En esta sociedad globalizada es fácil perderse entre tantas costumbres e ideas diferentes. A veces, para mantener un sistema de creencias, algunos sueños deben morir. El director Fran Torres enseña con La jefa, su ópera prima estrenada el 29 de abril de 2022, que ciertas circunstancias obligan a elegir entre la voz de la ambición y el grito de la conciencia.
Crítica de 'La jefa'
Resumen
Ficha Técnica
Título: La jefa
Título original: La jefa
Reparto:
Aitana Sánchez-Gijón (Beatriz)
Cumelen Sanz (Sofía)
Pedro Casablan (Julio)
Younes Bachir (Hamid)
María Fernández Prat (Belén)
Vanesa Rasero (Cristina)
Alex Pastrana (Nacho)
Año: 2022
Duración: 109 min.
País: España
Director: Fran Torres
Guion: Laura Sarmiento
Fotografía: Ángel Iguacel
Música:
Género: Drama
Distribuidor: Filmax
Tráiler de 'La jefa'
Sinopsis
Sofía, una joven ambiciosa que trabaja en una multinacional de moda se queda embarazada sin haberlo planeado. Sin familia en España y con dudas sobre el futuro de su maternidad, Sofía parece abocada a volver a su país y abandonar la prometedora carrera profesional por la que tanto ha luchado. Sin embargo, su jefa, una mujer hecha a sí misma a la que Sofía admira por encima de todo le hace una inusual proposición: Darle el hijo en adopción a ella y a cambio poder continuar con su promoción dentro de la empresa. Sofía acepta la oferta sin saber que no todo es como su jefa le ha contado… (Filmax)
Dónde se puede ver la película en streaming
Dos mujeres ambiciosas hacia la perdición
Beatriz es conocida por haber levantado un imperio de la moda desde sus cimientos, estar podrida de dinero y no bajar la mirada ante nadie. Sofía acaba de llegar a un país nuevo, lucha cada día para hacer frente a sus gastos y tiene un novio ansioso por formar una familia. Pese a que Beatriz y Sofía vienen de mundos distintos, las coprotagonistas de La jefa tienen dos características en común.
La primera es que les gusta tener las riendas de su vida. Ese afán por el control juega en contra de ellas durante toda la película. En el caso de Beatriz se refleja en esa excesiva planificación y esos ataques de pánico repentinos, porque en realidad simboliza a la mujer fatal contemporánea, demasiado independiente, manipuladora, prepotente… Su carácter roza lo enfermizo pues, a diferencia de Sofi, utiliza a las personas como medios. Solamente acude a otros cuando no puede cubrir sus necesidades por sí misma.
Lo segundo que comparten es que son insaciables y perfeccionistas. En un mundo que educa en el inconformismo, parece complicado ver en esto una debilidad. Querer cada vez más y quererlo perfecto es la enfermedad del siglo XXI, sobre todo porque hace que el ser humano se vuelva intolerante al fracaso. Por miedo a equivocarse uno puede quedarse paralizado, vulnerable ante el mundo, sin saber qué camino escoger. Precisamente esa sensación de inseguridad se percibe en Sofi al enterarse de su embarazo.
En parte la inseguridad de Sofía también tiene que ver con su edad. Está a medio camino entre la adolescencia y la adultez. Llegada la edad adulta uno se ve obligado a enlazar unas decisiones con otras, sin importar qué tan buenas sean, con el fin de continuar esa cadena que llamamos vida. Puede sonar algo pesimista, pero encadenar no es sino un medio para mantener seguro aquello que creemos tener, y todo ser humano necesita cierta seguridad. De esto se aprovecha Beatriz, que lleva ventaja en experiencia vital y profesional a su empleada.
Dios está sobre todas las cosas
No solo la falta de experiencia vital genera dudas a la hora de actuar. En La jefa existe un factor clave para comprender el comportamiento de Sofía: la religión católica. En varias escenas se ve a la joven rindiendo culto a Dios y a la virgen. Sus valores incitan a seguir determinadas normas de comportamiento que apenas se atreve a cuestionar, entre ellas el sentimiento de aversión hacia el aborto. Ve la gestación subrogada como una vía de escape, una alternativa al dolor que acarrearía llevar una muerte a sus espaldas. Más que por dinero, frena su vida durante nueve meses para dormir por las noches. Para evitar un castigo irreversible.
Cumelén Sanz hace sombra a la gran jefa
Llegó el momento de hablar sobre las interpretaciones de las actrices principales. Estaría bien subrayar que no todos los actores, por buenos que sean, pueden interpretar cualquier papel. Desafortunadamente, con el objetivo de ganar más público, algunos directores recurren a personas conocidas en el mundillo del cine sin tener en cuenta cuáles son los puntos flacos de estas celebridades.
En La jefa se intuye que Aitana Sánchez-Gijón es esa imagen arrastra masas, el gancho con el que se sacrifica sin remedio la credibilidad de la película en escenas clave. De todas formas se debe tener en cuenta la complejidad del rol que la actriz intenta defender. Estar a la altura de un personaje con tanta fuerza como Beatriz supone siempre un reto.
Así como Aitana Sánchez-Gijón ha transmitido algo de rigidez, el papel protagonista le queda a Cumelén Sanz como si lo hubieran hecho a su medida. Sus brillantes ojos oscuros transmiten angustia, miedo o esperanza según la circunstancia que esté atravesando Sofía. Está simplemente natural, cercana, maravillosa.
Conclusión de 'La jefa'
La jefa quiere mostrar las sombras de aquellas mujeres que se abren paso en la hipercompetitiva sociedad del siglo XXI y lo que puede suponer un embarazo en la flor de su juventud. Además invita a ver a las personas como fines en lugar de objetos privados, a no cosificar mediante contratos ni jugar con el futuro de quienes están en una situación de vulnerabilidad. Pese a todos sus fallos tiene una interesante moraleja.
Reportaje de La jefa en Días de Cine TVE
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