodeadas del perturbador viento de Levante, el coro de los vecinos, la flauta del afilador, la presencia de un circo en las afueras de la ciudad… Elementos que presagian la fatalidad. Dos heroínas al sur del Sur. Sin embargo en Las Niñas de Cádiz la tragedia está entretejida con la risa, una risa a veces amable y otras transgresora.
“El viento es salvaje es una reflexión, lúdica y jonda a la vez, sobre la suerte, sobre los celos y la culpa, las pasiones y los amores prohibidos”, señala la compañía. “Al contrario de lo que sucedía en Lysístrata, el humor tiene aquí una raigambre resquebrajada, dolorosa… Podemos decir que con nuestra Fedra y nuestra Medea, el humor se hace mítico y jondo, y por el contrario la tragedia adquiere una dimensión cotidiana”.
El verso y la interpretación
Las Niñas de Cádiz han querido en esta ocasión que el peso de la función recaiga en el texto y en la interpretación de unas actrices que no abandonan nunca el escenario. La puesta en escena es así austera y parte del verso (creación de Ana López Segovia) recitado o cantado. De esta manera, marca el ritmo impasible de la tragedia. Estrofas denominadas cultas por la tradición literaria como el soneto, la lira, los tercetos, los pareados o la décima conviven con las populares como el romance, la quintilla, o las cuartetas típicas del romancero carnavalesco gaditano.
Las Niñas de Cádiz deben su nombre a las Puellae Gaditanae, artistas del Imperio Romano, y tienen su origen en La Chirigota de las Niñas. La compañía fusiona la cultura popular y la tradición culta, siempre con el humor como seña de identidad.
El viento es salvaje han contado con la asesoría del director, actor y dramaturgo José Troncoso. Además, Ana López Segovia, junto a Troncoso dirige la obra. El vestuario estilizado y minimalista corre a cargo de Miguel Ángel Milán; el espacio sonoro es de Mariano Marín; el diseño de Iluminación de Agustín Maza. El aliento épico de la obra lo aportan las canciones Señor de Nervión, de Francisco Ortiz Morón y Francisco J. Serén, interpretada por la Banda de cornetas y tambores de Nuestra Señora del Rosario de Cádiz, y Wild is the wind, en versión de Nina Simone.
FUENTE CULTPROJECT
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