¡Han vuelto! ¿Quiénes? ¡Jay (Jason Mewes) y Bob el silencioso (Kevin Smith)!, los ya mitiquérrimos personajes creados por el propio Smith y que se han dejado caer por buena parte de su filmografía; unos fumetas que han terminado convertidos, por derecho propio, en personajes imperdibles de la cultura pop. La película que los trae de vuelta es Jay y Bob el silencioso: El reboot, suerte de secuela (casi 'reboot', claro) de la ya algo lejana, 2001, Jay y bob el silencioso contraatacan (Jay and Silent Bob Strike Back), el primer trabajo que los situaba como protagonistas absolutos tras sus más o menos breves intervenciones en, entre otras, Clerks, Mallrats, Persiguiendo a Amy (Chasing Amy) y Dogma.
Jay y Bob el silencioso: El reboot podrá verse, a partir del 29 de febrero, a través de Movistar +.
Crítica de Jay y Bob el silencioso: El reboot
Resumen
Ficha Técnica
Título: Jay y Bob el silencioso: El reboot
Título original: Jay and Silent Bob Reboot
Reparto:
Jason Mewes (Jay)
Kevin Smith (Bob el silencioso / Kevin Smith)
Harley Quinn Smith (Milly)
Aparna Brielle (Jihad)
Alice Wen (Shan Yu)
Matt Damon (Loki)
Jason Lee (Brodie Bruce)
Ben Affleck (Holden McNeil)
Joey Lauren Adams (Alyssa Jones)
Shannon Elizabeth (Justice)
Rosario Dawson (Reggie Faulken)
Ralph Garman (Ted Uderhill)
Brian O'Halloran (Dante Hicks)
Justin Long (Brandon St. Randy)
Melissa Benoist (Chronic)
Val Kilmer (Bluntman)
James Van Der Beek (James Van Der Beek)
Jason Biggs (Jason Biggs)
Chris Hemsworth (Chris Hemsworth)
Año: 2019
Duración: 105 min.
País: Estados Unidos
Director: Kevin Smith
Guion: Kevin Smith
Música: James L. Venable
Fotografía: Yaron Levy
Género: Comedia.
Distribuidor: Sabian Films / Universal Pictures
Tráiler
Sinopsis
Jay y Bob el silencioso inician otro viaje a Hollywood para impedir que se ruede una nueva película sobre Bluntman y Chronic, cuya primera entrega ya trataron de sabotear, sin éxito, en Jay y Bob el silencioso contraatacan.
Dónde se puede ver la película
Kevin Smith, fan entre los fans
Rodada con escasísimos medios (financiada parcialmente gracias a la venta de buena parte de la impresionante colección de cómics de Smith; colección que posteriormente, y para su tranquilidad, pudo recuperar), y en un feísta blanco y negro, Clerks, 1994, se convirtió en toda una sorpresa tras su paso triunfal por festivales de prestigio como los de Cannes o Sundance. Su frescura, amateurismo (dicho como algo positivo; no como ocurre en la película que nos ocupa) e irreverencia brillaban sobremanera.
La historia tenía como protagonistas a un par de tenderos (Brian O'Halloran y Jeff Anderson) que sufren todo tipo de aventuras cotidianas en el que se presenta como otro aburrido día de trabajo.
Tras ella llegaría Mallrats, rodada con un mayor presupuesto, de escaso recorrido comercial y reconvertida en película de culto y en una de las favoritas de los fans del realizador (fue, por cierto, el primero de sus trabajos que yo vi; el resto es historia).
Completaría la autodenominada “Trilogía de New Jersey” la superlativa Persiguiendo a Amy, en la que Ben Affleck se enamoraba perdidamente de una lesbiana (maravillosa Joey Lauren Adams, nominada al Globo de Oro por su estupendo papel).
Jay y Bob, (casi) siempre presentes
Jay y bob el silencioso aparecían en todas ellas. En ellas y en otras posteriores, como Dogma (cinta cuya irónica campaña incluía la participación del propio Smith en ciertas manifestaciones ultra religiosas que proponían prohibir el estreno de la misma). Sin embargo, no se pondrían en primera fila hasta la ya mencionada Jay y Bob el silencioso contraatacan, en la que se dedicaban a sabotear el rodaje de un largometraje sobre Bluntman y Chronic, personajes (superhéroes) basados en ellos mismos (sic).
La película, por cierto, era un festín de cameos de actores (Ben Affleck, Matt Damon, Jason Lee) y actrices (Joey Lauren Adams, la cantante Alanis Morissette, la televisiva Shannen Doherty) que, en muchos casos, repetían papeles que ya habían interpretado en anteriores películas de Smith.
Sí, Jay y Bob el silencioso contraatacan venía a ser el particular Vengadores: Endgame, (Avengers: Endgame), en clave cómica, claro, del micro universo creado por Smith (sic).
Del humor al ¿terror?
Y es que Smith se hizo un nombre gracias a sus comedias deslenguadas (siempre mejor por sus guiones que por su ejecución tras las cámaras; la que nos ocupa, a pesar de su irregularidad, no es una excepción).
A las ya mencionadas hay que sumar otras como ¿Hacemos una porno? (Zack and Miri Make a Porno), la muy olvidable Vaya par de polis (Cop Out), 'buddy movie' con Bruce Willis como principal reclamo, o la muy estimable Clerks II, 2006, la última película del realizador, hasta esta Jay y Bob el silencioso: El reboot, en la que vimos a Jay y Bob.
En 2011 sorprendía a propios y extraños con Red State (premiada como mejor película y mejor actor, Michael Parks, por el festival de Sitges), cinta que se alejaba de la comicidad de sus otros trabajos y abrazaba la intriga y el terror (la acción giraba alrededor de una secta fanaticoreligiosa).
Mucho más inclasificable se presentaba Tusk, en la que un hombre es secuestrado y transformado en... ¡una morsa!, o la fallida Yoga Hosers.
Mil y un proyectos
Tusk y Yoga Hosers (ambas con Johnny Depp en su reparto) iban a formar parte de una trilogía (canadiense) que pensaba completarse con Moose Jaws, de la que a día de hoy poco se sabe, más allá de que pretendiese ser una especie de versión de Tiburón (Jaws) pero con un alce como ¿aterrador? protagonista.
Moose Jaws es solo uno de los muchos proyectos que Smith ha avanzado sin materializar.
En los últimos años, aparte de rodar capítulos para series como The Flash o Supergirl, ha tratado de revisitar algunos de sus trabajos más populares, intentando sacar adelante secuelas tanto de Clerks (ya hubo un guión para su tercera parte; guion que ya ha reescrito y que quiere rodar próximamente, sobre todo ahora que Jeff Anderson, por fin, se ha unido a la causa) como de Mallrats (primero como película, titulada Mallbrats y para la que ya habían confirmado su participación buena parte del reparto de la primera entrega, después como serie y ahora nuevamente como película; el nuevo guion utiliza como título Twilight of the Mallrats).
¡Smithamigos, reuníos!
Lo que sí ha logrado es rodar Jay y Bob el silencioso: El reboot. Y lo ha hecho tras un ataque al corazón que casi le cuesta la vida y que, como ha bromeado continuamente durante la promoción, hizo que muchos amigos aceptasen acercarse hasta el set de rodaje para participar aunque fuese muy brevemente. Entre ellos Affleck, con el que el director había dejado de hablarse (dicen las malas lenguas que por culpa de Jennifer Garner, la ex del actor de Mallrats, Persiguiendo a Amy y Dogma; si bien, Smith siempre ha mantenido que la culpa la tuvo el mismo, por bocazas) hacía años.
La historia vuelve a ser bien sencilla: Jay y Bob vuelven a unir fuerzas para tratar de sabotear el 'reboot' de la película de Bluntman y Chronic.
Y sí, todo parece una escusa para rodar una película que va de cameo en cameo con mayor (¡da gusto recuperar a personajes con los que conectaste y comprobar qué ha sido de ellos!) o menor (la mayoría, por sosos o por estar muy metidos con calzador, como el de Matt Damon recuperando su personaje de Dogma; muchos otros por obvios o intrascendentes para la historia, como el que tiene que ver con los supremacistas blancos) fortuna.
De cameo en cameo y tiro porque me toca
Vale, la trama es un tanto raquítica, pero, ¿funcionan las apariciones especiales de los amigos y actores fetiche de Smith? Y, lo que es más importante, ¿funcionan los distintos gags/sketches?
No del todo. Incluso menos que en la divertida Jay y Bob el silencioso contraatacan, la cual, por cierto, contaba con un acabado infinitamente más apetecible que el de esta Jay y Bob el silencioso: El reboot (entiendo que no ha contado con un gran presupuesto, pero el montaje no puede ser más torpe y el trabajo de fotografía deja bastante que desear). Y sí, ¡también con unos cameos mucho más logrados (por mucho que por aquí veamos a muchos habituales y a rostros novedosos, en el 'viewaskewuniverso', como los de Chris Hemsworth, Melissa Benoist o Val Kilmer)!
La edad más sentimental
Persiguiendo a Amy se convirtió, en su día, en el trabajo más personal del realizador. Smith trasladaba a ella una vivencia personal. La jugada fue repetida, con mucha menos fortuna, en Jersey Girl, donde la paternidad jugaba el más relevante de los papeles.
Ahora, y en la mucho más lúdica, Jay y Bob el silencioso: El reboot, Smith, recién recuperado de un ataque al corazón, se muestra un tanto más comedido en su humor (Jay y Bob siguen siendo unos porreros irredentos que juguetean a ser pareja en el más amplio sentido de la palabra, con jocosidad y sin resultar ofensivos) y parece decidido a centrarse en el lado sentimental ¿y vital? de la vida con la paternidad, en todas sus formas, y la diversidad como puntas de lanza.
Voy a decir que añoro al Smith más descarado; también voy a señalar que mi momento preferido de Jay y Bob el silencioso: El reboot brilla por su sinceridad y sentimentalismo, incluida la canción Stay With Me de Mary Born; canción difícil de encontrar y que ahora reaparece, para mi alegría, en la banda sonora de esta cinta.
Conclusión
Jay y Bob el silencioso: El reboot es lo que es: un puro divertimento creado por Smith para reunir a su pareja más popular y a algunos de sus amigos de Hollywood y New Jersey.
El problema, más allá de que la historia sea una sucesión de gags y cameos no del todo bien resueltos, al menos en su gran mayoría, reside en su un tanto deficiente acabado (¡ni que fuese la primera película de su realizador!).
Que nadie me malinterprete, me encanta reencontrarme con estos personajes, pero me da pena que el resultado final no se acerque, ni de lejos, al ofrecido en los que, para servidor, son los mejores trabajos de Smith (Clerks, Mallrats, Persiguiendo a Amy y Dogma; vale, sí, Clerks II también molaba y Jay y Bob el silencioso contraatacan tenía su gracia).
Lo mejor: El factor nostalgia (sic), Smith haciendo de Smith (sabe reírse de sí mismo, y de su entorno y, ejem, nepotismo, y eso lo aplaudo hasta rabiar) y, por encima de todo ello, el averiguar qué fue de algunos de los personajes principales de mi querida Persiguiendo a Amy (el mejor momento de la película; también el más emotivo).
Lo peor: Su acabado (especialmente deficiente se muestra su montaje; diría que es torpe, pero sería quedarme muy corto) o que buena parte de las secuencias humorísticas no funcionen. Tampoco que parezca rehuir del humor más burlesco (seña de identidad del realizador, quien aquí se muestra sorprendentemente comedido) para acercarse a cierto sentimentalismo que, eso sí, nos ofrece alguna pequeña luz (la ya mencionada escena con Affleck).
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