Nicolas Maury se lanza a la gran pantalla con Garçon chiffon, película que narra las vivencias de un joven atormentado por sus celos obsesivos. Este film formó parte de la Sección Oficial del fallido Festival de Cannes de 2020. Asimismo, estuvo presente en los Premios César, siendo nominado a mejor ópera prima. También hay que destacar que a parte de Maury, el elenco ha contado con rostros muy conocidos en la industria francesa como Nathalie Baye. Por otro lado, ha formado parte de la Sección Panorama del Festival LesGaiCineMad 2021, que finalizó este 14 de noviembre de 2021.



Garçon chiffon

Crítica de 'Garçon chiffon'

Ficha Técnica

Título: Garçon chiffon
Título original: Garçon chiffon

Reparto:
Nicolas Maury (Jérémie Meyer)
Nathalie Baye (Bernadette Meyer)
Arnaud Valois (Albert)
Théo Christine (Kevin)
Laure Calamy (Sylvie)

Año: 2020
Duración: 108 min
País: Francia
Dirección: Nicolas Maury
Guion: Maud Ameline, Sophie Fillières y Nicolas Maury
Fotografía: Raphaël Vandenbussche
Género: Drama
Producción: CG Cinéma

Filmaffinity

IMDb

Tráiler de 'Garçon chiffon'

Sinopsis de 'Garçon chiffon'

Rebeca nos presenta a Jérémie, un joven que está a punto de colapsar en su vida. Decide dejar París y regresar a Limosin, a la casa donde vive su entrometida madre. (LESGAICINEMAD 2021).



Garçon chiffon
Foto de CG Cinéma

Los celos y la nostalgia

Nicolas Maury es uno de los rostros más reconocibles del cine francés, sobre todo, en películas de temática LGBTQ. Su debut cinematográfico viene bajo el nombre de Garçon chiffon, en el cual se explora una historia personal donde el amor es el principal leitmotiv del film. Por un lado, se encuentra esa comedia ácida en torno a los celos, donde el romanticismo idílico da paso a la idiosincrasia de la toxicidad de este tipo de relaciones. Por tanto, a través de esta esperpéntica visión, se exponen situaciones irreverentes cargadas de comedia, sin dejar apartadas las pinceladas de dramatismo. Sin embargo, su mayor fuerte se halla en el regreso al pasado, en esa visión entre el hoy el ayer que permite un análisis más profundo de su protagonista. Al dar luz a algunos episodios de su pasado en la infancia y juventud, permite dar más perspectiva a esa excentricidad única.

Se aborda la necesidad de sentirse reivindicado desde los otros de una forma en la que se critica, pero sin hacer sangre de ello. Gracias a esta perspectiva, se puede llegar a una introspección interesante sobre cómo se afronta la soledad y el deseo de atención de los otros. No obstante, el desarrollo se extiende en el tiempo en demasía, trayendo detalles que podrían haberse omitido. En consecuencia, experimenta una sensación de excesiva explicación, que tampoco aporta de una manera determinante al film. Por fortuna, se encarrilla hacia el final de la película, experimentándose una metáfora metanarrativa, dejando un resultado plausible en su final. Por tanto, aunque podría haberse definido de una manera más clara, se valora que deje al espectador que sea quien complete el discurso. De esta forma, da un realismo que afecta positivamente a la cinta.

Festival LesGaiCineMad 2021
Foto de CG Cinéma

El universo sobre él

Además de debutar en la dirección con Garçon chiffon, también es uno de los protagonistas absolutos de la cinta. Para comenzar, Nicolas Maury conoce los entresijos de su Jérémie a la perfección y prueba de ello es la excelente labor que realiza ante la cámara. De principio a fin no se ve un ápice de exageración, a pesar de las situaciones rocambolescas que ofrece la película. Por tanto, hace de la locura su medio de confort, dándole verosimilitud y un humor intrínseco que saca a relucir ante el espectador. También cabe destacar la ternura con la que adereza su trabajo, permitiéndole no convertirse en una caricatura y dándole la posibilidad de mostrar distintas facetas de su actuación. Después, Arnaud Valois cumple con su interpretación, pero no hay un despliegue más íntimo. Por lo cual, pone el foco, sobre todo, en la atracción visual que ofrece su mirada hipnótica y atractiva.

Por otro lado, la gran Nathalie Baye vuelve a triunfar con esa verdad con la que dota de vida a sus personajes. De principio a fin se ve una evolución exquisita en su figura, con una naturalidad contagiosa y un brillo especial. Incluso, dentro de ese retrato fuerte y arrollador, se presenta una elegancia frágil, que encumbra a esa mujer dispuesta a ir más allá. Por lo que, sin dudarlo, Baye es una de las mejores interpretaciones de la película. Luego, Théo Christine da esa bocanada de aire fresco, con una energía totalmente dinámica. Se encuentra muy cómodo en escena, lo que le permite moverse entre los distintos personajes con una soltura eficaz y pertinente. Por último, las distintas apariciones estelares, como Laure Calamy, Jean-Marc Barr, entre otros, dan movimiento y se encuentran totalmente comprometidos con la comedia y la locura.

Festival LesGaiCineMad 2021
Foto de CG Cinéma

La tragedia del drama

A pesar de venderse Garçon chiffon como una comedia, se aleja bastante del concepto generalizado que se puede tener de este género. Por esta razón, se presenta más como una dramedia intimista y personal, con pequeños lingotazos de humor y una rareza cómica en su punto. Con lo cual, su mayor reto, a nivel técnico, es llevar un ritmo que envuelva toda esa vorágine emocional, sentimental y física que va transcurriendo por la historia. Durante una gran parte del film se presenta desde una estrategia agradable, pero se ralentiza por la duración excesiva del largometraje. Por tanto, le pasa factura al allanar el efecto que podría haber conseguido, al quitar el foco y la atención levemente. Aun así, en su compendio general, es una experiencia disfrutable, que deja buenas sensaciones, aunque podría ser todavía más resolutiva.

Aun así, sigue siendo un debut potente de Maury, quien demuestra ya en este primer film un sello de identidad con una base sólida. Por ende, se presentan características en las que se define su estilo cinematográfico, lo que es importante a la hora de ser un artesano del cine. Ese carácter tan singular de sus personajes se traslada también en la disposición de las escenas y en cómo las dibuja desde el prisma estético y visual. Por otra parte, aplaudir la dirección de arte, que retrata sin problemas esa París urbana, contrastando con el ambiente rural y salvajes del pueblo natal del protagonista. En ambas construcciones se consolida al beber de la propia realidad y dejar salir esa simbología realista. Para terminar, el espacio sonoro es uno de los aspectos mejor trabajados del film, siguiendo la estela y estructura del tono principal de la película.

Garçon chiffon
Foto de CG Cinéma

Conclusión

Garçon chiffon es una dramedia que explora a través del disparate temas de una profundidad intimista de gran importancia. Por tanto, se ven varios elementos muy interesantes, teniendo que pulirse en la concreción de éstos. La razón no es otra que se dilata en exceso en el tiempo, pasándole factura también a nivel técnico al tener un ritmo menos dinámico y más abrupto. Aun así, el debut de Nicolas Maury es notable, presentando un sello de identidad potente. Por otra parte, destacar las interpretaciones de Nathalie Baye y las colaboraciones de artistas como Laure Calamy, que dan vida al film. Encontrarse a uno mismo en una explosión de excentricidades y de naturalidad, que sentencia un comienzo prometedor para Maury como realizador.

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Diego Da Costa
Subdirector de Cinemagavia. Comunicólogo audiovisual por la UCM y Máster en Comunicación en la Red por la UNED. Miembro de EGEDA (Premios Forqué) e Ingeniero Audiovisual en Ricoh España. Co-creador de la compañía artística La Joie de la Colina. Como diría Elizabeth Taylor: "Las ideas mueven el mundo sólo si antes se han transformado en sentimientos".
garcon-chiffon-critica-peliculaUna dramedia que explora a través del disparate temas de una profundidad intimista de gran importancia. Por tanto, se ven varios elementos muy interesantes, teniendo que pulirse en la concreción de éstos. Aun así, el debut de Nicolas Maury es notable, presentando un sello de identidad potente. Por otra parte, destacar las interpretaciones de Nathalie Baye y las colaboraciones de artistas como Laure Calamy, que dan vida al film. Encontrarse a uno mismo en una explosión de excentricidades y de naturalidad, que sentencia un comienzo prometedor para Maury como realizador.

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