La Buena Esposa, dirigida por el ganador del Oso de Oro, Björn Runge, es una adaptación de "The Wife", la exitosa novela de Meg Wolitzer publicada en 2003. Glenn Close ("Anesthesia", "Albert Nobbs"), y Jonathan Pryce ("El hombre que mató a Don Quixote", "Juego de Tronos") protagonizan la cinta con la que se clausuró la última edición del Festival de San Sebastián. La Buena Esposa tuvo su estreno mundial en el Festival de Cine de Toronto en septiembre de 2017 y durante ese mismo otoño pasó también por el Festival de Cine de San Sebastián y el Festival de Cine de Zúrich, recibiendo múltiples ovaciones por parte de crítica y público. Estreno el 19 de Octubre.
Crítica de La Buena Esposa
Resumen
- 1 Crítica de La Buena Esposa
- 1.1 Ficha Técnica
- 1.2 Tráiler de La Buena Esposa
- 1.3 Donde comprar la novela La Buena Esposa
- 1.4 Sobre la Novela
- 1.5 Sinopsis
- 1.6 Premios
- 1.7 Dónde se puede ver la película
- 1.8 Larga vida matrimonial
- 1.9 Joe y Joan
- 1.10 Magnífica actuación de Glen Close
- 1.11 Una trama seductora
- 1.12 Close y Pryce se deslizan como en un ballet cuando están juntos en pantalla
- 1.13 Conclusión de La Buena Esposa
Ficha Técnica
Título: La Buena Esposa
Título original: The Wife
Reparto:
Glenn Close (Joan Castleman)
Jonathan Pryce (Joe Castleman)
Christian Slater (Nathaniel Bone)
Harry Lloyd (Young Joe Castleman)
Max Irons (David Castleman)
Annie Starke (Young Joan Castleman)
Alix Wilton Regan (Susannah Castleman)
Karin Franz Körlof (Linnea)
Año: 2017
Duración: 100 min.
País: Reino Unido
Director: Björn Runge
Guion: Jane Anderson (Novela: Meg Wolitzer)
Fotografía: Ulf Brantas
Música: Jocelyn Pook
Género: Drama
Distribuidor: Vértice Cine
Tráiler de La Buena Esposa
Donde comprar la novela La Buena Esposa
Sobre la Novela
Que Meg Wolitzer es una de las novelistas norteamericanas más interesantes del momento ya queda claro con la excelente Randete, Dorothy.
La buena esposa es una adaptación de su prestigiosa novela The Wife ambientada en los años 90 en su línea de tiempo principal, y en los años 50 y 60 en los flashbacks que nos muestran los inicios de la relación de Joan y Joe Castleman.
En un texto muy ágil, atípico de Meg Wolitzer, se van desarrollando a la vez la historia del triunfo literario de Joe y la de su pasión por las mujeres. Destaca la agudeza con la que la autora describe el ambiente literario, con sus envidias y sus traiciones. Esta visión intencionada y penetrante, junto con la elaborada voz en primera persona, convierte La buena esposa en una novela original y de singular interés.
Según palabras de la guionista de la película, Jane Anderson ("Donde reside el amor", "Olive Kitteridge"):
"en 2003 salía a la luz una increíble obra titulada The Wife, la leí, y me dejó alucinada. Meg consigue contar una historia subversiva sobre lo que significa ser mujer escritora. Es una visión íntima de la esposa de un gran coloso literario, que conscientemente, ha mantenido en secreto que es ella quien guarda el verdadero talento"
Para la guionista, la película brinda la oportunidad de narrar una historia sobre el matrimonio y la sed de éxito desde una perspectiva singular y menos convencional. (Vértice Cine)
Sinopsis
Alguien dijo una vez que detrás de un gran hombre, siempre hay una gran mujer... Detrás de Joe Castleman (Jonathan Pryce), reputado novelista, está Joan Castleman (Glenn Close), una buena esposa, de belleza madura y natural: la mujer perfecta.
Joan lleva cuarenta años sacrificando sus sueños en pro de su matrimonio, pero ha llegado al límite: ante la entrega del Nobel de Literatura a su marido, se debate entre desvelar o no su secreto mejor guardado..
Premios
- Festival de San Sebastián: Sección oficial (Fuera de concurso)
Dónde se puede ver la película
Larga vida matrimonial
Tras de casi 40 años de matrimonio, Joan (Close) y Joe Castleman (Pryce) han pasado todos los posibles estadios de una relación. Son cómplices y compañeros. Por eso cuando después de varios días de espera, una madrugada reciben una llamada para anunciarle a Joe que ha ganado el premio Nobel de literatura ambos quedan atónitos de dicha. Una larga carrera y un añejo secreto comienzan a removerse dentro de los cerebros de Joan y Joe; años y años de convivencia y complicidad encuentran un cauce explosivo para salir a la luz. La pareja pasa por todas las reacciones: desde brincar en la cama, hasta los más agudos enfrentamientos. Los secretos entre dos no pueden durar para siempre.
La vida matrimonial posee dentro de si todas las tonalidades de la experiencia de la convivencia humana y frecuentemente al paso de los años los integrantes de la pareja han aprendido a complementarse en el otro. Una relación funcional incluye una aparentemente sencilla dinámica que envuelve mucho más complejidad de lo que se le reconoce. El cariño y la convivencia de años pueden ser dulces barrotes de una prisión donde el secreto y la prueba de los límites pueden ser cargas demasiados pesadas.
Joe y Joan
Y eso es singularmente cierto cuando se trata de personalidades tan definidas y fuertes como las que se nos presentan en esta historia. Joe es bohemio y narcisista, infiel y social, le gusta ser el centro de la atención y sabe cómo lograrlo; goza el prestigio que ha obtenido y se maneja como el ser privilegiado que siente que es.
Joan por su parte prefiere el bajo perfil, discreta y elegantemente se ha construido como la perfecta esposa de un ser con ese alto nivel de demanda. La mujer perfecta que mueve la cuna del ego de su marido con atención, eficiencia y cariño.
Joe y Joan han formado una familia; su hija está a punto de tener a su primer hijo y su hijo David es un escritor que lucha desesperadamente por formarse un nombre lejos de la sombra de su padre, la figura rotunda y pública del padre y su supuesta brillantez literaria lo anulan, lo castran, y para colmo ante los ojos de su padre simplemente es un escritor que trata de “encontrar su propia voz”. Joe ni siquiera le concede darle una crítica profunda de su obra. Joan se ha visto reducida a ser simplemente la intermediaria de partes, hasta que las cosas cambian repentinamente.
Cuando la noticia de Nobel los sorprende en la madrugada y ambos escuchan la voz en el teléfono que les anuncia el premio, es como si un balde de agua helada cubriera los rostros de la atónita pareja. Joe por fin accede a lo que siempre deseó, sus sueños se hacen realidad. Joan solo observa, muda, toda la historia y las reacciones de su marido; pero eso no durará pacífico por mucho tiempo.
Magnífica actuación de Glen Close
Qué pruebas puede soportar el cariño y el tiempo compartido? Qué puede derrumbar las relaciones más funcionales (aunque no sean poseedoras de una exultante felicidad) Las respuestas son amplias, pero nacen en el poder de secretos que ya son imposibles de llevar cargando y Joan lo sabe bien.
Close encarna a una mujer dedicada, extraordinaria, amante absoluta al grado de subyugar todo su ser a la figura de su hombre; pero ese arrobamiento se comienza a desquebrajar cuando el sube y sube extasiado de si mismo en los pináculos de la fama; sobre todo porque esa fama es una fama tan frágil y efímera como una burbuja de jabón.
Glen Close quien ha estado seis veces tan cerca del Oscar, realiza una absolutamente impecable y definitiva encarnación de Joan, como para desear verla estar nominada como mejor actriz. Su contención y dominio de su rostro la hacen exquisita, etérea, pero con una fuerza capaz de derrumbar murallas si es necesario y lo mejor es que lo hace con la elegancia y la inteligencia completa que la envuelve. Close no simplemente es el corazón de la trama, sino que es el intelecto manejado con una gracia omnipresente. Es el fuego y el agua contenida cuyo oleaje emocional bulle bajo la aparentemente perfecta y resignada superficie.
Una trama seductora
El guión de La Buena Esposa está esplendorosamente escrito por Jane Anderson, basado en la novela “La Esposa” de Meg Wolitzer. Cada palabra es sopesada y dicha en el lugar y momento adecuado, siempre agudas, siempre bellas, poderosas, con la fuerza definitiva que le imprimen las actuaciones de Close y Pryce. Simplemente disfrutar de esa clase magistral de actuación por parte de ambos ya es en sí un deleite.
El Director Bjorn Runge guía el trabajo de esta sensacional pareja con una sólida familiaridad. Son una pareja que se conoce demasiado, que se ha vivido demasiado, que se ha compartido demasiado. Y que se ha tolerado demasiado.
Esperan una noticia ansiosos, pero eso no impide los devenires de la relación: el ansia, la felicidad y hasta el deseo desmadrugado. La noticia del triunfo sin embargo, nos queda claro, trae consigo otras cosas que nos dejan pensando y deseando ver que nos las descubran.
La trama de La Buena Esposa nos seduce, nos encadena, porque abre lecturas en varios planos; expone desde la raíz la intimidad de la pareja, los silencios, los anhelos y las cosas que por obvias se callan. Joan y Joe son dos entidades que se han amalgamado pero que en el fondo saben perfectamente que solos no podrían haber llegado hasta ese momento.
Y por medio de flash backs nos dejan penetrar al cómo fue que toda su historia comenzó, cuando Joe era profesor de la universidad y Joan solo una estudiante brillante. Y como una cosa va llevando a la otra, la base de su relación, pero también de su separación, comienzan a dibujarse en el panorama.
Close y Pryce se deslizan como en un ballet cuando están juntos en pantalla
Cuando en su juventud Joe (Lloyd) y Joan (Actuada por la verdadera hija de Close: Annie Starke) se conocen, las chispas no solo estallan físicamente, las mentes y su capacidad literaria entran en el mismo crisol. El mismo donde se fraguará el elemento más sólido de su relación: su complicidad laboral.
Obviamente, como sucede muchas veces, en cuanto el nombre de Joe llena la escena del Nobel; un periodista Nathaniel Bone (Slater) quien está demasiado interesado en escribir la biografía de Joe, al grado de que los sigue a Suecia esperando sacar material jugoso para su labor, no va a dudar en usar los trucos que sean necesarios para desentrañar algo que a él le huele demasiado “raro” la carrera de Joe comenzó a cambiar radicalmente desde que se unió con Joan. Nathaniel va a seguir los cabos sueltos (y los no sueltos), apostando por una historia que sabe jugosa. La entrevista de Joan y Nathaniel es toda una historia en si misma.
Close y Pryce se deslizan como en un ballet cuando están juntos en pantalla, ante el ojo de la cámara existe tal intimidad y extremos emocionales que casi se es un observador fantasma que invade su matrimonio.
Joan como en muchas familias es la figura materna que prodiga sabiduría ante lo que puede presentarse, con esa presencia que controla dulce y tranquilamente desde los egos extremos hasta los hijos inseguros, pareciera doblegada, dócil, pero sin embargo internamente posee una profunda fuerza y determinación que nadie podría pasarla por alto.
Conclusión de La Buena Esposa
La Buena Esposa encierra en su mundo de cotidianeidad todo un arsenal de sentimientos, de secretos compartidos y del agridulce sabor de la fuerza del cariño que se ve llevado a extremos en los que el desenlace puede ser una salida, pero no es en lo absoluto la que se deseaba. El destino siempre tiene la última carta y puede dar un giro inesperado a los deseos de buscar una salida como muchas veces sucede con las parejas que en su propia y extraña forma se aman… a pesar de todo.
Reportaje de La Buena Esposa en Días de Cine TVE