Tras su paso por el prestigioso Festival de Avignon, La gaviota de Chéjov desembarca en la Sala Francisco Nieva del Teatro Valle-Inclán de Madrid. Nos encontramos ante una versión libre del texto clásico de la dramaturga peruana Chela De Ferrari, que dirige a un elenco formado casi en su integridad por actores con discapacidad visual: Patty BonetPaloma de MingoMiguel EscabiasEmilio GálvezBelén González del AmoAntonio LancisDomingo LópezEduart MediterraniLola RoblesAgus RuizMacarena SanzNacho Bilbao.

Escrita en 1896, La gaviota es un pilar del teatro moderno. Con un enfoque introspectivo, Chéjov aborda, a través de la historia de una familia burguesa, temas eternos y universales como la búsqueda del amor y las aspiraciones artísticas.

La gaviota de Chéjov en versión de Chela de Ferrari puede disfrutarse hasta el 10 de noviembre de 2024 en la Sala Francisco Nieva del Teatro Valle-Inclán de Madrid.



La gaviota

Crítica de 'La gaviota'

Ficha Técnica

Título: La gaviota
Título original: Чайка / Chayka

Reparto:
Patty Bonet (Mascha)
Paloma de Mingo (Polina)
Miguel Escabias (Eugenio)
Emilio Gálvez (Elías)
Belén González del Amo (Nina)
Antonio Lancis (Peter)
Domingo López (Semión)
Eduart Mediterrani (Konstantín)
Lola Robles (Arkadina)
Agus Ruiz (Boris)
Macarena Sanz (Alicia)
Nacho Bilbao (músico)

Duración: 120 min. apróx.
Dirección: Chela De Ferrari
Versión: Chela De Ferrari
Texto: Antón Chéjov
Dramaturgistas:
Luis Alberto León y Melanie Werder
Escenografía:
Alessio Meloni
Iluminación:
David Picazo
Vestuario:
Anna Tusell
Música original y espacio sonoro:
Nacho Bilbao
Sonido:
Kike Calvo
Vídeo:
Emilio Valenzuela
Coreografía:
Amaya Galeote
Asesoría en accesibilidad:
Lola Robles
Ayudante de dirección:
Adrián Saba
Ayudante de escenografía:
Mauro Coll
Ayte. de vestuario:
David de Gea
Apoyo en inclusión:
Mónica Arenas y Sandra Gamero
Diseño de cartel:
Emilio Lorente
Fotografía y tráiler:
Bárbara Sánchez Palomero
Construcción de escenografia:
May Servicios, Readest y Moquetas Roldán
Construcción de gaviota:
Miguel Infante (Utilería-Atrezo S.L.)
Confección de vestuario:
Gabriel Besa y Matías Zanotti
Realización de máscara:
Eleni Chaidemenaki
Alquiler de vestuario:
Peris Costume
Producción: Centro Dramático Nacional

Tráiler de 'La gaviota'

Sinopsis de 'La gaviota'

Konstantin, hijo de la gran actriz Arkadina, está enamorado de Nina, una aspirante a actriz que, a su vez, se enamora de Boris, renombrado escritor y pareja de Arkadina. Son parte de un grupo que veranea al pie de un lago y que está dispuesto a todo para matar el aburrimiento (o desamparo) que los reúne: escribir una obra apocalíptica, matar a una gaviota, jugar bingo, aspirar rapé, bailar a ciegas, y… ¿karaoke? Es una tragedia que bordea la comedia y que terminará con un tiro.

Después de presentarse en el Festival d’Avignon, de la mano del Centro Dramático Nacional, Chela De Ferrari aborda La gaviota con un elenco formado, casi en su totalidad, por actores ciegos y con baja visión. La directora peruana continúa dotando de sangre nueva a las grandes obras del repertorio. Al acercar al público la experiencia vital del propio elenco, arroja nueva luz sobre la obra de Chéjov. (CENTRO DRAMÁTICO NACIONAL). 



La gaviota
Foto de Bárbara Sánchez Palomero

Diversidad y talento

Chela De Ferrari regresa al Valle-Inclán dos años después de su Hamlet con una reinterpretación libérrima de La gaviota. Mientras que en Hamlet, el elenco estaba formado por personas con síndrome de Down, en esta ocasión los actores, en su mayoría, presentan discapacidad visual. Ambas obras están íntimamente conectadas, con temas y motivos comunes, como los conflictos familiares, la exploración de los conflictos vitales, y, sobre todo, la metateatralidad.

En La Gaviota, Antón Chéjov explora la ceguera emocional y existencial de los personajes, incapaces de conectarse con la realidad y eternamente insatisfechos. La elección de Chela de Ferrari convierte en física esta dificultad metafórica,. Esto tiene un fuerte impacto simbólico y ofrece una reflexión sobre la capacidad de ver. La verdadera visión proviene de la conexión con uno mismo y con los demás, idea que ya encontramos en el personaje de Tiresias en Edipo Rey de Sófocles.

Por otro lado, Chela De Ferrari desafía los prejuicios capacitistas, ofreciendo a estos actores y actrices la oportunidad de trabajar en teatros internacionales de primerísima fila. Queda demostrado que la ceguera no es obstáculo para unas interpretaciones ricas y complejas, como las que aquí disfrutamos.

Centro Dramático Nacional
Foto de Bárbara Sánchez Palomero

Un elenco carismático

La escena se convierte  en un espacio inclusivo donde las diversidades son visibilizadas y valoradas. El elenco es heterogéneo. Para algunos de ellos, se trata de la primera incursión en el teatro profesional tras una sólida formación, como en el caso de Belén González del Amo, que interpreta a la dulce Nina. Muchos proceden de los talleres de teatro de la ONCE, como Miguel Escabias o Emilio Gálvez, o de otros grupos, como Antonio Lancis.

Patty Bonet, actriz y activista, a quien podemos ver en la reciente El hoyo 2, nos ofrece una Mascha que refleja el dolor y la resistencia bajo una capa de irreverencia. Domingo López, que en su larga trayectoria ha participado en los festivales de Mérida y Almagro, interpreta a Semión. Lola Robles representa a la actriz Arkadina, la matriarca de la familia, una mujer fuerte pero con una relación muy conflictiva con su hijo Konstantin.

Agus Ruiz, tiene una larga carrera en el teatro, el cine y la televisión, y nos ofrece en esta ocasión un carismático Boris, uno de los personajes centrales de la obra. Macarena Sanz, a quien hemos visto recientemente en El hombre bueno de David Trueba, es Alicia, la regidora, que junto con el músico Nacho Bilbao, rompen la ficción teatral actuando como puente y guía entre los actores y el público y aportando un toque de humor al montaje.

Centro Dramático Nacional
Foto de Bárbara Sánchez Palomero

Escenografía desnuda

Alessio Meloni apuesta por una escenografía desnuda donde la luz y la oscuridad tienen todo el protagonismo. Un escenario vacío y negro, pero lleno de luz y significado. Los actores desmontan el saloncito decimonónico que encontramos al entrar en la sala y que reaparecerá al final por obra de la palabra. Los actores pueden así moverse libremente por un espacio libre de obstáculos. Las marcas y las texturas en el suelo les permiten orientarse. La iluminación de David Picazo tiene un papel crucial para resignificar ese espacio vacío. La intención es, en todo momento, hacer desaparecer la cuarta pared en un diálogo constante con el público.

La gaviota
Foto de Bárbara Sánchez Palomero

Conclusión

Chela De Ferrari ofrece una relectura interesantísima de La gaviota de Chéjov. Con un enfoque audaz y un elenco formado por actores y actrices con discapacidad visual, la dramaturga nos invita a ver más allá de lo que nos permiten los ojos. Las interpretaciones son una verdadera maravilla y demuestran que el arte es una herramienta poderosísima para la convivencia y la comprensión de nosotros mismos y de los otros. El resultado final es una experiencia profundamente conmovedora, especialmente en su sobresaliente tramo final.

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