Kipchoge: el último hito es la narración de una proeza al alcance de unos pocos elegidos. El documental está dirigido por Jake Scott y con la producción de su padre Ridley. El objetivo es que el campeón olímpico Eliud Kipchoge baje de las dos horas en la mítica distancia de 42 km.
Crítica de 'Kipchoge: el último hito'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Kipchoge: el último hito
Título original: Kipchoge: The Last Milestone
Reparto:
Eliud Kipchoge
Año: 2021
Duración: 87 min.
País: Reino Unido
Director: Jake Scott
Guion: Chris Eyerman
Fotografía: Thomas Dirnhofer
Música: Simon Elms, Colin Smith
Género: Documental
Distribuidor:
Tráiler de 'Kipchoge: el último hito'
Sinopsis de 'Kipchoge: el último hito'
La batalla de un hombre contra sí mismo y contra el tiempo. El corredor keniata Eliud Kipchoge sueña con completar la distancia de maratón en menos de dos horas. Un logro que se considera inalcanzable para un ser humano. Este documental retrata cómo se prepara para batir el récord imposible. ¿Es capaz de superar el límite mágico de dos horas y hacer historia?
Dónde se puede ver el documental en streaming
42
El maratón es la prueba histórica de los Juegos Olímpicos desde que Herodoto relatase el camino hasta a Esparta de Filipedes en la batalla de Maratón. Los 42 km con 195 metros es una de las pruebas con más solera del atletismo y el deporte mundial a la altura de los 100 metros lisos. El deportista keniata después de ser campeón olímpico y tener varios de los maratones más famosos del mundo en su haber decidió que era el momento de retar a la historia. Si no es el único, en cualquier caso siempre será el primero.
Correr contra ti y por ti
Eliud Kipchoge es historia, no es una hipérbole ni una exageración propia de una campaña de Black Friday, es la realidad. Durante Kipchoge: el último hito se aprecia como la tecnología está al servicio del deportista. La medición de la alimentación, el calzado, el análisis del circuito, todas las variables son analizadas. Pero no perdamos la perspectiva, el mérito siempre está en el atleta, porque en muchos casos se quiere hacer el juego sucio y la sociedad mezquina aparece quitando cualquier atisbo de mérito.
El objetivo es bajar de las dos horas en el circuito de Viena. No cuenta como récord del mundo, pero Eliud Kipchoge consigue el objetivo. La estructura de la maratón en forma de circuito, con una distribución lo más favorable posible y sobretodo la ayuda del equipo de atletas que acompañaban a Kipchoge son determinantes. El Ineos patrocinador de la cita y que ya ha revolucionado el mundo del ciclismo pone todo al servicio del momento. El ver cómo se realizan los relevos entre las liebres y la posición que adoptan tiene más que ver con la relojería suiza que con una carrera de atletismo. Recientemente Kiptum, compatriota de Kipchoge se ha acercado al récord, lo que confirma la mejora de las capacidades físicas y la realidad de que las barreras se van a ir rompiendo.
Deporte popular, arma de doble filo
Hazañas como la de Eliud Kipchoge son una gran noticia para el atletismo y la mejora de la condición física, pero una mala noticia para la fiebre del running. El hacer fácil lo difícil incrementará que a Eliud le salgan imitadores pensando que salir a correr distancias tan largas no es tan complicado y que con un equipo adecuado (los más caro del mercado siempre) está al alcance del mercado. Se quejan los médicos de que reciben muchos pacientes después de estas carreras populares, donde por una foto con la familia en la meta se nubla cualquier atisbo de juicio. Como decían en el pressing catch, lo que realizamos sobre el ring requiere años de práctica y de perfeccionamiento para poder hacerlo de forma segura, no lo intenten en casa. Pues eso, dejen a Kipchoge, que no corre, levita.
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