Del 23 al 27 de julio de 2024 tuvo lugar en Mestia la cuarta edición del Festival Internacional de Cortos y Películas de Montaña. Esta pequeña localidad, junto con otras 132 aldeas vecinas, constituyen el municipio homónimo en el norte de Georgia, siendo las altas cumbres del Cáucaso el escenario perfecto.
Festival Internacional de Mestia 2024
Resumen
- 1 Festival Internacional de Mestia 2024
- 1.1 El escalador Reinhold Messner en el Festival de Mestia
- 1.2 Nanga Parbat-la montaña importante de mi vida
- 1.3 Alma mater del Festival de Mestia
- 1.4 Más que montaña
- 1.5 Motivación para jóvenes estudiantes
- 1.6 Diseñando los trofeos
- 1.7 Mestia mucho más que un festival de cine
- 1.8 Premios del Festival Internacional de Mestia
- 1.9 Conclusión
El escalador Reinhold Messner en el Festival de Mestia
Este año, como exclusivo invitado se ha contado con la presencia del famoso escalador Reinhold Messner, estrella del Festival y a quien se rindió homenaje durante aquellos días. Durante casi dos horas de conferencia, en un ambiente íntimo, mágico, alrededor de un fuego bajo el cielo añil del anochecer, fue respondiendo a numerosas preguntas que un público variopinto le iba formulando.
A destacar su humildad y agradecimiento a la vida que le ha permitido realizar el sueño de escalar los techos del mundo. Comenzó desde su más tierna infancia, cinco añitos, aunque no tomó conciencia de su íntimo deseo hasta la adolescencia. Nunca se ha considerado el rey de las altas montañas porque cree rotundamente que son ellas las auténticas reinas de la naturaleza.
Nanga Parbat-la montaña importante de mi vida
La inauguración del Festival Internacional de Mestia se inició con la exhibición de la película documental sobre el ascenso a Nanga Parbat (Pakistán). A ella asistieron el alcalde del municipio de Mestia, Kapiton Zhorzoliani; el embajador de Italia en Georgia, Massimiliano D'Antuono y especialistas de campo e invitados.
Durante la proyección, que contaba con material original de 1970 entre otras grabaciones, fue inevitable que a todos se nos pusiera un nudo en la garganta y sintiéramos una profunda admiración por el icónico escalador Reinhold Messner.
En aquel ascenso perdió la vida su hermano Günther, con tan solo 24 años de edad, despertando una todavía actual polémica sobre la veracidad de la hazaña porque hasta muchos años después no se encontraron sus restos.
Alma mater del Festival de Mestia
Cinemagavia estuvo presente durante los días de su consecución, teniendo oportunidad de entrevistar brevemente a la directora y productora de cortos y documentales de Tbilisi, capital de Georgia: Khatuna Khundadze. Su formación en la Academia Estatal de Arte en Stuttgart, Alemania, ha sido fundamental para convertirse en una relevante figura intelectual en su país. Ha sido Diputada del Ministerio de Cultura y está a cargo del Departamento de Promoción y Cultura de Georgia en la actualidad.
Es precisamente esta señora, de mirada soñadora y franca sonrisa, el Alma Mater del Festival Internacional de Cortos y Películas de Montaña de Mestia. Durante la breve entrevista que amablemente accedió a concedernos, a pesar de su apretadísima agenda, a la pregunta de cuándo y cómo concibió tan peculiar proyecto, ella respondió que mucho tiempo atrás. Cuando contaba catorce años de edad, su madre la llevó a conocer aquella hermosa zona y desde aquel momento se enamoró del entorno, de su historia y de sus gentes. Sería poco después cuando decidió que algo tenía llevar a cabo en tan singular lugar. Y ese algo fue el citado festival.
Más que montaña
Khatuna Khundadze se siente orgullosa de haber organizado el primer Festival de Cine de Montaña, allá, en Mestia. Además, siendo el cuarto año llevándose a cabo, lo distingue de otros de similares características, pero que no han transcendido ni en tiempo ni en importancia. Quizás su éxito, nos dice, radique en alternar cortometrajes de diversa temática con documentales y películas de ficción relacionados con la montaña. Si sólo se exhibieran trabajos de montaña podría resultar aburrido.
Por otro lado, insiste en el cuidado que tiene al elegir las cintas, siempre de calidad y con una buena historia que contar. No siempre es fácil encontrarlas, pero en los últimos cuatro años ha conseguido más de 6.000, lo que significa que, mínimo, 6.000 personas han conocido el peculiar festival, dónde está Mestia y qué hay en Mestia.
Motivación para jóvenes estudiantes
Pero su labor no se limita a promocionar el cine y su país. Khatuna Khundadze, a través del Festival Internacional de Cortos y Películas de Montaña, ayuda y motiva a jóvenes estudiantes del mundo audiovisual invitándoles, con todos los gastos pagados, a Mestia. Se trata, nos cuenta ilusionada, de que conozcan a cineastas, tanto nacionales como extranjeros, sus técnicas y modos de trabajar, para en un futuro, también lo hagan ellos con excelente calidad.
Para sufragar los cuantiosos gastos, no sólo de los estudiantes invitados, sino para la organización en general, se necesita encontrar espónsores. Y no es sencillo, sobre todo tras la pandemia. Sin embargo, sus numerosos contactos han permitido que, por ejemplo, el Centro Nacional de Cine y el Ministerio de Cultura y Deportes de Georgia, hayan hecho posible su desarrollo. Pero también el Ayuntamiento de Mestia, Banco TBC, la Embajada de Italia...entre otros.
Diseñando los trofeos
En Alemania, mientras estudiaba Arte, Khatuna Khundadze se interesó bastante por la cerámica, por el diseño de variados objetos. Muchos años después y con motivo de diseñar un trofeo bonito y especial para los ganadores del Festival Internacional de Cine de Montaña, pensó en las características torres medievales de toda el área de la histórica región de Svanetia.
Así que, aunque se han usado otros materiales para elaborarlos, como el cristal y el oro, han sido pequeñas figuras de barro las que han servido de modelo para los originales trofeos.
Mestia mucho más que un festival de cine
Es más que evidente la emoción que siente Khatuna Khundadze al comentar que, poco a poco, el Festival Internacional de Mestia está siendo conocido por más y más personas. En esta cuarta edición han llegado jurado y periodistas de los cinco continentes, entre los que nos encontramos nosotros.
Le gusta confesar que para ella también es una cuestión de diversión, es decir, que todos aquellos que van al Festival disfruten, que lo pasen bien, y no solamente viendo películas. Se ha encargado cada día de organizar excursiones y visitas interesantes, además de diversos actos agasajando con comida y bebidas a todos los que estuvieran en la aldea en aquel momento, incluso turistas.
Premios del Festival Internacional de Mestia
Gran Premio
Entre los documentales, el ganador del Gran Premio, ha sido una producción argentina dirigida por José David Apel, titulada La alegoría de La Cueva.
Un excelente trabajo llevado a cabo durante dos años en San Pedro de Tucumán, a unos 2.500 metros de altitud. Allí, como si no hubiera pasado el tiempo desde que el ser humano viviera en cuevas, hace miles y miles de años, vive en una de ellas Pedro, un hombre de 75 años de edad que eligió, por voluntad propia, ser parte de la naturaleza, convivir con una absoluta soledad, tan solo quebrada por la compañía de una vaca, varias cabras y un par de gallinas, a las que quiere y cuida a todas ellas.
Si la cosecha de maíz y hortalizas que cultiva es escasa o nula, se ve obligado, a su pesar, a sacrificar a alguna de ellas. Sin apenas dentadura, con una piel arrugada y curtida por la edad y el sol; pura fibra en sus todavía activos músculos, va respondiendo y narrando cómo es su día a día.
Sus particulares filosofía y sabiduría nacen de una existencia sencilla, sin contaminar por la codicia ni la envidia, puro e inocente como un niño. Él mismo se fabrica algunas herramientas; acude al arroyo para lavar la ropa y cocina su comida en una hoguera, cuyas brasas le despiertan, de tanto en tanto, una nostálgica necesidad de compartirla con alguien, de charlar alrededor del fuego mientras se van entonando los cuerpos con su calor.
En definitiva, con una fotografía espectacular y una música excelente, no es de extrañar que obtenga algún otro premio más en los diversos festivales en los que se ha presentado.
Mejor Película de Montaña
Un documental fabuloso presentado en el Festival Internacional de Cortos y Películas de Montaña de Mestia, en este caso italiano, ha sido El Refugio de Orestes. Aunque en honor a la verdad, hay que reconocer que la mayoría presentados han sido merecedores por su calidad y temática.
En este documental, el hermano de Oreste Squinobal, Arturo, y sus sobrinos, Marta y Emil, cuentan con detalle aspectos de la vida sesgada prematuramente del intrépido montañero nacido en el Valle de Aosta.
En esta región del norte de Italia se hallan las montañas más altas de Europa: Mont Blanc (4810 m.), Monte Rosa (4638 m.), Cervino (4478 m.) y Gran Paraíso (4061 m ). Para ser más precisos, sólo la última se encuentra por entero en territorio italiano, las demás pertenecen también a Francia y Suiza, dependiendo de sus caras.
Sin duda, la espléndida fotografía de los campos cultivados de sus valles, los pastos, las florestas, lagos y simas, añade interés a esta producción italiana. Sin embargo, es la construcción de El Refugio de Orestes (Orestes Hütte) el principal motivo de su realización, es decir, el homenaje llevado a cabo en su recuerdo.
El bonito y confortable refugio fue un proyecto, para nada sencillo hay que añadir, ideado tiempo atrás por el propio Oreste y su hermano, aunque, lamentablemente, él no tuvo tiempo de hacerlo realidad.
Mejor Cortometraje
Ha sido para Frost and the Little Disciple, del director georgiano George Ovashvili.
Premio del Jurado
Rumanía presentó Refuge, una película sobre una familia aficionada a la escalada, enseñando a los dos hijos, niño y niña, a sobrevivir desde muy pequeños en la montaña.
A medida que transcurre la historia, con una fotografía maravillosa, se van conociendo aspectos de cada uno de los personajes. El final queda abierto para la interpretación personal de cada espectador. Lo más sorprendente y loable es la destreza de los niños, hoy ya adolescentes, para escalar y pasar las noches a la intemperie en la siempre imprevisible montaña.
Enhorabuena a esta intrépida familia. Ahora están preparando otra película, pero en otro medio opuestamente distinto: buceo con oxígeno en alta mar.
Premio Eco
Raíz, largometraje producido en Perú, es una interesante muestra del modo de vida de una pequeña comunidad quechua en los Andes. Con sus conflictos cotidianos, pero también con un toque de realismo mágico, sin faltar la eterna reivindicación de pan y circo, es decir, la de acallar y entretener al pueblo con encuentros internacionales de fútbol. A destacar la estupenda interpretación de un niño pastor de un rebaño de alpacas.
Mención Especial
Tradition, una producción de Turquía. Se trata de una bonita historia de un chatarrero que dará una lección de humanitarismo y consideración por encima de cualquier creencia religiosa. Además de poner en relieve la absurda burocracia que entorpece más que ayuda.
Conclusión
El Festival Internacional de Cortos y Películas de Montaña de Mestia ha sido una grata e interesante experiencia. Resulta admirable que haya personas, como Khatuna Khundadze, que con contagioso entusiasmo y enorme tesón consigan atraer la mirada internacional a un país bastante desconocido como es Georgia. Y por supuesto, poner en relieve un tipo de cine no tan comercial como es el de montaña.
Nuestro agradecimiento por su invitación, ha sido un auténtico placer conocer a tantas personas interesantes en un marco tan espectacular.
Más información en la web del Festival
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