El triángulo de la tristeza es la nueva película del gran director noruego Ruben Östlund. Creador de obras como ‘Play’ (2011), ‘Fuerza mayor’ (2014) y la inconmensurable ‘The square’ (2017), con la que ganó la Palma de Oro aquel año. Está protagonizada por Dolly De Leon, Zlatko Buric, Iris Berben, Vicki Berlin, Henrik Dorsin, Oliver Ford Davies y Harris Dickinson, además del gran cameo de Woody Harrelson, que interpreta al capitán del barco. Es una coproducción entre Suecia y Francia por las productoras Plattform Produktion, SVT, Film I Väst, arte, Coproduction Office y arte France Cinéma.

Fue presentada El triángulo de la tristeza en la quinta jornada de la pasada edición del Festival de Cine de Cannes 2022 donde obtuvo la Palma de Oro a mejor Película y está nominada a Mejor Película, Mejor Director y Mejor Guion Original en los premios Oscar. Se ha estrenado el 17 de febrero en las salas de cine españolas. Puedes leer AQUÍ otra crítica realizada por Cinemagavia de esta película.



El triángulo de la tristeza

Crítica de 'El triángulo de la tristeza'

Ficha Técnica

Título: El triángulo de la tristeza
Título original: Triangle of Sadness

Reparto:
Charlbi Dean (Yaya)
Harris Dickinson (Carl)
Dolly De Leon (Abigail)
Woody Harrelson (The Captain)
Zlatko Buric (Dimitry)
Vicki Berlin (Paula)

Año: 2022
Duración: 149 min
País: Suecia
Director: Ruben Östlund
Guion: Ruben Östlund
Fotografía: Fredrik Wenzel
Música: Mikkel Maltha, Leslie Ming
Género: Comedia. Drama
Distribuidor:  Avalon Distribución Audiovisual

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Tráiler de 'El triángulo de la tristeza'

Sinopsis

Una pareja de modelos son invitados a un crucero de lujo. Cuando el yate se hunde acaban en una isla desierta con un grupo de multimillonarios y una señora de la limpieza. En la lucha por la supervivencia, las antiguas jerarquías se trastocan ya que la limpiadora es la única que sabe pescar. (Avalon Distribución Audiovisual)

Dónde se puede ver la película en streaming



De triángulos va la cosa

Las influencers se han convertido en fuente de creación de nuevos ricos, personas en su mayoría sin estudios, que viven de su imagen y mantienen conversaciones banales sobre la vida. Así comienza esta magistral obra, que ‘’tira mierda’’ sobre la pirámide social actual. Las altas clases sociales han ido cambiando con el paso del tiempo, antiguamente estaban compuestas por familias que habían conseguido grandes logros en batallas, pero, con la llegada de la cultura, pasaron a ser las élites culturales quienes lideraban los países, sin embargo, en la actualidad, este estrato social se ha llenado de gente tremendamente inculta y sin estudios, que vive de su vanidad y luce desconocimiento.

Ruben Östlund realiza un análisis muy complejo y atrevido sobre lo que implica hoy día pertenecer a las grandes élites monetarias. Comienza observando a estos nuevos ricos, enfrentándolos en una segunda parte a los ricos ‘’de cuna’’, aquellas élites intelectuales que lideran empresas, reflejando la decadente realidad del ser humano actual y por último, poniendo frente a frente a nuevos y viejos ricos, contra las bajas clases sociales, que son ahora las que poseen inteligencia y cultura suficiente como para no dejarse manipular, pero que no están lo suficientemente unidos como para revelarse.

Una pirámide social que, según Ruben Östlund, debería invertirse, porque el mundo está patas arriba y los bajos estratos sociales deben enfrentarse a las nuevas élites, ya que ahora son ellos los que poseen la inteligencia. Sin embargo, parece que hayamos entrado en un ‘’triángulo de las Bermudas’’, donde el sistema ha provocado que estas clases estén desconectadas de su medio y tan solo la muerte sea lo que las libere de las desigualdades sociales.

El triángulo de la tristeza película
Copyright Distribuidora Avalon Distribución Audiovisual

Un género ''menor''

En El triángulo de la tristeza vemos de forma muy marcada los distintos referentes del director sueco. En ocasiones podría parecer una de las locas comedias de Quentin Dupiux (aunque con bastantes edulcorantes), también vemos semejanzas temáticas con ‘Parasite’ de Bong Joon-ho, pero visto de una forma más elitista, ya que no debemos olvidar la gran arrogancia y narcisismo de Ruben Östlund. Sin embargo, lo que más destaca quizá, es este análisis social realizado en profundidad, con un tono humorístico muy berlanguiano. Cabe señalar que Berlanga no era, ni mucho menos, tan burdo como lo es nuestro amigo sueco.

Al igual que en las películas de Berlanga, lo que más destaca son los diálogos, puesto que consigue adaptar de forma concisa el tono de cada personaje, siendo más literal en algunos momentos y más sutil en otros. La película comienza con una parte literal, y pasa a una segunda parte con cambio de punto de vista, que es más intelectual, con gags que van más allá del significado y que afianzan su discurso en contra de las altas clases sociales.

El triángulo de la tristeza falla en su parte final, ya que ese pasarse de rosca de la segunda parte de la película se convierte en un concurso de ‘Supervivientes’ en la segunda, donde podemos ver análisis y reflexión, pero con un ritmo excesivamente pausado, con un tiempo y un espacio que fragmenta con el objetivo de desubicarnos y realizar un giro final que nos deje descolocados. Un juego que lleva al extremo y que, en ocasiones, se hace interminable y dubitativo, como si no supiera donde acabar. A pesar de esto, consigue su objetivo central y lo hace de una forma bastante espectacular, entretenida y divertida.

El triángulo de la tristeza película
Copyright Distribuidora Avalon Distribución Audiovisual

Conclusión de 'El triángulo de la tristeza'

El humor ácido ha llegado a las salas de cine españolas y no a todos los intelectuales les gusta esto, ya que consideran la comedia un género menor, pero lo que consigue Ruben Östlund es de otro mundo. Pese a tener una tercera parte difícil de digerir como espectador, logra crear un universo deslocalizado en medio de una especie de ‘’triángulo de las Bermudas’’ social, en el que los personajes están llevados al extremo y son analizados de forma concisa.

El triángulo de la tristeza es una película delirante que lo tiene todo, comedia, aventura y mucha mala leche. La última Palma de Oro representa un nuevo cine que arriesga por contar lo que quiere con una gran variedad de recursos y formas que rompen el discurso. Aunque en aquel momento hubo numerosas voces que tildaban al jurado de conservador, cabe mencionar que la otra posible palma hubiera sido ‘Close’ de Lukas Dhont, algo más conservadora en forma, pero no en temática. Juzguen ustedes mismos y elijan con cuál quedarse, con la locura cómica de Östlund o con el drama reflexivo de Dhont. Yo lo tengo claro.

Reportaje de El triángulo de la tristeza en Días de Cine TVE

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