Bernabé Rico dirige y adapta La coartada, obra teatral basada en la novela de Christy Hall. Un thriller en el que nada es lo que parece y que plantea los límites de una madre por recuperar su vida y a su propio hijo. Protagonizada por María Castro, Dani Muriel y Miguel Hermoso, está producida por Talycual, Txalo y La Alegría Producciones. También cabe recordar que se estrenó el pasado 27 de abril en Madrid en el Teatro Bellas Artes. Se puede disfrutar de miércoles a viernes a las 20 horas, sábados a las 19 y 21:30 horas y domingos y festivos a las 19 horas en el Teatro Bellas Artes.
Duración: 70 min. apróx. Dirección: Bernabé Rico Adaptación: Bernabé Rico Autoría: Christy Hall
Escenografía: Juan Sanz
Ayudante de escenografía: Eduardo Ruiz de Aguiar
Vestuario: Pier Paolo Álvaro
Sonido: Juan Carlos Rubio
Fotografía y Cartel: Sergio Parra
Producción ejecutiva: Bernabé Rico
Dirección de producción: Marisa Pino
Ayudante de dirección: Manu Báñez
Distribución: Txalo Producciones Producción: Talycual, Txalo y La Alegría Producciones
Tráiler de 'La coartada'
Sinopsis de 'La coartada'
La coartada nos presenta a Ana, una mujer al límite. Divorciada y atormentada por su pasado, pide ayuda a su mejor amigo para prepararse a testificar en la que sin duda será la declaración más importante de su vida. De ella dependerá no solo la custodia de su única hija sino también su propia libertad. A lo largo de la noche, el enfrentamiento descarnado con sus propios demonios revelará hasta dónde es capaz de llegar para evitar el peor de todos sus miedos: el silencio. (TEATRO BELLAS ARTES).
Un juicio por ganar
Bernabé Rico recupera un thriller lleno de suspense y con una alta tensión en todo momento con La coartada. Este relato original de Christy Hall muestra la lucha de una mujer por reconstruir su presente. Así durante dos tercios de la obra, el espectador presencia la preparación ante lo que debe decir ante un juicio de vital importancia. Durante este trayecto, el público empatiza y conecta con su protagonista al explotar el carácter familiar y abnegado de su protagonista. Aun así, ya se van trazando pinceladas que establecen que no es una historia al uso, todo un acierto para despertar la curiosidad de los espectadores. Además, se completa al dejar esas migas de pan, pero sin volverse de una forma obvia o predecible, lo que expone la calidad del relato. No es de extrañar que Rico haya apostado recuperar esta historia.
Una vez creado el clímax y aderezado el contexto, el guion rompe con todo tipo de conjeturas para establecer un giro que permite sorprender a los asistentes. Por lo cual, se revuelve la realidad para abrir la puerta a una perspectiva que realmente siempre estuvo ahí. Gracias a ello, se van uniendo las piezas, regalando una coherencia resolutiva, que conecta a la perfección todas las partes de la obra. Así, el resultado alcanza un atractivo que supera las expectativas que prometía en un primer momento, para causar fascinación en varias escenas. Ahí en el desarrollo de la última parte es donde hay mayor brillantez y una vigorosidad narrativa fulgurante. Pese a un final esperado, es la guinda de pastel y es inimaginable acabar este cuento oscuro de otra manera que no sea esa.
Una mujer desesperada
María Castro alcanza en La coartada una de sus mejores interpretaciones, además de afrontar un género no tan habitual en su trayectoria profesional. Desde el principio se puede ver ese cansancio incesante, a través de una expresión perfecta e impoluta, dejándose la piel y el alma sobre la escena. Así logra transmitir en su totalidad el engranaje complejo que hay en la mente de la protagonista. También hay que valorar la manera en la que convence al espectador, llenando de verosimilitud su labor dramática, haciendo que los asistentes acompañen su camino sin ningún tipo de dificultad. Su transformación no se produce de una forma abrupta, sino que va aderezándola con total naturalidad y mediante un camino que se deshace de artilugios para mostrarla en una faceta descarnada y visceral. Magnífica, una interpretación brillante.
Dani Muriel acompaña a Castro en esta aventura, estando presente en la escena en dos tercios de la obra. La vehemencia con la que aborda sus diálogos muestran la comprensión entre personaje y actor, dado que atina en la tonalidad que desea explotar. De esta manera, cocina ese aire de thriller, con un perfecto equilibrio entre la intensidad de Castro y el pragmatismo de su papel. Además, comparte una química interesante con su compañera, dándole más apoyo para que pueda lucirse en escenas de auténtico alto voltaje. Para terminar, completa este trío artístico Miguel Hermoso. A pesar de no estar presente durante un tiempo prolongado, Hermoso no necesita más para pisar con fuerza el escenario y hacerse notar. Su personalidad arrolladora le ayuda a quedarse en la retina de los espectadores. Sin embargo, su mayor fuerte se halla en la sensibilidad que se observa desde su mirada.
Nada es lo que parece
Una puesta en escena sencilla adorna la primera y segunda parte de La coartada, poniendo especial énfasis en la exposición de hechos que narran sus personajes. Mediante la repetición, el espacio sonoro y una iluminación espléndida, se halla esa tensión buscada. Por lo cual, hay ese remolino de sensaciones desde una construcción sutil, donde no saca a relucir el atrezzo y juega con la pureza de la propia oscuridad que acompaña a estas escenas. Sin embargo, una vez se traslada al punto álgido, se desvela que nada de lo imaginado se queda estático, sino que hay todavía un giro de tuerca que se comprende gracias a la manera de marcar concretamente el espacio-tiempo. Por lo que, con esta decisión artística, el espectador no necesita de explicaciones basadas en la palabra para componer en su mente el organigrama de sucesos y discernir qué es lo que ocurre.
La elección de la línea temporal y la dirección para llevarlo a buen puerto es de aplaudir. Con lo cual, hay una organización que mantiene la cohesión en todo momento, estableciendo un sello de identidad que da personalidad a la pieza teatral. Ejemplo de ello son los ataques de crisis que se acompañan de una musicalidad en su punto, acompañados de una iluminación que transmite ese desasosiego e intranquilidad. Además, mediante estas píldoras, el público se sumerge en este juego mental, uniendo los distintos conceptos visuales tras ir conociendo lo que hay detrás de la verdad. Por último, destacar un ritmo muy dinámico, donde el misterio domina a la perfección los tempos y hace que sea una obra resolutiva, interesante y que capta la atención sin problema. Únicamente, por comentar algo a mejorar, puede haber espectadores que en cierto acto violento no les sea suficiente a nivel de acción.
Conclusión
La coartada es un thriller que no se limita a causar tensión, sino que sorprende en un giro de los acontecimientos que aporta más aristas a la historia. Asimismo, hay que valorar que se cueza a fuego lento para después dar el colofón final y triunfar entre los espectadores. Por otro lado, María Castro está excelente, uno de sus mejores trabajos interpretativos. Junto a ella, unos estupendos Dani Muriel y Miguel Hermoso. También se aplaude la escenografía que comprende visualmente todo ese frenesí de suspense, junto con una marcación del espacio y el tempo en su punto. Un alma perdida que ordena un puzzle de situaciones y ofrece un golpe de gracia sugestivo y atrayente.