El aclamado director Quentin Tarantino estrena su novena película este 15 de agosto. Érase una vez en Hollywood es toda una oda dirigida al Hollywood de finales de los 60. Rick Dalton (Leonardo DiCaprio), una vieja gloria de los antiguos westerns, y su doble de acción, Cliff Booth (Brad Pitt) se enfrentan al cambio que vive la industria cinematográfica hacia un estilo más hippie. En este Hollywood bohemio vibra un nombre: Sharon Tate (Margot Robbie). Descubre otra opinión de esta película AQUÍ.
Crítica de Érase una vez en Hollywood
Resumen
Ficha Técnica
Título: Érase una vez en... Hollywood
Título original: Once Upon a Time in... Hollywood
Reparto:
Leonardo DiCaprio (Rick Dalton)
Brad Pitt (Cliff Booth)
Margot Robbie (Sharon Tate)
Emile Hirsch (Jay Sebring)
Margaret Qualley (Pussycat)
Timothy Olyphant (James Stacy)
Julia Butters (Trudi)
Austin Butler (Tex)
Dakota Fanning (Squeaky Fromme)
Al Pacino (Marvin Schwarz)
Bruce Dern (George Spahn)
Mike Moh (Bruce Lee)
Damian Lewis (Steve McQueen)
Año: 2019
Duración: 165 min.
País: Estados Unidos
Director: Quentin Tarantino
Guion: Quentin Tarantino
Fotografía: Robert Richardson
Música:----
Género: Comedia. Drama
Distribuidor: Sony Pictures Releasing de España
Tráiler de 'Érase una vez en Hollywood'
Sinopsis
Érase una vez en Hollywood de Quentin Tarantino, nos lleva a Los Angeles de 1969, donde todo está cambiando, y donde la estrella de la televisión Rick Dalton (Leonardo DiCaprio), y Cliff Booth (Brad Pitt), su doble de muchos años, se abren camino en una industria que ya prácticamente no reconocen. La novena película del célebre escritor y director cuenta con amplio reparto y múltiples tramas argumentales que rinden un tributo a los momentos finales de la época dorada de Hollywood. (Sony Pictures Releasing de España)
Dónde se puede ver la película
Un homenaje a sí mismo
A años luz de ser una obra maestra, Érase una vez en Hollywood puede describirse como un pasatiempo para Quentin Tarantino. Lucrativo desde el principio hasta el fin, se trata de un homenaje continuo a su profesión y al lugar donde se desarrolla: Hollywood. A través del soberbio reparto con el que cuenta, Tarantino ha conseguido vanagloriarse de una forma muy distinta a la que tiene acostumbrado a su público.
A la espera del esplendoroso estilo del director, la trama fluye de una forma muy dispersa con diálogos poco sustanciales que dejan al espectador medio dormido en algunos momentos de las casi tres horas que dura la película. Tan solo a través de algunos jocosos gags la sala vuelve a conectar con la historia de nuevo. En ocasiones la lentitud del recorrido narrativo recuerda a Los Odiosos Ocho, llegando a eternizarse sin dar pie con bola en el diálogo.
Este cambio en el relato no es un despiste del director. Tarantino ha tratado de redirigir el foco de atención, que en lugar de estar en la historia conductora, se encuentra en los detalles y en las breves escenas de las películas protagonizadas por Rick Dalton, su protagonista.
Quentin Tarantino prefiere obviar la narración tradicional para pavonearse de todo un universo construido a través de la cultura cinematográfica del propio director: spaguetti westerns, cine de artes marciales o incluso películas de serie Z. Todo ello se mezcla en la batidora del cineasta y crea una subpelícula dentro de Érase una vez en Hollywood. Todo un homenaje al mundo interior de Tarantino.
Inmejorable dúo de reparto
El equipo de casting no pudo tener mejor ojo al escoger a Leonardo DiCaprio y Brad Pitt como protagonistas. No solo por los papeles que interpretan, sino por la relación de amistad entre los personajes a los que dan vida. El amor incondicional entre Cliff y Rick, en el trabajo y fuera de él, puede palparse también en la buena relación entre los dos actores.
Tratándose de una oda al cine y al mundo hollywoodiense, qué menos que dos caras que ilustran la industria cinematográfica en la actualidad. La elección del elenco es un diez y su actuación, impecable. No debería descartarse una nominación de Leonardo DiCaprio para la próxima edición de los premios Óscar, esta vez, más que merecida.
No puede decirse lo mismo de Margot Robbie en la piel de Sharon Tate. A pesar de que el papel era perfecto para ella por el parecido que comparte con la actriz de los sesenta, su interpretación deja un cariz más bajo del que se esperaba. También es cierto que las escenas que protagoniza no llegan ni a la mitad del total de la cinta. Resbala Tarantino en no aprovechar todo el potencial que la actriz lleva ofreciendo en los últimos años de su carrera, con papeles en películas como Yo, Tonya; María, reina de Escocia o Escuadrón Suicida.
La música siempre a favor de Tarantino
Si hubiera que analizar las debilidades de Érase una vez en Hollywood, podría decirse que residen en la fragilidad de la historia y la inestabilidad de los diálogos. No obstante, en el cuadro que recoge las fortalezas del filme la banda sonora es digna de mención. Es uno de los puntos fuertes de todas las películas de Tarantino y por novena vez, resulta ser un factor triunfante.
Con la ambientación en los años 60, no debió ser difícil escoger a los grupos que colorearían el fondo musical de las escenas. Paul Revere & The Raiders destacando en lo alto junto a bandas de la calidad de Los Bravos, Deep Purple o Simon & Garfunkel hacen que de nuevo, la música sea icónica en el mundo cinematográfico de Tarantino.
Conclusión
Podría decirse que Érase una vez en Hollywood es un filme realizado de Tarantino para Tarantino. El director ha encontrado más atractiva la forma de recrearse en los detalles y la creación de un universo interior basado en sus raíces cinematográficas que un guion lineal y fácil de seguir por el espectador. Quizás esto sea lo que el público no comprenda realmente al estar prestando más atención a la trama que a las finuras bordadas en el relato.
Érase una vez en Hollywood solo puede disfrutarse si uno se mete en la piel del director y visualiza todo este mundo hollywoodiense desde el corazón y la admiración que siente Quentin Tarantino.
Reportaje de Érase una vez en Hollywood en Días de Cine TVE
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