Gunpowder Milkshake (Cóctel explosivo) es una película de acción de aire marcadamente femenino, que también apuesta por el humor negro. Dirigen los israelíes Aharon Keshales y Navot Papushado, responsables de Big bad wolves (2013), film que tuvo numerosas alabanzas de, entre otros, Quentin Tarantino. En el reparto encontramos a Karen Gillan (Guardianes de la galaxia, La llamada de lo salvaje), Lena Headey (Juego de tronos, The purgue: la noche de las bestias) y Angela Basset (Días extraños, Black panther). Netflix adquirió los derechos de distribución para EE.UU, donde ha sido estrenada por la plataforma el pasado 14 de julio. En España se estrenará en cines el 10 de septiembre.
Crítica de 'Gunpowder Milkshake'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Gunpowder Milkshake (Cóctel Explosivo)
Título original: Gunpowder Milkshake
Reparto:
Karen Gillan (Sam)
Joanna Bobin (Rose)
Lena Headey (Scarlet)
Paul Giamatti (Nathan)
Carla Gugino (Madeleine)
Año: 2021
Duración: 114 min
País: Estados Unidos
Dirección: Navot Papushado
Guion: Navot Papushado, Ehud Lavski
Música: Haim Frank Ilfman
Fotografía: Michael Seresin
Género: Acción. Thriller
Distribución: Vértice 360
Tráiler de 'Gunpowder Milkshake'
Sinopsis
Sam (Karen Gillan) tenía solo 12 años cuando su madre Scarlet (Lena Headey), una asesina de élite, se vio obligada a abandonarla. Sam fue criada por La Firma, el despiadado sindicato del crimen para el que trabajaba su madre. Ahora, 15 años después, Sam ha seguido los pasos de su madre y se ha convertido en una cruel asesina a sueldo, tan eficiente como leal. Ella usa sus talentos para limpiar los líos más peligrosos de La Firma.
Pero cuando un trabajo de alto riesgo sale mal, Sam debe elegir entre servir a La Firma y proteger la vida de una niña inocente de 8 años: Emily (Chloe Coleman). Sam solo tiene una oportunidad para sobrevivir: reunirse con su madre y sus letales socias Las bibliotecarias (Angela Bassett, Michelle Yeoh y Carla Gugino). Estas tres generaciones de mujeres deberán aprender a confiar las unas en las otras, enfrentarse a La Firma y a su ejército de secuaces, y hacer frente a todos aquellos que se interpongan en su camino. (Vértice 360)
Un trabajo sucio
Gunpowder milkshake (Cóctel explosivo) tiene el aliciente de ver cómo resulta la primera película de altos vuelos del tándem Keshales-Papushado, después de sorprender en 2013 con la brutal Big bad wolves, una violentísima producción israelí muy bien recibida en Sitges y que contó con el beneplácito de, por ejemplo, Tarantino. El resultado final es estiloso, pop, puro cómic. De primeras, se puede asociar fácilmente con algunas producciones o tendencias recientes, y en cierta medida el amoldarnos o no a estas circunstancias determinará nuestra postura ante Gunpowder milkshake (Cóctel explosivo).
Scarlet (Lina Headey) trabajaba como sicaria para un organización delictiva en la sombra llamada La Firma. Un desliz en una misión hizo que tuviera que huir apresuradamente, abandonando a su hija Sam (Karen Gillan), cuando todavía era una adolescente. Unos quince años después Eva se ha convertido a su vez en otra sicaria que trabaja también para La Firma. Como parece que la historia tiende a repetirse, Sam acabará enfrentada a La Firma por el desenlace de una misión. Como consecuencia, una miríada de asesinos se disponen a acabar con ella. Lo que no es esperaba es tener que llevar consigo a una niña, Emily (Chloe Coleman), cuyo padre acaba de matar.
El fenomenal lío que se monta acaba con Sam encontrándose con su madre quince años después. Tras los consabidos reproches familiares, ambas deberán enfrentarse a La Firma y correr por sus vidas. Aunque no estarán solas. Contarán con la bienvenida ayuda de unas cuantas alidadas y viejas amigas: Florence (Michelle Yeoh), Madeleine (Carla Gugino), y Anna May (Angela Basset). La celebración de peleas y tiroteos puede comenzar.
Acción pop y colorista
Gunpowder milkshake (Cóctel explosivo) se une a la tendencia del cine de acción que pone a mujeres como principales protagonistas. Podemos mencionar Atómica (2017), Gorrión rojo (2018), La vieja guardia (2020),Viuda negra (2021)… Por supuesto no podemos olvidar el referente del díptico de Kill Bill, cuya influencia es rastreable en esta película. Gunpowder milkshake (Cóctel explosivo) tiene estilo. Quizá algo moroso y derivativo, pero lo tiene. Hay colores saturados, neones, una montaje ágil, humor negro, y algunas escenas bastante violentas. También un enfoque pulp, pop, y cerca del cómic. Donde el argumento es alambicado y lleno de exageraciones cada vez más y más hiperbólicas.
Podemos rastrear influencia de John Wick, del cine de Tarantino o de Matthew Vaughn. La película se centra en el divertimento; no puede ser de otra manera teniendo un guion tan estrafalario. Los escondites secretos de La Firma, o del grupo de Sam y Scarlet son casi paródicos, y hay algunas escenas de acción realmente imaginativas. Así con todo, las influencias, a todos lo niveles, del cine reciente de acción se nos presentan de una forma perceptible, aunque hay atisbos de personalidad; no es un trabajo ni desganado, ni funcionarial. Más allá de lo sustancioso del contenido, Keshales y Papushado obtienen una factura elegante, colorida y cuidada.
Gunpowder milkshake (Cóctel explosivo) ejerce además el derecho a eludir la trascendencia, a abogar por el humor (sobre todo si es negro), la ironía y la ligereza. Porque la película es juguetona y cuando toca, contundente. Cosa aparte es que el afán de entretenimiento se consiga al 100 % durante toda la película. En ocasiones, resulta reiterativa, abusa de recursos semejantes, y podría haberse recortado algún segmento. Lo cual redunda en reducir sus capacidades como entretenimiento salvaje en alguna décima.
Las chicas son guerreras
En Gunpowder milkshake (Cóctel explosivo) las que reparten estopa son ellas. Detalle no muy trascedente, habida cuenta de que mientras la película sea meritoria, quien patee traseros o maneje una ametralladora da igual. Ya sean Los mercenarios, o algunas de las chigas guerras de este Cóctel explosivo. Karen Gillan se las basta y se las sobra para parece una heroína (o antiheroína) competente. Ignoro la pretensión de construir una John Wick femenina, y aunque fuese cierto, ello no obsta para que la actriz escocesa tenga su propia luz.
Lena Headey tiene un papel ideal. Su especialidad es maquinar planes y ser tan letal como su hija. Aparte de que la diferencia de edad con Karen Gillan es de tan solo catorce años, y no dan el pego como madre e hija, el papel tiene un toque de mala leche perfecto para Headey. Las compañeras de esta dupla tienen, dentro de su escaso desarrollo, cierta idiosincrasia. Angela Basset ofrece un tono arriscado y salvaje; Carla Gugino aporta un toque más ligero y humorístico, aunque con su correspondiente cuota de enemigos abatidos; Michelle Yeoh pasa un poco más desapercibida, pero no desentona en el conjunto. Chloe Coleman cumple su función de personaje adorable, pero inteligente y valeroso.
Uno de los problemas de Gunpowder milkshake (Cóctel explosivo) es la carencia de un enemigo claro, de un villano o némesis a la altura. Paul Giamatti podría optar al puesto, pero su papel es más bien liviano, y de unas hechuras de oficinista no muy llamativas. Más amenazante puede parece Adam Nagaitis, pero su aparición es esporádica, al igual que Ralph Ileson en su papel de peligroso hampón. La película se centra más en las víctimas propiciatorias que constituyen los secuaces de los malos, que son machacados a base de bien.
Conclusiones de Gunpowder milkshake
Gunpowder milkshake (Cóctel explosivo) es esencialmente un ejercicio de estilo que se nutre de acción vistosamente filmada, y aunque referencia algunos hitos modernos en la materia, deja asomar a unos directores con personalidad. Bastante menos truculenta que Big bad wolves, el espíritu dominante es pop, comiquero y zumbonamente violento. Girl power, en definitiva, para entretenerse durante casi dos horas, con un casting a la medida.
Reportaje de Gunpowder milkshake en Días de Cine TVE
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