Duele observar como una película con un planteamiento tan bueno se desmorona poco a poco. Las hijas del Reich (Six Minutes to Midnight) no solo muestra incongruencias en el tono de su trama, también en la modificación de su título, únicamente comprensible desde la perspectiva del marketing. Estreno en Movistar+ 5 de febrero.
Andy Goddard manifiesta inseguridad ante una producción con el mismo potencial que el elenco que se encarga de darle vida. Thomas Miller, interpretado por Eddie Izzard, es el profesor elegido para dar clase a las alumnas. Además de aprender inglés, las estudiantes se crían bajo los ideales alemanes de 1939. Solo Judi Dench y la joven Tijan Marei aportan algo de credibilidad a una historia que pierde su directriz en pleno nudo.
Crítica de 'Las hijas del Reich'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Las hijas del Reich
Título original: Six Minutes to Midnight
Reparto:
Eddie Izzard (Thomas Miller)
Carla Juri (Ilse Keller)
James D'Arcy (Capitán Drey)
Judi Dench (Miss Rocholl)
Jim Broadbent (Charlie)
Celyn Jones (Cabo Willis)
David Schofield (Coronel Smith)
Nigel Lindsay (Mr. Wheatley)
Kevin Eldon (Sargento Simmons)
Franziska Brandmeiern (Beatrix)
Rupert Holliday-Evans (Band Leader)
Tijan Marei (Gretel)
Año: 2020
Duración: 99 min.
País: Reino Unido
Director: Andy Goddard
Guion: Andy Goddard, Eddie Izzard, Celyn Jones
Fotografía: Chris Seager
Música: Marc Streitenfeld
Género: Thriller. Drama
Distribuidor: DeAPlaneta
Tráiler de 'Las hijas del Reich'
Sinopsis
Inglaterra 1939. Thomas Miller es un profesor de inglés que ha aceptado un puesto de última hora en la escuela Augusta-Victoria en la costa sur inglesa a la que los nazis alemanes de alto rango envían a sus hijas.
Bajo la atenta mirada de la directora, la Señorita Rocholl, y su devota ayudante Ilse Keller, las chicas practican inglés y aprenden a representar el ideal de la mujer alemana. (DeAPlaneta)
Dónde se puede ver la película
Augusta-Victoria
La escuela situada al sur de Inglaterra es el escenario perfecto para desarrollar un relato totalmente innovador. Una película de guerra donde las hijas de los altos consejeros del Reich están agrupadas, y sirven como moneda de cambio para un país que ve como la guerra se aproxima. Un boceto sobre la Segunda Guerra Mundial diferente, con un planteamiento que difícilmente puede asociarse al de otras películas. Las hijas del Reich decae cuando se traspasan los límites de Augusta-Victoria. Es a partir de ese momento, cuando la cinta se olvida de todo el suspense generado en la primera mitad, para adentrarse en una persecución totalmente innecesaria.
Entre las paredes de esta escuela se establecen muchas ideas interesantes: la construcción de un fanatismo, su rechazo, el racismo y el acoso escolar. Quizás lo más interesante de la película es observar la complacencia del personaje de Judi Dench frente a los actos fascistas que suceden en su colegio, actos que no parece compartir del todo. Esta tolerancia excesiva se ve reflejada cuando Miss Rocholl (Judi Dench) clava su mirada en los ojos de Thomas Miller a través del pequeño espacio que deja una puerta entreabierta.
Otro tema importante, en el cual no se profundiza, es en la cara más oscura de ambos bandos. Solo en un par de momentos puntuales nos preguntamos: ¿De verdad es bueno que permanezcan en Inglaterra? El resto del tiempo, Las hijas del Reich decide imponernos descaradamente lo malo que son los alemanes. No tiene interés por desarrollar las intenciones que tiene el bando inglés, ni en el pensamiento dividido de las pobres estudiantes.
La persecución
La segunda mitad de Las hijas del Reich se puede resumir en una carrera sin sentido de Eddie Izzard escapando de varios policías. En este punto, el tono misterioso se transforma en una secuencia cómica de casi media hora. Esta etapa podría compararse con un fragmento de Benny Hill o Buster Keaton. Por este motivo, es razonable afirmar que el potencial de Las hijas del Reich se queda encerrado en Augusta-Victoria y nunca vuelve a salir de allí.
La única finalidad de la persecución parece ser la de alargar una película que, por su desarrollo, podría haberse resuelto en tan solo una hora. Probablemente, el ritmo sería más estable de esta manera. Tomar esta decisión sería inviable para una producción que parece tener frente a su rostro un velo comercial. Su reparto es una llamada al público mal aprovechada. Observar a Izzard corriendo de un lado para otro, durante tanto tiempo, se vuelve terriblemente inverosímil a los ojos de un espectador que solo puede preguntarse de dónde saca esa resistencia olímpica.
Destrezas
Si tuviera que hablar sobre un aspecto positivo de Las hijas del Reich, no serían los enfrentamientos, los gestos exagerados a la hora de apuntar, ni tampoco su desenlace. Como mencionaba al principio, las interpretaciones de Judi Dench y la joven Tijan Marei nos introducen dentro de la historia. Es una pena que no se aproveche más su presencia en pantalla. La fotografía es notable, está dispuesta perfectamente para resaltar la presencia de los protagonistas y el entorno al que pertenece la escuela. Aun así, es difícil no percatarse de que la película tiene un aura televisiva, seguramente provocada por su realización.
Conclusión de 'Las hijas del Reich'
Es obvio que podemos exigirle más a un producto como este. Su verdadero error está en no tomar el camino correcto a la hora de construir el guion. Por otra parte, se puede ver perfectamente sin pasar un mal trago, puede ser incluso entretenida si no la tomamos demasiado enserio.
Su veracidad histórica es cuestionable, ya que lo único creíble es la ubicación y el funcionamiento de la Augusta-Victoria. En general, Goddard construye un relato casi ficticio. Aunque su "traducción" al español la aproxime a una película de época, está más cerca de parecer una cinta convencional de espías, justo aquello que evoca su título original (Six Minutes to Midnight).
Reportaje de Las hijas del Reich en Días de Cine TVE
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