El Teatro Español de Madrid apuesta  por un clásico del siglo XX con La bella Dorotea de Miguel Mihura. Se trata de una comedia de un humor blanquísimo sobre un personaje fascinante, Dorotea, y su tenacidad frente a las convenciones sociales.

Bajo la dirección de Amelia Ochandiano, tenemos un largo elenco con muchos rostros televisivos. Manuela Velasco, Raúl Fernández de Pablo, Rocío Marín, César Camino, Mariona Terés, María José Hipólito y Belén Ponce de León.

La bella Dorotea permanecerá en el Teatro Español de Madrid hasta el 1 de mayo de 2022 de martes a domingo a las 19.00 horas.



Estreno La bella Dorotea

Crítica de 'La bella Dorotea'

Ficha Técnica

Título: La bella Dorotea
Título original: La bella Dorotea

Reparto:
Manuela Velasco (Dorotea)
Raúl Fernández de Pablo (José Rivadavia / Don Manuel)
Rocío Marín (Rosa)
César Camino (Juan / Doña Rita)
Mariona Terés (Benita)
María José Hipólito (Inés)
Belén Ponce de León (Remedios)

Duración: 90 min. apróx.
Dirección: Amelia Ochandiano
Autor: Miguel Mihura
Diseño de iluminación: Juan Gómez-Cornejo (AAI)
Diseño de espacio escénico:
Raúl García Guerrero
Vestuario: María Luisa Engel
Diseño de espacio sonoro y videoescena: Jose Mora
Ayudante de dirección: Ana Barceló
Residencia de ayudantía de dirección: Virginia Rodríguez
Ayudante de escenografía: Juanjo González Ferrero
Ayudante de iluminación: Irene Cantero
Residencia de ayudantía de dirección: Virginia Rodríguez
Producción: Teatro Español

Tráiler de 'La bella Dorotea'

Sinopsis de 'La bella Dorotea'

La bella Dorotea vive en un pueblo pequeño del norte de España a mediados de los años 70. Es hija de uno de los hombres más ricos del pueblo y también una mujer inadaptada y rebelde. No soporta las habladurías del pueblo, las envidias y la mentalidad provinciana y represora que le ha tocado en suerte. Cuando empieza la función está a punto de casarse con Fermín, un forastero que parece un buen hombre y del que se ha enamorado, pero que la deja plantada en el último momento incapaz de soportar las presiones pueblerinas.

Dorotea, al verse compuesta y sin novio, decide buscar otro que esté disponible y hace la promesa, para sorpresa y escarnio de todo el pueblo, de no quitarse el vestido de novia hasta que encuentre a alguien con quien casarse, y de paso remover las conciencias de los vecinos -según sus propias palabras-. Pasan los meses y ante la falta de opciones, el ánimo de Dorotea se está desplomando hasta que aparecen por el pueblo Juan y José Rivadavia, feriante y barítono en decadencia respectivamente, que darán un giro sorprendente y misterioso al devenir de los acontecimientos. (TEATRO ESPAÑOL). 



La bella Dorotea
Foto de José Alberto Puertas

Una mujer que toma las riendas de su destino

Miguel Mihura era ya un consolidado dramaturgo cuando en 1963 estrena La bella Dorotea. Su premisa tiene claros tintes dickensianos: como la señorita Havisham de Grandes Esperanzas, Dorotea decide seguir vestida con su traje de boda de manera indefinida después de ser abandonada en el altar. Mientras Dickens construye un personaje trágico, Mihura nos ofrece una oportunidad de reflexionar sobre las nuevas oportunidades y la resiliencia. El vestido de Dorotea no se convierte en una mortaja, sino en un uniforme con el que defender su libertad frente a los convencionalismos.

También en el Quijote encontramos una Dorotea fuerte y valiente. Abandonada por su prometido Fernando, decide emprender su búsqueda y hacer prevalecer sus derechos de esposa. La Dorotea de Mihura es hija de pleno derecho de estos otros inmortales personajes femeninos de la literatura. Como ellos, hace de su voluntad militancia y persigue su objetivo hasta las últimas consecuencias. Manuela Velasco sabe dotar al personaje del entusiasmo y de la vitalidad que precisa. Brilla ensalzada por el resto del elenco que interpreta los variopintos personajes que pueblan la obra. Raúl Fernández de Pablo es Don Manuel, el pretendiente que pasa de burlador a enamorado. César Camino interpreta, con una irresistible vis cómica a Juan, un pícaro clásico. Rocío Marín, como Rosa, es la confidente de la protagonista al más puro estilo lopesco.

Teatro Español
Foto de José Alberto Puertas

Optimismo y color

Una de los rasgos más originales de esta propuesta escénica es su llamativa y colorida escenografía, diseñada por Raúl García Guerrero. Son numerosos los cambios de espacio: la casa, la playa, la fonda. Y todos ellos son divertidos y sorprendentes, apoyados también en los efectos videoescénicos de Jose Mora que nos trasladan a las playas del Cantábrico. La música y el vestuario, con un toque yeyé y desenfadado, diseñado por María Luisa Engel es otro gran acierto.

La bella Dorotea
Foto de José Alberto Puertas

Conclusión

La bella Dorotea es una divertidísima comedia de Miguel Mihura para disfrutar con toda la familia. Con un delicioso humor blanco, nos traslada a una colorida década de los setenta con una historia sobre los giros de la fortuna y los finales felices. Gran parte de la fuerza cómica recae en un elenco que funciona como un reloj bajo la batuta de Amelia Ochandiano. Raúl García Guerrero opta por una escenografía vistosa y divertida, que se complementa maravillosamente con el diseño de vestuario de María Luisa Engel y la selección musical de Jose Mora. Imposible no salir del teatro con una enorme sonrisa.

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