El pasado 29 de enero llegó al Teatro Lara Blackbird, de David Harrower, bajo la dirección de Fernando Sansegundo. Esta adaptación a manos de José Manuel Mora reflexiona sobre las consecuencias de los abusos en la infancia, mostrando los daños, tanto de uno como los colaterales. Además, se adentra en el término de la irresponsabilidad, explorando como este virus imparable sigue extendiéndose día a día. Ha logrado un gran éxito de público y crítica, convirtiéndose en una de las funciones más apreciadas de la cartelera madrileña. Se puede ver todos los domingos a las 20:15 horas en la Sala Lola Membrives del Teatro Lara de Madrid.

En Cinemagavia hemos tenido la oportunidad de hablar con Fernando Sansegundo sobre Blackbird. En primer lugar, nos cuenta cómo están viviendo su estancia en el Teatro Lara y cómo han afrontado este proyecto y qué fue lo que más temieron al ponerlo en acción. Después, nos responde si cree que su éxito se debe a la humanidad de la pieza. A continuación, nos desgrana el proceso con los actores y los ensayos. Por otro lado, aborda la visibilidad de este tipo de problemáticas. Asimismo, hablamos sobre si es posible sanar las heridas de las víctimas y si pueden ir a ver la obra. Por último, nos indica las razones por las que deberíamos ver Blackbird.

Fernando Sansegundo
Foto de Fernando Sansegundo con Juanma Gómez y Alba Alonso (Daniel Dicenta Herreara)

Entrevista a Fernando Sansegundo

Diego Da Costa / Cinemagavia: ¿Cómo fue el estreno de Blackbird y qué expectativas tenéis ahora que estáis en el Teatro Lara?

Fernando Sansegundo: Se estrenó la función el 29 de enero y en estas funciones que llevamos, a parte que ha habido un llenazo, la repuesta del público ha sido fenomenal, mejor incluso de lo que esperábamos y no porque esperábamos poco, sino porque no has sorprendido que tuviera tanta repercusión, tanto entusiasmo por parte del público. Estamos contentísimos con ello.

Diego Da Costa / Cinemagavia: Se habla de un tema muy delicado, como es el abuso en menores, ¿qué fue a lo que temisteis más a la hora de afrontar este proyecto?

Fernando Sansegundo: Contábamos con una ventaja, que el autor, David Harrower, trata el tema de una manera, en el mejor sentido, muy delicada. Toma partido, naturalmente, por donde tiene que tomarlo, pero está presentando dos personajes de carne y hueso, completamente humanos, con sus contradicciones, no solamente un simple esquema de víctima y verdugo, sino una relación que realmente llega a crear una especie de extraña dependencia de una manera muy distinta para cada uno de ellos.

Entonces, esa delideza a la hora de tratarlo, creo que es lo que hemos intentado mantener y desde la dirección también, en cuanto a no pasar las líneas gruesas, sino mostrar al espectador para que el juzgue, para que sea él quién tenga que dictaminar cuáles son cada una de las contradicciones por las que pasan los personajes.

Teatro Lara
Foto de "Blackbird" (Daniel Dicenta Herreara)

La humanidad de los personajes

Diego Da Costa / Cinemagavia: ¿El éxito de la obra se debe a esa humanidad que se da a los personajes, aunque puedas estar en desacuerdo con ellos?

Fernando Sansegundo: Sí, creo que es el gran éxito, porque a parte, todo lo que me han comentado mucho los espectadores es que según va pasando la función, según van transcurriendo los diversos sucesos, no es que vayas tomando partido por uno o por otro, pero vas desvelando ciertas tapas, donde los matices y las simpatías van cambiando incluso de bando. Entonces, ese tipo de contradicción que te hace mantenerte despierto y que te hace en vez de estar juzgando desde fuera, poder juzgar como espectador. Creo que esa humanidad es la que ha contribuido a ese éxito también.

Diego Da Costa / Cinemagavia: ¿Cómo ha sido el trabajo con los actores? ¿Has utilizado alguna estrategia para llevarlos a esos lugares?

Fernando Sansegundo: Pues, mira, ellos me buscaron a mí, tenían el proyecto. Yo había trabajado con uno de ellos ya, como director, y con Alba también había trabajado, como actores los dos, pero hace mucho tiempo. El proceso ha sido bastante largo, no largo continuado, sino que tuvimos una primera fase, hicimos un ánalisis de texto bastante profundo. Luego, trabajamos no exactamente con improvisaciones, pero sí con variaciones sobre como se podrían tratar las diversas escenas.

A partir de ahí, han partido mucho, no de la verdad de cada uno, de cómo son ellos en sí, sino buscando la verdad del personaje, buscando sobre todo comportamiento y los pensamientos. Yo creo que ellos han llegado a pensar, de alguna manera, como otras personas que no son ellos, pero a partir del trabajo de sus propias emociones.

Fernando Sansegundo
Foto de "Blackbird" (Daniel Dicenta Herreara)

Dureza emocional

Diego Da Costa / Cinemagavia: ¿En un trabajo como este hay que cuidar al actor, al introducirse en un universo tan delicado?

Fernando Sansegundo: Muchísimo. No puede ser solo una función de estilo, donde el director imponga un modelo. Si no trabajas de la mano con ellos y si no oyes, no solamente lo que tienen que decir, sino lo que están expresando durante los ensayos y te lo apuntas, vas corrigiendo muy sutilmente sobre ello, sino sería imposible que yo haga un trabajo de este tipo, sí.

Diego Da Costa / Cinemagavia: ¿Ha habido ensayos duros? ¿Ha habido ensayos donde lo habéis pasado mejor?

Fernando Sansegundo: Ha habido ensayos duros emocionalmente, realmente ha sido un proceso, parece que lo digo pro ser amable (risas), pero ha sido un proceso muy amable en el senitdo de que nos hemos entendido muy bien, no ha habido fricciones, ni entre ellos ni entre cada uno de ellos ni conmigo. Lo que sí ha sido un proceso en el que ellos mismos decían: “esto hace que te vuele la cabeza”. Hay veces que han tenido que llegar a ciertos lugares de pensamiento y de identidad con los personajes que era muy duro, eso sí. Hemos tenido momentos emocionalmente muy duros.

Teatro Lara
Foto de "Blackbird" (Daniel Dicenta Herreara)

Dar luz al tabú

Diego Da Costa / Cinemagavia: Es verdad que este tipo de temas, socialmente, aunque cada vez se están hablando más, todavía es tabú o se intenta no hablar mucho sobre ello. ¿Es importante que desde el teatro se dé luz a este tipo de problemáticas sociales que existen y siguen existiendo?

Fernando Sansegundo: Yo creo que es importantísimo. Además, es importantísimo también ponerlo de una manera tan poco plana como la plantea el autor. No simplemente que haya una especie de maniaco, que se dedican a este tipo de delitos, sino que esté llevado a cabo por personas bastante débiles, pero que aparentemente son muy normales y que llevan una vida muy normal y que están entre nosotros. Se comportan de un modo en el que a veces, incluso, su instinto puede llegar a no manifestarse.

Entonces, naturalmente que hay que ponerlo al descubierto, hay que presentárselo a la gente y hay que hacerle ver más las diversas facetas que contienen, que hay muchas más de las que aparece. Y las secuelas que pueden llegar a dejar en la víctima, son tremendas. Por eso, también, nosotros hemos tratado el tema desde un punto de vista, donde no solamente se habla de lo que es el abuso a la infancia, sino también de algo que yo creo que un mal muy extendido, que es la irresponsabilidad. Hay personas que pueden sentir un instinto, pero si no lo llevan a cabo, a lo mejor, sus actos no acaban destrozando lo que es la vida de otra persona.

Fernando Sansegundo
Foto de "Blackbird" (Daniel Dicenta Herreara)

Sanar las heridas

Diego Da Costa / Cinemagavia: Además, es interesante el señalar que son personas que están en una cotidianidad, porque muchas veces, desde la sociedad, este tipo de abusos se suelen relacionar con un estereotipo, un tipo de monstruos agazapados, pero podría ser cualquier persona entre nosotros.

Fernando Sansegundo: Sí, naturalmente. Muchas veces ni ellos mismos saben que tienen este tipo de instintos hasta que no se les presente, más que una ocasión, una especie de “tentación”. Yo creo que son personas que pueden llegar a no desarrollar esto o a no ser conscientes de lo que tienen dentro y creo que eso es muy importante también porque no es el estereotipo del típico psicópata, que carece de empatía, no es eso. Pueden ser personas muy cercanas y estar con nosotros en lo más cotidiano.

Diego Da Costa / Cinemagavia: ¿Se pueden llegar a sanar las heridas de las víctimas?

Fernando Sansegundo: Yo creo que se pueden llegar a aliviar, a sanar del todo creo que es casi imposible, hay que aprender a convivir con ello. Hay que tener una gran capacidad de resiliencia, pero creo que cuando las heridas son demasiado profundas, por lo menos, las cicatrices siguen ahí y siguen doliendo bastante, sí.

Teatro Lara
Foto de "Blackbird" (Daniel Dicenta Herreara)

Responsabilidad social

Diego Da Costa / Cinemagavia: La obra invita a reflexionar sobre este tema tan profundo, ¿sentís cierta responsabilidad que puedan ir víctimas de abuso a verla? ¿Es una obra que pueden ir a ver o puede ser demasiado para ellas?

Fernando Sansegundo: Depende de cada persona. El otro día había una persona que yo notaba, por decirlo así, excesivamente conmovida en la primera fila, una persona que estaba con un pañuelo todo el rato y que como era alguien que conocía a alguien que yo conocía, le pregunté si podía haberle afectado de una manera muy particular por algo personal y me dijo que sí, pero que de alguna manera esto tenía un poder sanador.

La persona que me lo dijo era un psicólogo que hay veces que ha tratado este tipo de casos, sobre todo a abusos a niños dentro de la familia, que no es el caso de esta función. Era alguien que conocía muy bien el tema. De hecho, el pasado domingo, el 12, al final de la función habrá un coloquio con el público al que van a asistir tres personas que tienen que ver con organizaciones de ayuda a personas maltratadas en su infancia. Creo que fue muy interesante lo que nos dijeron y estaba muy expectante con respecto a ello.

Fernando Sansegundo
Foto de "Blackbird" (Daniel Dicenta Herreara)

Por qué ver 'Blackbird'

Diego Da Costa / Cinemagavia: ¿Por qué tiene que el espectador tiene que ir a ver Blackbird y qué escena destacarías?

Fernando Sansegundo: Creo que empezando por el final, hay una escena donde, muy ampliamente, se desvela realmente cuál fue la situación de los hechos que ocurrieron en otra ciudad, que fueron los que desencadenaron que todo esto saliera a la luz. Esto está lejanamente basado en un caso, un personaje muy distinto, pero que los hechos tuvieron mucho que ver. Eran de un marine americano, que se llamaba Toby Studebaker y fue un proceso muy famoso allí. Harrower, el autor de la función, partió de ese hecho, pero solamente de los hechos, inventó a los personajes a partir de ahí. Cuando se llega a desvelar los hechos reales que sucedieron es un momento muy fuerte de la función y muy impactante.

Creo que el espectador, más que ir a ver la función, creo que va a gradecer ir a verla, porque, a parte de contarle cosas que no conoce sobre el sistema, va a ver cómo se desenvuelve dos seres humanos en una situación muy difícil, de reencuentro y cómo sus heridas surgen de nuevo y se abren, lo que hay dentro de cada uno. Eso es muy impactante poder llegar a verlo. 

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