Tras el estreno de Bronca parece que Netflix no ha tardado mucho en encontrar otra serie a tener en cuenta en este 2023. Desde el género del drama político llega La diplomática, centrada en Kate Wyler, la nueva embajadora de los Estados Unidos en el Reino Unido.

La serie está creada por Debora Cahn (El Ala Oeste de la Casa Blanca, Homeland), quien se rodea de directores experimentados y familiares del Ala Oeste como Alex Graves (Shameless, Juego de Tronos) y Andrew Bernstein (Mad Men, The Americans) para explorar una crisis internacional que tiene al Reino Unido como centro de todas las miradas. Da vida a la protagonista la genial Keri Russell (The Americans), que se acompaña, en esta ocasión, de Rufus Sewell (The Man in the High Castle). La serie está completa en el catálogo de Netflix y ya ha sido renovada por una segunda temporada.



La diplomática

Crítica de 'La diplomática'

Título: La diplomática
Título original: The Diplomat

Reparto:
Keri Russell (Embajadora Kate Wyler)
Rufus Sewell (Hal Wyler)
Rory Kinnear (Primer Ministro Nicol Trowbridge)
David Gyasi (Secretario de Relaciones Exteriores Austin Denniso)
Ato Essandoh (Stuart Heyford)
Ali Ahn (Eidra Graham)
Pearl Mackie (Alysse)
Jess Chanliau (Ronnie)
Tim Delap (Byron)
Adam Silver (Howard)
Georgie Henley (Pensy)
Celia Imrie (Margaret Roylin)
Nana Mensah (Billie Appiah)
Miguel Sandoval (Secretario de Estado Miguel Ganón)
Penny Downie (Frances Munning)
Michael McKean (Presidente William Rayburn)
Bhav Joshi (Anu Kapoor)

Año: 2023
Duración: 50 min.
País: Estados Unidos
Director: Debora Cahn (Creador), Liza Johnson, Simon Cellan Jones, Alex Graves, Andrew Bernstein
Guion: Debora Cahn, Peter Noah, Amanda Zetterström, Mia Chung, Anna Hagen
Fotografía: Julian Court, Philipp Blaubach
Música: Nathan Barr, Dimitri Smith
Género: Drama. Política
Distribuidor: Netflix

Filmaffinity

IMDB

Tráiler de 'La diplomática'

Sinopsis

Kate Wyler (Keri Russell) es la nueva embajadora de Estados Unidos en el Reino Unido, aunque se suponía que su destino iba a ser Afganistán. Kate es se maneja fenomenal en zonas de crisis; en una mansión, no tanto. Mientras la guerra amenaza un continente y se extiende violentamente en otro, Kate tendrá que aplacar crisis internacionales, forjar alianzas estratégicas en Londres y adaptarse a un nuevo puesto con más exposición al público. Y todo eso mientras intenta salvar su matrimonio con el también diplomático y político estrella Hal Wyler (Rufus Sewell). La showrunner Debora Cahn (‘El ala oeste de la Casa Blanca’, ‘Homeland’) presenta La diplomática, un drama político actual de alto voltaje sobre la trascendencia y la tortura de las relaciones a largo plazo, tanto entre países como entre personas. (Netflix España)

Dónde se puede ver la serie en streaming



Saber jugar tus cartas

Si hay algo que La diplomática hace bien es saber el tipo de serie que es. Desde su primer episodio Debora Cahn y compañía juegan bien su cartas, introduciéndonos rápidamente en el drama político que es la serie. A partir de un posible conflicto entre Irán y Reino Unido, La Diplomática entrega multitud de diálogos y situaciones interesantes. Lo hace con una mezcla que funciona extrañamente, porque aquí hay muchos tintes de humor, incluso culebronescos, que le dan un toque ideal a la trama principal de la serie.

Con este mix entre la vertiente política y las más mundana, La diplomática construye un arco de ocho episodios compactos y bien estructurados. La duración de los capítulos es perfecta y el avance de la historia tiene muy buen ritmo. Y aunque la trama política puede no ser todo lo potente que podría, la serie aguanta el tipo por las píldoras de información episódicas y el buen uso de los cliffhangers. Además, parece que de cara a la segunda entrega todo se volverá más explosivo, con lo que hay margen de mejora.

Keri Russell
Copyright Netflix

El dúo Russell / Sewell

Pero si por algo destaca La diplomática es por su pareja de protagonistas, el matrimonio formado por los embajadores Wyler. Encarnados por los geniales Keri Russell y Rufus Sewell, el matrimonio de Kate y Hal Wyler representa toda la esencia de esta serie. De hecho, da la sensación  que de lo bien que vaya su relación depende el futuro geopolítico internacional. Ambos son figuras muy relevantes y cada movimiento u opinión suya cuenta. Y mucho.

Y es que sí, digo embajadores porque Kate ocupa un puesto que anteriormente había ostentado su marido, Hal. Esto da pie a obvias situaciones humorísticas, pero también a una cuestión fundamental para La diplomática. Aunque Hal no tenga una posición de poder posee mucho. Y Kate, en su nuevo cargo, sabe de ello y siente que su propio marido tiene su agenda, pudiendo socavarla en cualquier momento. 

Aún así, es palpable que esta relación es compleja y hay fuertes sentimientos entre Kate y Hal. Todo ello lo muestran perfectamente Russell y Rufus, que mantienen una gran química. Lo hacen tanto en las situaciones más dramáticas, como en las cómicas (inolvidable la escena de la pelea en el jardín). 

La diplomática serie
Copyright Netflix

Hay potencial

Teniendo en cuenta las buenas críticas que ha cosechado y la renovación temprana por parte de Netflix, ya se puede decir que La diplomática ha sido todo un éxito para la plataforma. Que en menos de dos semanas desde su estreno haya llegado la renovación es del todo inusual en la Netflix actual. Está claro que desde arriba están muy contentos. Incluso podría haber opciones de cara a los Emmy, cuyas nominaciones llegan a mediados de julio.

Y aunque la serie esté lejos de la excelencia de grandes dramas de la plataforma como House of Cards o The Crown, no deja de ser una buena noticia que Netflix apueste por ficciones como La diplomática. Vista la primera temporada, estamos ante una serie con potencial de varias temporadas y con margen de mejora. Hay varias semillas plantadas en los primeros episodios que darían mucho juego en el futuro y diría que la serie va a, de forma inteligente, a seguirlas.

La diplomática serie
Copyright Netflix

Conclusión de 'La diplomática'

Aún con margen de mejora, La diplomática funciona al saber jugar sus cartas como drama político con una acertada comicidad de por medio. Y lo hace, en gran parte, por el talento y química del dúo Keri Russell y Rufus Sewell, el corazón y alma de esta serie.

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