Albert Folk dirige Els que callen, cortometraje de ficción inspirado en el caso de Rosario Endrinal. En 2005 la indigente fue quemada en la sucursal de banco en la que dormía, por tres jóvenes en el barrio de Sant Gervasi, en Barcelona. Sin duda, ha sido uno de los casos que más conmocionó a la sociedad española por el nivel de violencia perpetrado y la edad de los acusados. Por tanto, con este proyecto se plantean diversos temas en torno al crimen principal. También hay que destacar que ha estado presente en varios festivales, como el Festival de Cine de Huesca 2020.



Els que callen

Crítica de 'Els que callen'

Ficha Técnica 

Título: Els que callen
Título original: Els que callen

Reparto:
Clara Segura (Judit)
Albert Salazar (Sergi)
Miquel Gelabert (Abogado)

Año: 2020
Duración: 18 min
País: España
Dirección: Albert Folk
Guion: Carla Gracia y Albert Folk
Fotografía: Sergi Canyellas
Género: Drama
Distribuidora: YAQ Distribución

Filmaffinity

IMDb

Tráiler de 'Els que callen'

Sinopsis de 'Els que callen'

Els que callen narra cómo una abogada con una vida personal complicada recibe el encargo de defender a uno de los acusados por el llamado "crimen del cajero", donde tres jóvenes quemaron a una mujer sin-techo. Un pacto con la acusación parece la solución más clara, pero cuando se encuentra con su cliente, éste se niega rotundamente a aceptar su culpabilidad. (YAQ DISTRIBUCIÓN).



Els que callen
Foto de YAQ Distribución

Todos son culpables

El 16 de diciembre de 2005 se produjo uno de los crímenes más mediáticos de los últimos 20 años y fue el de María Rosario Endrinal. Con un guion de Albert Folk y Carla Gracia, se muestra una recreación de los hechos en ficción, que busca el análisis de la psique de uno de los implicados. Sin embargo, lejos de quedarse en un plano superficial y volcar una visión castigadora, va más allá. Por un lado, se aborda la dificultad de tener que buscar la inocencia de una persona ya sentenciada y, por otro, el exceso de violencia y de mala praxis que se encuentra en la juventud por la presión social. De esta manera, aunque Els que callen no busca justificar los hechos ocurridos, deja esa reflexión sobre la necesidad de estar pendientes de los jóvenes y la educación callejera en masa que se desencadena. 

Otro de los puntos que llaman más la atención del trabajo de Folk es poner sobre la mesa el debate de la propia hipocresía humana. Sin que sirva como vehículo de exculpación, se considera cómo la propia sociedad invisibiliza a los ‘sin techo’ e, incluso, son juzgados con la misma animadversión que pudiera producirles a los protagonistas de esta historia. Por lo cual, entra en una introspección de luchar contra el estigma que se extrae de las personas sin hogar y de re-estructurar la propia sociedad. Gracias a ello, se ve esa complejidad que le permite al cortometraje a llegar a un paso más allá. Además, es un claro síntoma de una madurez narrativa muy interesante. Asimismo, no busca solo las figuras de verdugos y víctimas, sino que profundiza en el significado de responsabilidad.

Foto de YAQ Distribución

Mirar hacia otro lado

Clara Segura y Albert Salazar son la columna vertebral de Els que callen. En primer lugar, Segura se mete en la piel de Judit, la abogada de uno de los acusados. Desde el principio se puede ver el equilibrio y la montaña rusa de emociones que pasa su personaje. A ello hay que sumarle el gran manejo que tiene con el espacio y la escena, pisando fuerte en todas las secuencias. Después, Salazar da vida a Jordi, uno de los acusados. Mientras que se ve esa crueldad inhumana en alguna parte, también sabe expresar toda esa contradicción personal y la desesperación de la pérdida de la libertad. Lejos de dramatizar su interpretación, navega en una crudeza que le otorga elevar la calidad de su trabajo actoral. Por último, destacar las pequeñas participaciones que completan el corto, que siguen la estela natural de los dos protagonistas.

La composición visual del cortometraje se forma desde una artesanía más minimalista y se centra en dos espacios fundamentales: la cárcel y la casa de Judit. De esta forma, se hace un paralelismo entre la libertad y la prisión; la verdad y la mentira. Aun así, es verdad que hay algunos momentos en los que se echa en falta mayor vigorosidad, mayor explotación de lo artístico. Pese a ello, sabe equilibrarlo con un uso sutil de los colores y la posición de los sujetos en pantalla, creando esa visión tensa y en plena batalla. Junto a ello, hay un buen planteamiento de la dirección de fotografía, aunque haya algún salto de escena algo rápido. Por último, el arreglo sonoro tiene un acabado bastante profesional, pero se pierde en puntos muy concretos, sobre todo, en los silencios. En resumen, el resultado global es atrayente.

Els que callen
Foto de YAQ Distribución

Conclusión

Els que callen es un cortometraje que vuelve a traer el caso de María Rosario Endrinal a la palestra, dándole una vuelta de tuerca y abriendo un debate muy humano sobre el propio comportamiento. Por lo cual, el libreto se mueve en una madurez narrativa muy destacable. A nivel interpretativo, Clara Segura y Albert Salazar se deshacen de florituras para mostrar la crudeza que envuelve a ambos personajes. Por tanto, sostienen perfectamente el peso dramático del cortometraje. Únicamente, se podría haber dado mayor vigorosidad a la creación artística, para darle más potencia. Una discusión delicada que termina en un juicio reflexivo y social.

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