La guerra del mañana (The tomorrow war) es una conjunción de cine de acción, ciencia ficción y aventuras, donde se mezclan viajes en el tiempo e invasiones alienígenas. La película está dirigida por Chris Mckay (Batman: La Lego Película), y en el reparto destacan Chris Pratt (Guardianes de la galaxia, Jurassic world: El reino caído), Yvonne Strahovski (El cuento de la criada, Predator) y J.K Simmons (Whiplash, Palm Springs). En principio estaba previsto que la distribuyera Paramount Pictures en salas el pasado 25 de diciembre, pero debido al efecto de la pandemia de Covid 19 el estreno hubo de retrasarse. Finalmente en Enero, Amazon compró los derechos de la película por 200 millones de $ programando su estreno en la plataforma el 2 de Julio.
Crítica de 'La guerra del mañana'
Resumen
Ficha Técnica
Título: La guerra del mañana
Título original: The Tomorrow War
Reparto:
Chris Pratt (Dan Forester)
Yvonne Strahovski (Coronel Muri Forester)
J.K. Simmons (James Forester)
Betty Gilpin (Emmy Forester)
Ryan Kiera Armstrong (Joven Muri Forester)
Sam Richardson (Charlie)
Keith Powers (Mayor Greenwood)
Jasmine Mathews (Lt. Hart)
Mary Lynn Rajskub (Norah)
Edwin Hodge (Dorian)
Seychelle Gabriel (Sargento Diaz)
Felisha Terrell (Oficial de reclutamiento Paveza)
Stacy Johnson (Hermana)
Año: 2021
Duración: 140 min.
País: Estados Unidos
Director: Chris McKay
Guion: Zach Dean
Fotografía: Larry Fong
Música: Lorne Balfe
Género: Ciencia ficción. Acción
Distribuidor: Amazon Prime Video
Tráiler de 'La guerra del mañana'
Sinopsis
La Guerra del Mañana (dirigida por Chris McKay y protagonizada por Chris Pratt), narra cómo el mundo se paraliza cuando un grupo de viajeros en el tiempo se transporta desde el año 2051 para entregar un mensaje urgente: La humanidad está perdiendo la guerra mundial contra una especie alienígena letal. La única esperanza de supervivencia es que los soldados y los ciudadanos del presente sean transportados al futuro y se unan a la lucha. (Prime Video)
Dónde se puede ver la película
El futuro ya está aquí
La guerra del mañana (The tomorrow war), al menos a priori, es un sueño húmedo para los aficionados a la ciencia ficción. No por nada su argumento mezcla dos temáticas fetiche del género: invasiones alienígenas y viajes en el tiempo. Si además gusta de los blockbusters y de la propensión a los efectos especiales vistosos, enhorabuena; ha encontrado una jugosa veta. Pero vayamos poco a poco. Estamos en diciembre de 2022 y Dan Forester (Chris Pratt) es un ex soldado de los EE.UU, con experiencia en combate, que ahora se dedica a dar clases de ciencia en un instituto. Tiene mujer y una hija, y aunque su vida no es mala, hay algunos aspectos mejorables. Como la relación con su padre, James Forester (J.K Simmons)
Sea como sea, un extraño evento va a trastocar la historia de la humanidad. En medio de un partido del Mundial de Fútbol de Qatar (como suena), se abre lo que parece ser un gigantesco agujero temporal. De él surgen una especie de soldados que dicen provenir del año 2051, y que sirviéndose de una tecnología a su alcance han venido hasta el presente para advertirnos de que en su época la humanidad ha entablado una guerra contra una raza alienígena. Y la está perdiendo. De tal modo que van a establecer un sistema de reclutamiento forzoso para llevar gente al futuro y poder combatir la raza extraterrestre. En el susodicho 2051 la humanidad ha sido diezmada hasta solo quedar medio millón de personas en todo el mundo.
Pasados unos meses los reclutas, que incluyen a gente normal y sin ninguna formación militar, desencadenan el fatalismo. Solo un 30% de los enviados regresa con vida. Y finalmente, claro está, le llega el turno a Dan de transportarse al futuro.
Una película recopilatorio
La guerra del mañana participa de una larga estirpe de películas sobre invasiones extraterrestres. Tiene algo de Starship Troopers (1997), sin mala leche de Verhoeven, aunque solo sea por la forma de "bichos" de los invasores. También está emparentada con Al filo del mañana (2014), en la idea de una milicia humana enfrentándose en una guerra global a unos extraterrestres, aunque sin bucles temporales. Y menudean algunos parentescos colaterales con Independence day (1996) o la versión de Spielberg de La guerra de los mundos (2005).
La buena noticia es que La guerra del mañana, digiere muchas de estas influencias sin recurrir con demasiada frecuencia al piloto automático. De hecho, la parte más débil es el último acto, pero hasta ese momento la película se conduce con bastante diligencia. El retrato que hace del infortunado 2051 es de lo más eficaz. Las primeras imágenes del futuro son oscuras y ominosas, justo en el momento en que los reclutas son soltados en medio de edificios en ruinas mediante un doloroso aterrizaje.
Uno de los aspectos positivos es que las escenas de acción son contundentes y efectivas. Lo que unido al diseño ciertamente repelente de los extraterrestres, hace que algunos momentos tengan fuerza y algo de capacidad de agobio. En varios aspectos el guion sigue la lógica de un videojuego, donde se van pasando fases de distinto cariz. Lo mismo hay misiones de comandos, que misiones de ataque, rescate, etc. De tal modo, que la espectacularidad no va a ser un problema.
El recetario de La guerra del mañana (The tomorrow war)
La innovación de La guerra del mañana (The tomorrow war) bascula entre escasa y nula. Se beneficia de muchos clichés de la ciencia ficción que se han ido estableciendo durante largo tiempo. De un lado está la relación entre el género sci-fi y el cine de catástrofes, con ciudades arrasadas por doquier y masas de gente extinguidas, o en peligro. También es clásica la respuesta armada de la tierra, que desemboca de lleno en el género de acción. No falta la fase de investigación de un punto débil de los invasores que haga que las tornas cambien para la humanidad.
En un blockbuster de estas características es necesario y casi obligatorio cantidades ingentes de acción. Sin ser un prodigio de virtuosismo, este tipo de escenas están llevadas con buen sentido del ritmo. La apariencia del enemigo, en este caso, juega a favor de la adrenalina. Los alienígenas invasores dan un poco de repelús y son realmente difíciles de matar, lo que conlleva la sensación de que los pobres humanos son conducidos al matadero. Podríamos decir incluso que la sensación de fatalismo, de participación en una guerra perdida, es mayor que en otros títulos de esta índole. Como ingrediente añadido, la idas y venidas en el tiempo son una buena guarnición para el plato principal.
Hay un componente emotivo en la película que tiene un importante peso específico, aunque no contribuye demasiado al éxito de la cinta. El origen, como bien puede preverse, está en las relaciones familiares de Dan, tanto desde el punto de vista de la despedida de su familia, y su dificultoso regreso, como por la sorpresa que le aguarda en el futuro. Una de las cabecillas de la resistencia es Muri (Yvonne Strahovski), la hija pequeña de nueve años que dejó atrás en 2023.
El bando humano
Los personajes de La guerra del mañana son arquetipos puros, sin mucho desarrollo. Aunque debemos asumir que en una película de acción espacial el desarrollo de los personajes es algo perfectamente prescindible. Chris Pratt no está muy lejos de otros de sus papeles. Es el héroe vacilón, con facilidad para soltar gracietas y frases lapidarias ingeniosas. Sin embargo, esta característica está más mitigada en La guerra del mañana. Hay algo de contención en el personaje, que resulta fácilmente empático como héroe, pero no levanta el vuelo sobre otros precedente de hombres normales y corrientes que acaban siendo la última esperanza de la humanidad.
Yvonne Strahovski da la réplica femenina en materia de acción y coraje. Es un personaje de gran importancia para la resistencia humana de 2051. La relación con su padre, justo en la época del futuro, es uno de los pocos detalles distintivos. Es una relación de corte melancólico, en base a que Muri conoce algunos detalles sobre los años posteriores a la marcha de Dan que parecen no ser demasiado buenos. Es un personaje que funciona sobre todo como heroína de acción, siendo un poco similar a Emily Blunt en Al filo del mañana.
J.K Simmons es un nombre ilustre que está en gran parte desaprovechado. De inicio no pinta mucho, y su rol crecerá justo cuando la película es irregular. Sin embargo, lo poco que da es efectivo y más que aceptable. Al interpretar a James, el padre de Dan, participa también de la cuota de inevitable sentimentalismo. Pero lo hace con clase. Sam Richardson tiene algún detalle a tener en cuenta, dando lugar a un buen secundario.
La clave está en la acción
Los momentos más atractivos de La guerra del mañana son las escenas de acción. Que consisten, en su mayoría, en secuencias de combate entre humanos y extraterrestres. No se puede negar la intensidad de varias de ellas, que acaban resultando esforzados encontronazos contra un enemigo de una entidad muy superior. Tienen algo de desesperadas. Chris McKay debuta en la dirección de una película de carne y hueso, y su acierto en el campo de la acción no dista mucho de otras testas coronadas del género como Michael Bay.
El problemas es que en los momentos más relajados es frecuente que echemos de menos las secuencias más movidas. La guerra del mañana funciona bien como película de acción; cuando toca ponerse reflexivo el resultado es dispar, y son momentos es los que la sensación de deja vu no puede suplirse con adrenalina. En cualquier caso, a poco que se consiga entrar en la película, la capacidad de entretenimiento surge un efecto bastante aprovechable.
Los efectos especiales rayan a buen nivel, cosa que se presupone en un blockbuster, y visualmente tiene momentos meritorios y de cierta variedad. Nada nuevo bajo el sol, pero en el aspecto técnico no se pueden poner muchos reparos, más allá del regusto a reciclaje que acomete de vez en cuando.
Conclusiones de 'La guerra del mañana'
Como bluckbuster veraniego La guerra del mañana (The tomorrow war) cumple rigurosamente el itinerario estilístico que se le supone. Acción en grandes dosis, un acusado sentido del espectáculo, y derivaciones hacia el sentimentalismo. Afortunadamente hay un puñado de ideas que aportan cierta frescura, la dirección es competente y el resultado final, más que a sobras recalentadas, sabe a un plato ya familiar pero agradable de degustar en aras de un entretenimiento razonable.
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