Con La brigada de la cocina, el director Louis-Julien Petit (Las invisibles) vuelve a apostar por el cine social sin renunciar al humor ni a la ternura, esa combinación tan característica del cine francés contemporáneo. En esta ocasión, lo hace a través del mundo de la gastronomía, utilizando la cocina como hilo conductor para contar una historia sobre migración, desigualdad y vínculos humanos. Estrenada en salas de cine españolas el 17 de junio de 2022.



La brigada de la cocina película

Crítica de 'La brigada de la cocina'

Ficha Técnica

Título: La brigada de la cocina
Título original: La brigade

Reparto:
Audrey Lamy (Cathy Marie)
François Cluzet (Lorenzo Cardi)
Chantal Neuwirth (Sabine)
Fatou Kaba (Fatou)
Yannick Kalombo (GusGus)
Amadou Bah (Mamadou Bah)
Mamadou Koita (Djibril)
Alpha Barry (Barry Alpha)
Yadaf Awel (Yadaf Awel)
Demba Guiro (Demba)
Boubacare Balde (Boubacar)
Irakli Maisaia (Irakli)
Sayed Farid Hossini (Sayed)

Año: 2022
Duración: 97 min.
País: Francia
Director: Louis-Julien Petit
Guion: Liza Benguigui, Sophie Bensadoun, Louis-Julien Petit, Thomas Pujol
Fotografía: David Chambille
Música: Laurent Perez del Mar
Género: Comedia. Cocina
Distribuidor: Caramel Films España

Filmaffinity

IMDB

Tráiler de 'La brigada de la cocina'

Sinopsis

La protagonista es Cathy Marie (Audrey Lamy), una chef ambiciosa que, tras quedarse sin empleo, se ve obligada a aceptar un puesto en la cocina de un centro para jóvenes inmigrantes no acompañados. Lo que al principio parece una simple decisión pragmática, pronto se convierte en un espacio de encuentro donde la pasión culinaria se transforma en un lenguaje común capaz de romper barreras.

Dónde se puede ver la película en streaming



Cuando la ficción nace de la realidad

Lo más conmovedor del relato es que está inspirado en una historia real, la de Catherine Grosjean, una chef que enseña cocina a jóvenes migrantes en un hotel escuela del sur de Francia con la finalidad de que puedan integrarse en la sociedad francesa. Su experiencia sirve como base para esta ficción que avanza entre recetas, olores y gestos cotidianos que revelan mucho más de lo que parece. En la evolución de su personaje, la chef Cathy Marie, no solo transmite conocimientos sino que también se deja transformar por la experiencia: por los adolescentes y por sus vivencias auténticas (interpretadas por jóvenes refugiados reales), y por un vínculo inesperado que la cambia tanto a ella como a ellos. 

Audrey Lamy

Identidad, Pertenencia y Comunidad

La brigada de la cocina aborda una realidad incómoda y urgente: cómo las leyes migratorias actuales, lejos de proteger, muchas veces deshumanizan a las personas a las que pretenden ayudar. En este contexto, La brigada de la cocina ofrece una mirada crítica pero accesible, que denuncia sin caer en el dramatismo extremo. Petit, fiel a su estilo, construye una comedia social que alterna momentos de humor con una carga emocional profunda. 

Uno de los mensajes más poderosos de la película es la necesidad de sentirse parte de algo, el llamado “sentimiento de pertenencia”. Para estos chicos, formar parte de una brigada de cocina es mucho más que aprender a cortar verduras o seguir una receta: es integrarse, trabajar en equipo, tener una rutina, sentirse vistos. La cocina se convierte, no solo en un lugar seguro y estimulante, sino en un espacio a través del cual reconectar con sus raíces mediante la elaboración de platos típicos de sus países de origen, aportándoles un reencuentro con su identidad.

La brigada de la cocina película

Previsible pero conmovedora

Aunque la primera mitad de La brigada de la cocina brilla con fuerza -es orgánica, emotiva-, la segunda parte contiene algunas situaciones que pueden sentirse algo previsibles o ligeramente forzadas. Aun así, el conjunto funciona: emociona, entretiene y remueve. La brigada de la cocina no es solo un relato gastronómico, sino una reflexión sobre cómo la comunidad, el trabajo en equipo y la conexión emocional son esenciales para superar las barreras de la soledad y la discriminación. Audrey Lamy está brillante, aportando matices a un personaje que podría haber sido menos amable debido a su mal humor y prepotencia iniciales. Por su lado, la presencia de los jóvenes actores no profesionales inyecta una verdad emocional que se siente honesta y palpable.

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Conclusión de 'La brigada de la cocina'

En definitiva, La brigada de la cocina es una película amable y emotiva, que invita a reflexionar sobre la injusticia del sistema migratorio sin perder la calidez ni la esperanza. Es cierto que no sorprende y que apuesta por un enfoque bastante seguro, pero lo hace con corazón y honestidad. Una comedia social que nos recuerda que a veces, el verdadero cambio empieza con algo tan sencillo como compartir un plato, una historia o un sitio al que poder llamar hogar.

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7,2 / 10
72 %
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Cristina Erena Martínez
Apasionada de viajar para descubrir otras formas de mirar el mundo, pocas cosas me provocan una sensación de libertad tan intensa. El amor por el cine lo heredé de mi madre; la pasión por la música, de mi padre. Entre ambas encontré un refugio y una forma de entender la vida. Mi familia es mi centro, los gatos mi debilidad, y la lectura, mi forma de detener el tiempo. Me mueve la empatía, me emociona lo cotidiano, y cada día me convenzo más de que la felicidad está en lo simple. Mi compromiso con el movimiento feminista me impulsa a adoptar una mirada crítica, y no puedo evitar analizar las películas desde una perspectiva de género, inclusiva e igualitaria.
la-brigada-de-la-cocina-pelicula-critica-estreno-cineLa brigada de la cocina es una película amable y emotiva, que invita a reflexionar sobre la injusticia del sistema migratorio sin perder la calidez ni la esperanza. Es cierto que no sorprende y que apuesta por un enfoque bastante seguro, pero lo hace con corazón y honestidad. Una comedia social que nos recuerda que a veces, el verdadero cambio empieza con algo tan sencillo como compartir un plato, una historia o un sitio al que poder llamar hogar.

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