Hermosa comedia mostrando la vida a ritmo de tango. Empieza el baile es un viaje nostálgico, una road movie por la provincia de Rosario, en Argentina. Marina Seresesky (La puerta abierta, Turistas) ha querido mostrar una historia muy personal. Empieza el baile la última película escrita y dirigida por Marina Seresesky, resultó ganadora del Premio del Público de la sección Oficial de la última edición del Festival de Málaga. Además, se hizo con el premio al mejor actor de reparto para el veterano Jorge Marrale. Con un lenguaje muy florido, algunas de las frases son letras de tangos, enriqueciendo todavía más los ingeniosos diálogos. Nicolás Guerschberg es quien se ha encargado de la maravillosa música. Con algunas piezas del gran Ástor Piazzolla, bandoneonista y compositor argentino considerado uno de los músicos más importantes del siglo XX. Su estreno en cines en España será el 5 de abril de 2023.
Crítica de 'Empieza el baile'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Empieza el baile
Título original: Empieza el baile
Reparto:
Darío Grandinetti (Carlos)
Mercedes Morán (Margarita)
Jorge Marrale (Pichuquito)
Pastora Vega
Agostina Pozzi
Lautaro Zera
Marcelo Xicarts
Carolina Sobisch
Año: 2023
Duración: 99 min.
País: Argentina
Director: Marina Seresesky
Guion: Marina Seresesky
Fotografía: Federico Rivares
Música: Nicolás Guerschberg
Género: Comedia dramática
Distribuidor:
Tráiler de 'Empieza el baile'
Sinopsis
Carlos (Darío Grandinetti) y Margarita (Mercedes Morán) fueron la pareja de tango más famosa de su época. Tras 30 años sin verse, iniciarán un disparatado viaje junto a su inseparable amigo Pichuquito (Jorge Marrale) que los llevará desde Madrid a los Andes, pasando por Buenos Aires, atravesando paisajes y emociones, pero sin abandonar nunca el humor, la ironía más despiadada y la desenfrenada pasión por el baile. Estos tres septuagenarios tendrán que enfrentarse a sus recuerdos, sus miedos y, sobre todo, a sus verdaderos deseos.
Dónde se puede ver la película en streaming
No llores por mí
Organizar el propio entierro no es algo muy habitual, y menos con la intención de atraer al funeral a un viejo amor. Cerrar un capítulo todavía abierto, a pesar del transcurso del tiempo. Si además, no se tienen en cuenta las posibles consecuencias, la sucesión de una serie de hilarantes y sucesivas escenas de enredo está asegurada.
Drama y comedia van surfeando en Empieza el baile, tal y como sucede en la vida misma y esto lo sabe muy bien Marina Seresesky. No hay palabra que describa el vacío que deja una persona que se va. La risa, pero con el nudo en la garganta, despierta emociones muy complejas.
Carlos, Darío Grandinetti, viajará desde España a su Argentina natal, comprobando que ni él es el mismo y que también las cosas han cambiado. Margarita, Mercedes Morán, reaparecerá de entre los muertos para contarle algo que lo desarmará.
A bordo de una vieja furgoneta hippie
Empieza el baile deleita con paisajes deslumbrantes, con grandes contrastes como la aridez y la exuberancia. La imponente Cordillera de los Andes, inunda este viaje entre la ironía y la ternura.
Carlos y Margarita, la célebre pareja de baile de tango cincuenta años atrás, viajarán con su entrañable amigo, Pichuquito, Jorge Marrale, y también acompañados de numerosos recuerdos. Poco a poco irán aflorando secretos y reproches, dando pie a una sucesión de situaciones en las que el amor será protagonista. Amor de diversa índole: amor romántico, amor a los lugares, a la amistad.
Sus peculiares personajes intentarán esconder sus sentimientos. Sin embargo, cada gesto, cada mirada, ayudan a seguir y entender la historia. Los planos cortos permiten adentrarse en sus pensamientos y crear una emotiva conexión con ellos.
¿De dónde es uno?
La mayoría de la gente diría que de donde se nace. Otros, por el contrario, dirán que donde se vive. Los más soñadores, que donde el corazón les lleve. Para Marina Seresesky, en Empieza el baile, de donde se puede.
Los recuerdos, los miedos y los deseos son fundamentales para tejer ese peculiar sentimiento de pertenecer a un lugar. El otoño de la vida influye en esa percepción. Los protagonistas de esta bonita historia han decidido que se es de donde se pueda vivir los deseos más profundos.
Margarita, Carlos y Pichuquito irán tomando decisiones, acertadas o no, despertando en el espectador una gran complicidad hacia ellos. Una tierna cercanía y un irrefrenable deseo de bailar con ellos ese tango que nunca llegan a bailar durante la película. Reencontrarse con el pasado también puede ser otro lugar al que desear volver. Sentir que veinte años no es nada, que es un soplo la vida. Vivir con el alma aferrada a un dulce recuerdo que lloro otra vez. Palabras cargadas de melancolía cantadas por Carlos Gardel.
Conclusión de 'Empieza el baile'
Empieza el baile es una comedia amarga, según palabras de su directora Marina Seresesky. Yo añadiría que es un viaje de retorno a la melancolía, a los imborrables recuerdos que conserva el alma. Un tango emotivo y desgarrador, el tango de la vida misma.
Magistrales las interpretaciones de estos tres grandísimos actores, amigos además de compañeros. Darío Grandinetti, Mercedes Morán y Jorge Marrale, consiguen hacernos bailar el corazón mediante sus gestos y palabras. Un hermoso e íntimo poema visual.
Reportaje de Empieza el baile en Días de Cine TVE
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