Este 9 de septiembre se estrenó FIN, obra escrita y dirigida por Pelayo Muñiz, con la colaboración de Nicolás Gaudes. Los Teatros Luchana han sido los encargados de recibir esta pieza que se sumerge en el fin del mundo mediante la reflexión de la soledad, los miedos y la rabia. Además, fue parte del Festival Surge Madrid en 2022. El reparto está formado por el propio Muñiz y Gaude, junto a Gema Zelarayán. No te lo pierdas, todos los sábados a las 19:15 en la Sala 4 de los Teatros Luchana.



FIN

Crítica de 'FIN'

Ficha Técnica

Título: FIN
Título original: FIN

Reparto:
Pelayo Muñiz (Mauro)
Nicolás Gaude (Ángel)
Gema Zelarayán (Alba)

Duración: 70 min. apróx.
Dirección: Pelayo Muñiz
Dramaturgia: Pelayo Muñiz, con la colaboración de Nicolás Gaude
Voces en off: Belén Orihuela e Ignacio Ysasi
Ayudantes de dirección:
Alicia Rodríguez e Ignacio Ysasi
Diseño de luces: Beatriz Toledano
Espacio sonoro:
Rubén Berraquero
Asesora movimiento:
María Escolar
Con la colaboración de:
Centro Directores de Escena y Sala Lagrada
Agradecimientos:
Ignacio Ysasi y Alicia Rodríguez, Teatro Karpas, Antonio Domínguez (Centro Directores de Escena) y Sala Lagrada.
Fotos:
Tania Sieira
Producción: Sr. Muñiz Producciones

Tráiler de 'FIN' 

Sinopsis de 'FIN'

Mauro, Alba y Ángel no se conocen entre sí, pero sus vidas están mucho más relacionadas de lo que parece. Seremos testigos de algunos momentos muy concretos de sus historias personales, y aunque parece que ocurren más o menos simultáneamente, pronto descubriremos que no es así y que las escenas no siguen un orden cronológico estricto.

Mauro entra en un bar al reconocer en él a alguien de su pasado reciente, con quien tuvo un encuentro que aún siendo efímero, todavía perdura en su memoria. Ángel está a los pies de la cama de un hospital donde alguien permanece en coma. Alba intenta disimular en un restaurante, intentando ocultar el pensamiento que le taladra la cabeza: ¿por qué la vida la pone a prueba AHORA?

Serán los espectadores los únicos que podrán juntar las piezas para entender qué pasó y qué es lo que les une. Aunque para entonces, con el sonido del fin del mundo abalanzándose sobre ellos, ya no tenga mucho sentido. O quizá precisamente por eso, sea lo único que lo tenga. (TEATROS LUCHANA). 



FIN obra
Foto de "FIN" (Tania Sieira)

La destrucción

Pelayo Muñiz presenta al espectador un especial fin del mundo con la obra FIN, donde se introducen a tres personajes de lo más variopintos. Un joven desesperado, una mujer con graves problemas y un padre de familia. Muñiz muestra un talento innato para esta tragedia oscura, que adereza con pequeñas dosis de comedia para explorar las heridas que azotan a sus personajes. Además, lo realiza de una manera muy original, rompiendo con los esquemas temporales convencionales y explorando una vertiente en la que el público debe recomponer el puzzle. Gracias a ello, los asistentes no son meros observadores de lo que acontece, sino que deben ir uniendo las piezas para determinar, o no, la realidad de estos personajes y de qué manera se han producido los hechos.

Se podría enmarcar dentro de una especie de realismo mágico, dado que combina la crudeza del dolor y motivación de sus personajes, con escenas totalmente disparatadas que no pierden su sentido ante la escena. Por lo cual, se realiza una historia original, que logra sorprender en varios puntos, lo cual expone la inteligencia del dramaturgo para no perderse en este laberinto. Después, cabe destacar que el retrato de cada uno de los personajes es un reflejo de temáticas de gran envergadura, desarrollándose con dicha importancia, permitiendo fomentar un debate o mínimo una reflexión en torno a ellas. Por ejemplo, se habla de la ausencia de amor propio, el sexo desenfrenado como búsqueda de una relación estable, la pérdida, la huida... Una obra muy completa, sin duda.

Teatros Luchana
Foto de "FIN" (Tania Sieira)

Entrelazados

Pelayo Muñiz, Nicolás Gaude y Gema Zelarayán son los encargados de protagonizar la obra FIN. En primer lugar, Muñiz da vida a un joven excéntrico, emocional, puro sentimiento, con una expresividad llevada al extremo que le sienta a la perfección. Sin embargo, también le otorga momentos de intimidad, donde le permite jugar con esa dicotomía. Por tanto, saca partido a su lenguaje expresivo, a la manera de masticar las palabras, a su corporalidad, muy buen trabajo sobre la escena. La fragilidad con la que contrasta sus partes más extremas está muy bien conjugada. Además, al conocer mejor a sus personajes, ha sabido la forma de que los tres aporten al otro, ejerciendo él de maestro de ceremonias de una forma muy efectiva y con una naturalidad palpable.

Nicolás Gaude se enfrenta a un papel que se desdobla en dos vertientes: por un lado, la del presentador y, por el otro, la de padre. En ambos casos, los correlaciona de manera que tengan coherencia entre sí, permitiendo que ambos se alimenten entre sí. Por ello, el uso de la voz se convierte en uno de sus atributos mejora valorados de su trabajo, junto a una presencia escénica contundente. Así, aporta verosimilitud y cautiva a los espectadores ante esa personalidad fuerte. Para terminar, pero no menos importante, Gema Zelarayán realiza un trabajo exquisito, donde se mezcla una comedia, por momentos ácidas, con el juego escénico que va pidiéndole la escena. Esa versatilidad le da la oportunidad de mostrar varios matices, aprovechando cada uno de ellos. Muy buen trabajo.

Teatros Luchana
Foto de "FIN" (Tania Sieira)

Fuera de lo convencional

La puesta en escena de la obra FIN se sostiene sobre una escenografía en la que apenas hay objetos sobre la escena, siendo su principal elemento un cartel de neón en el que aparece “Find your hapiness”, un mensaje que, sin duda, es una ironía frente a la pieza que se va a ver. Por tanto, su principal virtud en la propuesta es el diseño de luces de la pieza, facilitando distintos ambientes gracias a los colores y el tipo de foco utilizados. También hay que subrayar el uso de los fuera de escena, sobre todo en las escenas de Darío, el dálmata, donde los propios actores se convierten en las voces que acompañan al actor, este tipo de detalles sientan muy bien a la pieza.

El vestuario encaja a la perfección con cada uno de los personajes, dando pinceladas de la personalidad de cada uno de ellos. No buscan una coherencia realista al uso, sino más bien un esperpento que acaba por cautivar a la audiencia. Por otra parte, el ritmo de la obra es óptimo, no busca alargarse en demasía y tampoco da la sensación de ser una pieza corta, por lo que, atina con el desarrollo de la misma. Por ende, el ritmo es dinámico, sabiendo dónde colocar aquellos puntos más álgidos para impresionar, el respiro con algo de humor, para relajar, y un final en el que se deja abierta a diversas opciones. No es una obra al uso y ahí está su poder, en la forma de apostar por un tipo de estructura distinta.

FIN obra
Foto de "FIN" (Tania Sieira)

Conclusión

FIN es una obra original, extrema en ocasiones, reflexiva en otras, formando un conglomerado interesante y atrayente. La dramaturgia apuesta por tres personajes que acompañan al espectador ante una creación reflexiva, sin perder su sello de identidad y fuera de lo convencional. Después, el reparto logra un trabajo espléndido, cada uno aportando a su personaje lo máximo y formando entre ellos una sinergia y química muy bien llevada. Por otro lado, la puesta en escena goza de un muy buen diseño de luces, un dinamismo perfecto y una ruptura del ritmo que le sienta perfecto. El fin del mundo llega contado por tres personajes de lo más variopintos que logran cautivar a los espectadores con sus rarezas y pensamientos.

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