Esteban Ciudad llega al Teatro Nueve Norte con Ilusiones, obra teatral que reflexiona sobre las vivencias existenciales, las esperanzas y la madurez. Ambientado en un barrio donde el chándal es el éxito de la temporada, se presenta a Rebeca y Susi, dos amigas de toda la vida. Un acontecimiento removerá sus vidas y hará que sus caminos vayan por lugares que no habían imaginado antes. Tras su estreno en marzo, y el éxito de asistencia, continúa los jueves de abril en el Teatro Nueve Norte a las 20 horas.
Crítica de 'Ilusiones'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Ilusiones
Título original: Ilusiones
Reparto:
Lidia Galiana
Laura Mayo (Rebe)
Laura Marvo (Susi)
Duración: 80 min. apróx.
Dirección: Esteban Ciudad
Dramaturgia: Esteban Ciudad
Producción: Esteban Ciudad
Sinopsis de 'Ilusiones'
Rebeca y Susi son amigas del barrio, de toda la vida. Pasando los treinta, con dificultades económicas y pocas motivaciones, se pasan las horas muertas en el parque, sin hacer nada. Cuando a Rebeca, la más conflictiva, la entrevistan de forma inesperada en un famoso programa de TV, se produce una cadena de acontecimientos que transformarán su forma de ver el mundo que les rodea.
Ilusiones es una divertida comedia que reflexiona sobre los golpes que nos da la vida y cómo nos enfrentamos a ellos. Un texto fresco e inteligente, con tres actrices que te harán reír y emocionarte. ¡No te la pierdas!. (TEATRO NUEVE NORTE).
El disparadero público
Esteban Ciudad explora a través de la cotidianidad los estereotipos y las vivencias de dos mujeres de barrio, en Ilusiones. Sin embargo, el guion no se limita a utilizar el humor con la idiosincrasia propia del carácter de las chicas de este tipo de tribu urbana. Al contrario, reflexiona sobre el tratamiento de estas personalidades en el prisma público. Por lo cual, se puede ver la influencia de vídeos virales, de programas de televisión, de personas de unas características similares. De esta forma, consigue plantear dos vertientes narrativas diferentes: las propias ilusiones vitales de sus protagonistas y la crítica que se denuncia acerca de la burla y la explotación de personajes que cumplen un perfil de este tipo. Incluso, se puede decir perfectamente que Esteban otorga un respeto por sus personajes, que no suele verse en el estado mediático actual.
En un mundo donde triunfan fenómenos como “La isla de las tentaciones”, o diversos docurrealities, hace que el público se pregunte si realmente la responsabilidad se encuentra sobre los personajes que aparecen en ellos, o lo son los responsables de estos programas. Aun así, la parte esencial de la historia también se posa en la introspección personal y la superación, que va unida a una madurez que no siempre llega de una forma directa. Por lo tanto, su mayor fuerte se halla en darle naturalidad y envolver al espectador con ese sentimiento de búsqueda, con la que se puede sentir identificado. Asimismo, hay partes donde la ejecución de la comedia es precisa. No obstante, la fluidez del relato se obtiene en la mayor parte de la obra, pero hay alguna parte donde se desprende de la energía dinámica que se ofrece en el resto del guion.
El ‘chonismo’ ilustrado
Los focos se centran especialmente en el dúo formado por Laura Mayo y Laura Marvo, las cuales dan vida a Rebe y Susi, respectivamente. En primer lugar, Mayo se viste de naturalidad y evita la exageración histriónica a la hora de dar vida a su personaje. De esta forma, evita caer en la burla innecesaria, sino que otorga unos tintes interesantes a su Rebe. Gracias a ello, no se transforma en una caricatura, por lo que empasta perfectamente con la personalidad de su personaje. Asimismo, sería importante destacar que, sobre ella, se pone la mayor carga humorística de Ilusiones. Con lo cual, tiene la oportunidad de demostrar sus capacidades artísticas, las cuales cumple con creces. También mencionar que en su expresividad se percibe una cierta ingenuidad blanca, que contrasta con la fuerza arrolladora que transmite desde el escenario.
Después, por su parte, Marvo plantea su interpretación desde una perspectiva más suave, menos acentuada en el carácter propio de “ser de barrio”. Aun así, no descuida los detalles que indican su contexto sociocultural y su entorno. Dentro de esa confusión que experimenta su personaje, Marvo lo utiliza para poder explotar su efecto más visual ante la escena. Así conecta con el espectador, que empatiza por su lenguaje verbal sutil y delicado. Finalmente, se convierte en el eje principal de la acción, logrando crear un efecto familiar magnético, que culmina su trabajo escénico. Por último, Lidia Galiana regala grandes momentos al espectador, sobre todo en aquellas donde saca partido a la comedia que se plantea. Controla perfectamente la escena, siendo muy orgánica en su forma de proceder. Únicamente, mencionar que se ve más cómoda en las partes humorísticas, que aquellas en las que que se exige una mayor carga emocional.
La evolución personal
La propuesta escénica de Ilusiones se apoya más en la acción, que en la propia interacción con el medio. Dicho de otra forma, la escenografía no goza de una mayor complejidad, se entiende por el carácter más minimalista de la propia obra. Por lo cual, realmente, se ve en escena un banco, que representa el carácter urbano que busca la propia obra. Aun así, la dirección de Esteban Ciudad logra suplir ese espacio más vacío, llenándolo con una energía actoral magnífica, ya que en todo momento se encuentra en activo la obra. Por tanto, aunque podría haberse sacado más partido a los elementos sobre el escenario, la coreografía de las actrices, y el propio contacto entre ellas, centran la atención de los espectadores ante estos estímulos. Por ende, el dinamismo en el planteamiento de las actrices y lo que sucede en la escena es la mayor fortaleza de la obra.
Otro de los puntos que destaca son los referentes y símbolos populares que se exponen durante la obra, como podrían ser los “homenajes” encubiertos a programas como “El diario de Patricia” o “Callejeros”. También se recuerdan vídeos virales como aquel de “la más chula de Móstoles”, que recuerda muchísimo a la primera incursión del personaje de Rebe en la obra. Esta iconografía popular utiliza es interesante, dado que su motivación va más allá de la recreación, sino del propio análisis de la exposición pública y lo que puede haber detrás. Por otro lado, las voces en off no funcionan con total naturalidad, pero no desentonan en exceso. Luego, el ritmo de la pieza, al igual que el guion, es agradable. No se produce en ningún momento una ralentización de la misma, solo que, en ocasiones, algunas transiciones podían ser más ágiles.
Conclusión de 'Ilusiones'
Ilusiones reflexiona sobre las vivencias personales y la ruptura del cliché de barrio, sin desprenderse del ADN de este contexto sociocultural. Al mismo tiempo, utiliza la comedia para exponer una crítica pública al tratamiento de estos personajes de forma mediática. Por lo cual, extrae una humanidad interesante, innovando más allá de lo habitual a la hora de hablar de “la gente de barrio”. Después, el elenco actoral apuesta por la naturalidad y una expresividad estupenda. La puesta en escena se decanta por un minimalismo escenográfico excesivo, pero saca partido al máximo la dirección de actores y la propia acción de la pieza teatral. La exploración de la superación personal y la metamorfosis vital, rompiendo tópicos y abordándola desde una cotidianidad urbana plausible.
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