Foxtrot, prenominada a los Oscar, es la segunda película de ficción de Samuel Maoz, que con su primer filme, "Lebanon", ya ganó el León de Oro del Festival de Venecia en 2009. Tras conseguir en el Festival de Venecia el León de Plata Gran Premio del Jurado y cosechar el Premio a la Mejor Película de habla no inglesa en el National Board of Review (NBR) son muchos los críticos que han colocado a Foxtrot entre las diez mejores películas del año 2017. En palabras de su director, la película "es un baile de un hombre con su destino". Estreno el 2 de Marzo.



Foxtrot

Crítica de Foxtrot

Ficha Técnica

Título: Foxtrot
Título original: Foxtrot

Reparto:
Lior Ashkenazi (Michael Feldmann)
Sarah Adler (Daphna Feldmann)
Yonaton Shiray (Jonathan)
Shira Haas (Alma)
Dekel Adin (Policía)
Yehuda Almagor (Avigdor)
Shaul Amir (Policía)
Gefen Barkai (Policía)
Ran Buxenbaum (Policía)
Rami Buzaglo (Conductor)
Aryeh Cherner (Oficial)
Eden Daniel (Chico)
Yael Eisenberg (Soldado)
Itay Exlroad (Policía)
Eden Gmliel (Chica)

Año: 2017
Duración: 113 min.
País: Israel
Director: Samuel Maoz
Guion: Samuel Maoz
Fotografía: Giora Bejach
Música: Ophir Leibovitch, Amit Poznansky
Género: Drama
Distribuidor: Wanda Visión

Filmaffinity

Tráiler de Foxtrot

Donde comprar la película

Foxtrot [DVD]
  • Lior Ashkenazi, Sarah Adler (Actores)
  • Samuel Maoz (Director)

Sinopsis

Michael ve cómo crece su rabia ante las excesivas muestras de luto de sus familiares y las palabras bienintencionadas de los burócratas del ejército. Su mujer, sedada, descansa. Mientras tanto, Michael se sumerge en una espiral de ira para experimentar uno de esos giros insondables de la vida, a la altura de las surrealistas experiencias de su hijo mientras realizaba su servicio militar. (Wanda Visión)

Premios

  • Festival de Venecia: Gran Premio del Jurado. 2017
  • National Board of Review (NBR): Mejor film extranjero. 2017
  • Satellite Awards: Nominada a mejor película de habla no inglesa. 2017

Dónde se puede ver la película



Foxtrot es un tríptico altamente metafórico que intenta lidiar con el atolladero del conflicto palestino-israelí. Es la segunda película de ficción de Samuel Maoz, quien con su debut, en "Lebanon" (Líbano), ganó el León de Oro en 2009. Ocho años después de que "Lebanon" de Samuel Maoz nos llevara dentro de un tanque israelí y no nos dejara salir, el escritor y director nos traslada a la casa de un soldado, donde la información y la desinformación sobre el bienestar de su hijo amenaza con destruir a su ya dañado padre.

La película trata de la pérdida o supuesta pérdida de un hijo soldado en el ejército israelí. Foxtrot está estructurado en tres partes.

Primer capítulo

El primer capítulo se nos presenta como una devastadora historia de dolor. Cuando los soldados llegan a la puerta del Feldman, ya sabemos lo que pasó: no se necesitan palabras para explicar.

Al comienzo de Foxtrot, un golpe en la puerta da lugar a una visión aterradora para Dafna (Sarah Adler): dos soldados, de pie impasibles, portando lo que no pueden ser sino malas noticias: la muerte de su hijo. Dafna grita y llora, y los soldados se acercan hacía ella de inmediato para sedarla; en la habitación contigua, su marido, Michael (Lior Ashkenazi), se sienta mirando al espacio como un zombi. El escenario es un apartamento de clase media alta en Tel Aviv adornado con muebles caros y arte moderno oscuro. Estamos ante un ambiente claustrofóbico y de pesadilla. Además, la manera en que los soldados se mueven alrededor de la casa para manejar la situación de la familia es igualmente temible, con una precisión y autoridad que raya el surrealismo.

Foxtrot

Michael mira por el pasillo, aturdido e incapaz de hacer nada: llorar, ayudar, hablar. Los oficiales le dicen que beba agua cada hora, le traen un vaso y establece una alarma recurrente en su teléfono para recordárselo. Se encuentra en una situación complicada teniendo que manejar sus emociones y un protocolo funerario establecido por el ejército. Le dicen lo que sucederá en los próximos días. Mientras esto sucede a su alrededor, la cámara apenas se mueve desde un primer plano de la cara extasiada y embelesada de Michael.

Poco después, otros soldados vuelven a llamar y le dicen a la familia Feldmann que hubo un error. El muerto Jonathan no es su hijo, sino un homónimo. Por lo tanto, la ira se apodera de Michael y reclama llamar a su hijo para hablar con él porque no se fía.

Segundo capítulo

La trama en un viaje alocado, absurdo, psicodélico, alucinógeno al más puro estilo de Wes Anderson, se nos presenta como una pesadilla surrealista de proporciones épicas. Johathan (Yonatan Shiray) el hijo soldado del matrimonio, está vivo y coleando. Sin embargo, está muerto de aburrimiento al igual que sus compañeros en un puesto de control avanzado en tierra de nadie, entre Palestina e Israel. Cuidan una barrera desvencijada que a veces necesita levantarse para que un dromedario siga su camino. No hay necesidad de hacer mucho más que bailar, leer sobre libros sobre sexo y de vez en cuando verificar un pasaporte.

La mayor preocupación es que sus barracones están cada vez más inclinados. El único pasatiempo del joven Johathan es escribir una historia de cómic. El puesto de control, con todos sus equipos antiguos y la sensación de estar construido con desechos, se siente como una reliquia olvidada en el tiempo. Los soldados que lo habitan, hundiéndose lentamente en el barro, se han distanciado de la realidad temporal, parece un escenario fuera del espacio / tiempo. El cobertizo corrugado rectangular en el que viven se inclina y se hunde, una forma de sugerir la pérdida de su equilibrio moral.

Un día, el aburrimiento, el sueño y el estrés resultante explotan en un tiroteo contra jóvenes arrestados durante un control, matándolos por confundirlos con terroristas. La noticia es intencionadamente tapada por el ejército y mientras el arrepentimiento invade a los cuatro soldados, Jonathan recibe noticias de su regreso a casa.

Tercer capítulo

Finalmente, llegamos a un tercer acto que nos hace reflexionar sobre la familia. Otro incidente, sin embargo, se interpone entre él y su familia, quienes una vez más deben experimentar dolor. Hay un giro sorprendente que no puedo revelar.

Descontento del gobierno israelí con Foxtrot

Observamos en el puesto de control como los soldados con cierta frialdad infligen humillaciones a los ocasionales coches palestinos, el robo de productos y, en una escena particularmente inquietante, haciendo que sus víctimas se bajen del coche bajo una lluvia torrencial.

Foxtrot se adentra en el aburrimiento y los prejuicios banales que surgen en primera línea, y por tal motivo ha sido una película muy controvertida en Israel al ser condenada por la Ministra de Cultura Miri Regev. El gobierno israelí estuvo muy enfurecido con la descripción que hace la película de un crimen de guerra y su encubrimiento posterior, así como la sugerencia de que esto es lo habitual.

Sentido metafórico de Foxtrot

El drama israelí Foxtrot, aclamado y vilipendiado, está repleto de dolor y confusión, con muchos sentidos metafóricos, uno de ellos se extiende al propio título de la película. Foxtrot es por un lado, el nombre de un puesto de control aislado del desierto, en un camino transitado por algún que otro coche palestino y camellos.

Foxtrot

Pero también es, por supuesto, un baile, cuyos peculiares pasos han inspirado a Samuel Maoz para evocar la vida en un estado traumatizado y ciegamente militarista donde uno siempre termina en el mismo punto de partida. Foxtrot es un baile, y como tal nos conduce a una secuencia visual surgida de la nada de un soldado danzando con su rifle, así como a un momento más tranquilo, conmovedor y casi desesperado, entre el matrimonio.

Foxtrot se mueve al mismo ritmo de la danza de la que toma su nombre, permitiéndose intervalos de ensueño, poéticas y eróticos, pero siempre volviendo al punto de partida, en un ciclo sin fin y cruel de culpa, castigo y expiación.

Buen trabajo de cámara

Las imágenes son de una belleza tan extraordinaria que le da a la película aún más brillo. Además de la ingeniosa historia, hay que destacar el impresionante trabajo realizado de cámara.

Muchos ángulos de cámara directamente desde arriba, casi como un intento de mantener a cierta distancia los problemas humanos, como si un poder superior nos observara y tomara decisiones sobre nuestro destino, como si fuéramos pequeñas piezas de ajedrez.

Cuando Michael camina por el pequeño y minúsculo baño, se siente muy claustrofóbico, como si los fuertes sentimientos no encajaran, y no tuviera a dónde ir. Una escena particularmente notable es en la que la cámara desde arriba le sigue y vemos como las baldosas debajo de sus pies crean la impresión de que los cubos se levantan debajo de él en todas partes. La cámara comienza a girar, mientras Michael lucha lentamente por moverse a través de la habitación, y se crea una ilusión óptica que hace que parezca casi como si, aunque se estuviera moviendo, no pudiera moverse en absoluto. En cambio, el personaje parece permanecer dolorosamente atrapado tanto en su dolor como en el duro mundo militar que parece encerrarlo desde todos los ángulos.

 El poder del destino y el azar

Foxtrot arrastra al espectador en un viaje vacilante, inquieto y sin control, con humor cínico, que analiza el poder del destino y el azar en nuestra existencia.

Estamos ante una película sobre coincidencias que no son casuales, que parecen parte de un plan más grande. La historia de Foxtrot está inspirada en un episodio real experimentado por propio director, que casi perdió a su hija el día que le dijo que tendría que tomar el autobús para ir a la escuela.

Foxtrot

A su dormilona hija se le pegaban muy habitualmente las sábanas cada mañana, con lo que tenía que coger un taxi para llegar pronto a clase. Los padres cortaron por lo sano esos gastos y la obligaron ir siempre en autobús, la linea 5. Aquella mañana, cuando se extendió la noticia de que un grupo armado tomo el bus 5 matando a varios pasajeros, Samuel Maoz, obsesivamente marco una y otra vez el número de teléfono de su hija. Las lineas estaban colapsadas. Cuando la niña regresó a casa contó que se había levantado tarde y perdió el autobús. Hay lugares en el mundo donde uno tiene las mismas posibilidades de salvarse de la muerte a propósito o por error.

Conclusión de Foxtrot

Foxtrot es claramente una película sobre la inutilidad y la banalidad de la guerra, el sin sentido de la muerte, un tríptico alucinatorio de los horrores de la guerra, a la vez que es un rico estudio cultural del pueblo israelí.

Samuel Maoz realiza un brillante trabajo al mezclar magistralmente el surrealismo y el drama para contar una historia cargada de emoción y discurso político en un país que está teniendo dificultades para reconciliarse con la violencia cotidiana y las muertes sin sentido.

Reportaje de Foxtrot en Días de Cine TVE

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